Un individuo fue ayer condenado a una pena de un año y ocho meses de cárcel. Se le imputaban varios delitos: obstrucción a la justicia, resistencia, maltrato de obra y cuatro amenazas. El procesado reconoció los hechos ante el magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla. Su intención era amedrentar a los socorristas que trabajan en las playas de Melilla con el fin de que retiraran una denuncia anterior: “Tengo que hablar con la encargada para que me quite la denuncia o la mato. Mi dios es el Che Guevara y te voy a matar, a mí me gusta pegar a las mujeres”.
Los hechos se remontan al pasado 24 de julio de este año, cuando uno de los trabajadores del servicio de salvamento y socorrismo interpuso una denuncia en contra del encausado en la Comandancia de la Guardia Civil. Desde ese día, según se expone en el escrito de acusación de la fiscal, al que pudo acceder El Faro, “el acusado, con claro ánimo de amedrentar a los socorristas y con una violencia inusitada”, se dirigió a ellos para intentar que retirasen la denuncia.
Amenazas de muerte
“Os voy a matar”, “Tenéis que quitarme la denuncia”, “Sois basura”. Estas fueron algunas de las frases que el procesado dedicó a los socorristas, según recoge la acusación. “Os la voy a liar parda en la playa, termináis durmiendo en Urgencias”, amenazó el individuo a los socorristas en su amago por obstruir a la justicia.
Agrede a la encargada
El pasado 1 de agosto, en torno a las 19:30 horas, el encausado llevó a cabo su amenaza. La encargada del servicio de socorrismo y salvamento se encontraba en el puesto de control situado en el Paseo Marítimo Mir Berlanga. El procesado hizo acto de presencia y, según se especifica en el escrito acusatorio, “de manera sorpresiva la agarró de la cabeza, propinándole un fuerte empujón”. “Llama ahora mismo para que me quiten la denuncia”, le dijo.
La operaria, asustada, empezó a gritar en demanda de auxilio. Dos socorristas acudieron al instante hasta el lugar, impidiendo que el individuo continuase con su agresión. Luego, el encausado huyó.
Le rebajan las penas
El individuo aceptó alcanzar a un acuerdo de conformidad con el objetivo de que le rebajaran las penas solicitadas. A cambio, tenía que reconocer los hechos de los que se le acusaban, tal y como estaban expuestos en el escrito de la Fiscalía.
De esta manera, consiguió que las penas requeridas bajasen considerablemente. De los cuatro años que le pedían por el delito de obstrucción a la justicia, finalmente se le condenó a un año. Por el delito de resistencia, tendrá que pasar ocho meses en la cárcel, y no un año, como inicialmente se le reclamaba.
Por otro lado, tendrá que abonar distintas multas por todos los delitos cometidos, que ascienden a la cantidad de 2.160 euros.
La fiscal, por su parte, se opuso a la suspensión del ingreso en prisión del encausado debido a su largo historial de antecedentes penales. Según manifestó el magistrado, el hombre contaba con once sentencias condenatorias anteriores. El acto finalizó después de que el juez dictara una sentencia condenatoria.
El procesado, a los policías locales: “Os conozco, cuando os vea de paisanos os voy a matar”
Los hechos llevados ayer a juicio no finalizaron con la agresión a la encargada del servicio de salvamento y socorrismo. Después de que el encausado se diera a la fuga, aparecieron en el lugar cuatro agentes de la Policía Local. Los socorristas relataron lo ocurrido y los policías iniciaron la búsqueda.
Según se explica en el escrito de acusación de la fiscal, localizaron al individuo a unos metros del puesto de control y mando del Paseo Marítimo.
“Los agentes, en el ejercicio legítimo de sus funciones trataron de identificar al acusado, a lo que, con claro menosprecio al principio de autoridad, se negó rotundamente”, sostiene la acusación.
El encausado, con ánimo de amedrentar a los agentes, se dirigió a ellos en tono amenazante: “Os conozco, os he visto con la familia. Cuando os vuelva a ver de paisano os voy a matar, que Melilla es una caja de cerillas”.
Finalmente, el procesado fue reducido por los agentes, a pesar de la fuerte resistencia que opuso a su detención e introducción en el vehículo policial. Según aclara la fiscal en su escrito, ninguno de los policías sufrió lesiones.
Por el comportamiento que tuvo con los agentes, el procesado fue condenado al delito de resistencia a la autoridad, previsto y penado en el artículo 556 del Código Penal. Según el mismo, “serán castigados con la pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a dieciocho meses, los que, sin estar comprendidos en el artículo 550, resistieren o desobedecieren gravemente a la autoridad o sus agentes en el ejercicio de sus funciones, o al personal de seguridad privada, debidamente identificado, que desarrolle actividades de seguridad privada en cooperación y bajo el mando de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”.
Este artículo también contempla aquellos casos en los que “faltaren al respeto y consideración debida a la autoridad, en el ejercicio de sus funciones, que serán castigados con la pena de multa de uno a tres meses”.
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