Fue el viernes 12 de mayo cuando Dina, embarazada de seis meses, murió en el hospital y con ella su bebé. Los médicos no pudieron hacer nada por salvarles la vida. El día anterior había tenido fuertes dolores de barriga y había estado en el Comarcal, pero le dieron el alta. Era diabética y tenía la tensión alta. Lo suyo era un embarazo de riesgo. Su marido, Said Touzani, denunció su fallecimiento en los juzgados porque cree que hubo alguna negligencia en la atención que recibieron su mujer y su hija. El caso está en los juzgados desde la semana siguiente a la muerte. Esta familia solo tiene, por el momento, un informe preliminar de la autopsia. Pero el abogado de Touzani, José Ignacio Gavilán, aseguró a El Faro que “hay ciertas diferencias e incongruencias sobre la viabilidad del bebé al nacer entre el informe del forense y el del hospital”. Reclamaron hace unas semanas un informe más amplio a este mismo profesional, pero aún no han recibido respuesta.
En ese documento que recibieron del forense en mayo es “muy breve”, aseveró Gavilán. Subrayó que ha visto informes por delitos leves que eran más extensos que éste. Aseguró que no se detalla qué tipo de técnicas que utilizaron para practicarle la autopsia a la madre y al bebé ni qué tipo de muestras y cómo fueron enviadas al Instituto de Toxicología de Sevilla para hacer más adelante una autopsia definitiva.
El abogado comentó que en un caso tan mediático como el Dina no procedía este tipo de actuación. Por ello, hace unas semanas solicitaron al forense un expediente más ampliado en el que diera detalles sobre su actuación y también sobre esas muestras que envió a Sevilla y de las que aún no hay noticias.
Asuntos de tráfico
El letrado no quiere entrar en cuáles son esas “incongruencias” sobre el bebé que habría entre el informe de este médico y el del hospital. Pero también sobre ello piden explicaciones en esa solicitud al forense.
De hecho, comentó que el marido de Dina y él acudieron a este profesional para solicitarle el informe ampliado de esa autopsia preliminar y que su respuesta fue “inadecuada”, ya que les dijo que tenía muchos asuntos de tráfico pendientes. No entendieron por qué no les quiso recibir, ya que en otras ocasiones habían podido hablar con él ni tampoco por qué se da prioridad a temas de accidentes cuando hay por resolver qué le ocurrió a esta embarazada y a su bebé.
Al margen de este documento, añadió Gavilán, aún están pendientes de que lleguen todas las muestras del Instituto de Toxicología de Sevilla para que otro profesional de esta rama de la Medicina pueda elaborar el informe forense final.
El letrado espera que envíen los resultados de los análisis lo antes posible y se pueda elaborar, con la mayor celeridad, ese escrito. Sin él, aseveró, el juez no va a tomar la decisión de si es necesario coger la declaración de todos los profesionales que atendieron a Dina tanto en el hospital, como en la ambulancia que la asistió en casa y la llevó al centro hospitalario.
“Esperamos celeridad”
Este caso está en fase de instrucción y hay otras solicitudes que ha realizado el abogado del marido de la fallecida, como son las conversaciones que hubo con el 112 durante la madrugada del jueves 11 al viernes 12, así como la identificación por parte de la Policía Local de todas las personas que la asistieron.
En este sentido, recordó que Dina estuvo la noche del jueves en el Comarcal y fue atendida en Urgencias y en Ginecología, aunque le dieron el alta tras ponerle un calmante. Por la mañana, como seguía con dolores, solicitaron una ambulancia y durante más de media hora la atendieron en su hogar hasta que la trasladaron al hospital.
“Esperamos que este caso tenga prioridad. Afecta a todos porque se trata de esclarecer si hubo algún error en el protocolo de atención a Dina. La opinión pública debe saber qué ha pasado”, añadió Gavilán.
El abogado del marido de Dina, José Ignacio Gavilán, destacó que otra de la solicitudes que se hicieron al juzgado cuando comenzaron las diligencias de este caso fue que la policía informática obtuviera la historia clínica de esta mujer, así como las grabaciones y las copias de seguridad. Afirmó que el Comarcal tardó una semana en proporcionarles esta información y que eso les pareció “sospechoso”, ya que estimaba que en un par de días podían tener toda la documentación. Fue en junio cuando dos agentes vinieron de Madrid para recoger esa información. Les acompañó una secretaria judicial, a petición de este letrado, para que certificara la veracidad de este proceso, ya que el hospital es una parte implicada en el caso.
Aseveró que de esta forma se podía confirmar que no había ninguna manipulación en la historia clínica de Dina. Aún están a la espera del informe de estos agentes.
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