Discrepancias con algunos de los argumentos sobre la Aduana, la exencion de visados y el Plan Estrategico

He escuchado atentamente las declaraciones de nuestra Senadora en el programa “La Réplica” de Popular TV sobre algunos temas que afectan y mucho a nuestro futuro. Entre ellos, la supresión de la exención de los visados y la entrada en la Unión Aduanera. Y me voy a permitir trasladarle públicamente “mi” réplica.

El control efectivo de la frontera no tiene que ser una razón para no mantener la exención de visado a los vecinos de Nador. Con visado o sin él debe existir un control efectivo de entrada y salida (el de entrada siempre ha funcionado, pero no así el de salida) y ahí es donde hay que incidir, puesto que es una obligación de la Unión Europea que ya ha aprobado el SES y que debería estar operativo cuando antes en las fronteras con terceros países. Nuestro caso. Desconozco como lleva el tema de adelantado la Delegación del Gobierno o el Ministerio de Interior, si es que han avanzado algo. Y, por cierto, este SES aprobado por el Reglamento (UE) 2017/2226 no tiene que ver nada con el control de estupefacientes y otras mercancías pues solo se refiere al tránsito de personas procedentes de terceros países.

El quitar o no la exención -aparte de que se debería tener en cuenta las repercusiones que ello puede tener para los propios melillenses a la hora de entrar y salir de Marruecos – no va a facilitar ni dificultar el control en la frontera. Como mucho, podría afectar a la fluidez (no sé si a favor o en contra) pues el sistema exige la comprobación electrónica de los documentos de identidad (pasaporte, desde que la “necua” dejó de ser admitida) uno por uno mientras que ahora se hace manual y visualmente. Lo importante, en el tema de la exención o no, es ver cómo evoluciona la actitud de Marruecos hacia nosotros y -sobre todo- conseguir que no permanezcan en la Ciudad más allá de la hora establecida los que entran sin visado. De ahí viene que se establezca el control de identidad a la salida de Melilla hacia la Península que tanto molesta a algunos cuando está establecido en beneficio de todos. Pero no digan -como también hace VOX- que se debe suprimir la exención “para llevar la frontera sur de Europa a los pasos fronterizos, en vez de a los puertos o aeropuertos como ocurre en la actualidad” porque no es cierto.

Cierto es que si se suprime la exención de visado posiblemente se podría suprimir este control a la salida por el puerto o aeropuerto pero que no por ello los convierte en frontera por mucho que se empeñen en decirlo. Por otro lado, sabiendo ya que hay más de 2.000 extranjeros residiendo de forma -como poco- irregular en Melilla más los que haya en Ceuta ¿alguna autoridad gubernativa se va a permitir el “lujo” de dejar de controlar la salida de estos hacia el resto del territorio Schengen? ¿Van a dejar que estos miles -más los haya en Ceuta- de inmigrantes ilegales lleguen a Málaga u otro punto de la Península unidos directamente, por barco o vía aérea con Melilla o Ceuta? Si no pasamos el control a la salida, tendremos que pasarlo a la llegada y eso sí que sería discriminatorio frente a otros ciudadanos europeos que lleguen desde cualquier otro punto de la Unión Europea.

En cuanto a no ser partidarios de prestar servicios sanitarios o de educación o de cualquier otro tipo a nuestros vecinos, salvo los comerciales debidamente documentados, tampoco lo entiendo. Ninguno queremos que se sigan colapsando la planta de tocoginecología y otros servicios sanitarios o se abuse de las urgencias y evacuaciones de los extranjeros en detrimento de los melillenses. Primero, por supuesto, atendamos a los melillenses y mejoremos nuestra asistencia sanitaria, nuestras escuelas y todo lo que es manifiestamente mejorable. Pero no por ello debemos renunciar a prestar servicios a los vecinos mediante contraprestación, algo que hasta la fecha se ha hecho -por razones que se me escapan- de forma no retribuida. Peleen por acabar las obras del Hospital Universitario y se ponga operativo cuanto antes y aprovechemos las actuales instalaciones del Comarcal para ampliar las capacidades sanitarias de la Ciudad y podremos ser referencia sanitaria para la zona colindante. Insisto, mediante contraprestación económica. Quizás algunas compañías privadas pudieran interesarse por este nicho de clientes además de los que ya tienen en Melilla gracias a los convenios con las mutualidades de los funcionarios, incluidas sus familias. Y, ello, mejoraría aún más la capacidad sanitaria de nuestra Ciudad. ¿Por qué renunciar a ello?

En cuanto a nuestro Régimen Fiscal, a ver si nos aclaramos. El único impuesto que forma parte de nuestro REF es el actual Impuesto sobre la Producción, los Servicios y la Importación, según la modificación del art. 2 del Real Decreto-Ley 14/1996, de 8 de noviembre, en lo referente a la Ley 8/1991, de 25 de marzo, por la que se aprobó el arbitrio sobre la producción y la importación en las ciudades de Ceuta y Melilla. Y que seguimos siendo Territorio Franco -equivalente a las actuales ZEE- donde no se aplica la política comercial de la UE. Que no se les olvide pues es importante.

Se compara con el REF canario y no es correcto. El ICGI canario parecido a nuestro IPSI tiene un tratamiento de liquidación similar al del IVA en cuanto al cálculo de liquidación de este tipo impositivo consiste en restar el IGIC soportado al IGIC repercutido, de igual forma que con el IVA soportado deducible y el IVA repercutido. Por el contrario, el IPSI se aplica “en cascada” -como el antiguo IGTE- y grava cada una de las fases, pero sin que sea deducible el que se soporta en cada una de ellas. Una gran diferencia, por cierto. Ni el actual REF canario, ni el existente antes de su entrada en la Unión Aduanera (Ley 30/1972, de 22 de julio, sobre Régimen Económico-fiscal de Canarias), contemplan las bonificaciones en los impuestos directos (Renta, Sociedades, Patrimonio, Sucesiones y donaciones), en los impuestos especiales o en las cuotas de la seguridad social de las que disfrutamos en Ceuta y Melilla. Aunque estas tampoco forman parte de nuestro REF ni en el canario, insisto, sino que está dispersas en las distintas normas que regulan cada uno ellos. ¿Me pueden identificar cuales son esas ventajas fiscales que Canarias “mantuvo” al negociar su entrada en la UA?

Algunos dicen -y se quedan tan panchos- que si estamos dentro de la UA dejaremos de estar sujetos a aranceles. Todo lo contrario, tendríamos que aplicar los aranceles comunitarios a todas las mercancías de terceros países. Cierto que no se aplicarían dichos aranceles a los productos originarios de Melilla cuando se envíen a la UE, pero eso es residual dado que no fabricamos nada en Melilla y me temo que tampoco en el futuro. En Canarias, a cambio de no aplicar los aranceles comunitarios, se “inventaron” el Arbitrio a la Importación (AIEM) que sustituye a las antiguos Arbitrios sobre la Producción e Importación (APIC) y a la Tarifa Especial al Arbitrio Insular a la Entrada de Mercancías con el fin de defender la agricultura y la industria que existía en las Islas. ¿Me pueden decir qué productos se van a fabricar en Melilla que compensen las desventajas que conlleva la entrada en el TAC? Primero, hay que recordar que los aranceles comunitarios cada día son más bajos y, segundo, que no todas las mercancías de terceros píses están sujetas a esos aranceles. ¿Han hecho ese estudio comparativo? ¿A que no?

Por otra parte, si entramos en la Unión Aduanera -salvando si es posible nuestras peculiaridades fiscales, condición “sine qua non” - pero permaneciendo fuera del territorio de aplicación del IVA, es decir, manteniendo el IPSI, todas las expediciones desde Península a Melilla y viceversa quedarían sujetas a tramitaciones aduaneras, como en Canarias. No desaparecía la aduana por mucho que algunos lo deseen y sigan faltando a la verdad a sabiendas o por desconocimiento. También VOX -al menos en esto coincide con el PP, cuando manifiesta que “no queremos pasar controles aduaneros cada vez que salimos de la ciudad” ni “que haya dificultad para recibir o enviar cualquier paquete por Correos” ni “que los proveedores eviten enviar mercancías a Melilla porque tengan unos trámites aduaneros complicados”. Pues miren, ni pasamos controles aduaneros cuando salimos de Melilla ni tenemos unos trámites aduaneros más engorrosos a los que se realizan en la Península. Es más, los de Melilla y Ceuta son más simplificados que los de allí en lo que se refiere a la introducción en Melilla de mercancías comunitarias. No sigan vertiendo erróneas aseveraciones en lo relativo a este tema.

Creo más interesante que intentamos mejorar las actuales Reglas de Origen – por si algún día alguien es capaz de fabricar algo o transformarlo en una ciudad que carece de materias primas, con escasez de energía y agua, mano de obra sin formar y con costes más altos que los de Portugal, Marruecos u otros países más o menos próximos a la UE. Que conste que algunas ideas ya se han puesto en marcha, salvando el tener que pagar aranceles cuando se exporten desde Melilla. Ojalá haya más iniciativas. Lo que me parece un tanto absurdo - hablando de posibles implantaciones de industrias en Melilla- es la que el PP propone: una que es intangible, la del conocimiento. Que me parece muy bien, pero ni es industria ni tiene nada que ver en lo relacionado con el transporte o la aduana.

Sería conveniente si vamos a defender un nuevo REF que las actuales bonificaciones fiscales dispersas en nuestro ordenamiento jurídico se incluyesen en el mismo – e incardinado en nuestro “paupérrimo” Estatuto de Autonomía- para evitar que en el futuro alguien tuviese la ocurrencia de quitarlas para que nos pareciésemos más a España y a más Europa. Y aprovechemos ese “nuevo” REF -entremos o no en la UA- para ampliar las ventajas fiscales, mantenernos fuera de la política comercial comunitaria, incluyendo una Reserva para Inversiones, la creación de una oficina en Melilla del Registro especial de buques (que no es canario sino que, actualmente, solo dispone de dos únicas oficinas adscritas a las Capitanías Marítimas de Las Palmas y Tenerife), añadan -si es posible y conveniente- un REA (Régimen Específico De Abastecimiento) como el canario para la importación de determinados productos agroalimentarios procedentes de la Unión Europea o de terceros países, de forma que, mediante el cumplimiento de una serie de requisitos y obligaciones, el operador se puede beneficiar a la introducción de ayudas o exención de derechos arancelarios o del IPSI en nuestro caso y compensar en parte el coste del transporte.

El estar en la UA, no nos hace más competitivos. Ni tiene que ver nada con el coste de los transportes. Por cierto, este tema no afecta a la “industria” de los cruceros de pasajeros pues no tienen que salvar ningún extra-coste por venir a Melilla. Lo que de verdad afecta al desarrollo de nuestra economía es el elevado coste de los transportes de las mercancías. Y si van a explorar ahora ese tema, sepan que llevan cinco años de retraso. Desde los PGE de 2017 -que se aprobaron con su mayoría absoluta - sigue pendiente de poner en marcha esas bonificaciones al transporte de mercancías al no haber aprobado un RD que las desarrolle como se hizo para Canarias y Baleares. ¿Por qué no desarrolló y aprobó el PP ese Real Decreto cuando tuvo posibilidad de hacerlo? Los que gobiernan ahora tampoco es que se hayan matado para sacarlo adelante.

En lo único que no discrepo es en solicitar a la UE que se nos equipare con las regiones ultraperiféricas pues, aunque no somos islas, tenemos y sufrimos el hecho fronterizo que “aporta una gravosidad (sic) extraordinaria que tiene que ser compensada”.

Espero que no se molesten, unos y otros, por discrepar, aportar razones y argumentos en contra de sus opiniones, y pedir que si pueden “pongan negro sobre blanco” alguna razón para defender la entrada en la UA que no sea la del eslogan “más España, más Europa” -que comparto por supuesto- pero que no me vale como razón única para no apoyar el Plan Estratégico -que debería aprobar la Asamblea cuanto antes, por cierto- o la creación de una ZEE antes que empecinarse con la entrada en la Unión Aduanera con la que no es incompatible. No es necesario elegir entre una u otra, por si no lo saben.