Diccionario para una pandemia (VII)

AQUÍ llevamos siete semanas hurgando entre las palabras que se están usando en estos días de oscuridad y tribulación.

Sigo escarbando y es por ello, alumnos queridísimos, que hoy centraremos nuestro estudio,en un interludio que nos oxigene para las definiciones futuras; el Maligno absorberá nuestra atención.

Es lo cierto que el demonio,el diablo, el maligno, Lucifer, Satán, digamosle como queramos, forma parte de la cofradía que nos lleva a los precipicios de la catástrofe.

Una aclaración previa; creo firmemente en la existencia del demonio. Ya sé qué decir esto aquí y ahora es nadar contracorriente y exponerse a mil y un dicterios. Es como ser béticos y aficionado a los toros.

Pero sí, estoy convencido de la existencia del Mal absoluto. Por mucho que se empeñen los actuales funcionarios vaticanos y sus agencias de cónsules,el diablo se encarna en mil y unas criaturas y adquiere mil y una formas.

Ya os dije en semanas anteriores el ruido de ultratumba debido a Simón y los suyos; muertos, resucitados, haciéndose los muertos, muertos por confirmar, muertos sin tenerlos claro, contagiados (uno o dos como mucho) y otras diabolicas ocurrencias de Illa, Simón y compañía .

¿Sin la existencia de diabólicas criaturas, como explicar, además, que un cocodrilo haya llegado al Pisuerga? ¿Que fuerza maligna ha llevado a este sauropido a las aguas lejanas del Pisuerga desde el Nilo?

¿ Como ha sido capaz de violentar las rígidas normas pandemicas dictadas por Illa, Simón y demás secuaces?

¿No se da cuenta este animal que hasta que no acabe el desdichado estado de secuestro al que estamos sometidos no puede volver a Egipto?

Cabe preguntarse si dado el estado de obnubilación en el que nos encontramos, el sauropido de marras no fuese un doble del verdadero cocodrilo, y este estuviese emboscado en la guarida monclovita, lugar oscuro y lóbrego donde los haya, hábitat idóneo para que el bicho realice mil fechorías y destrozos.

Todo es obra del Maligno. El Principe de las Tinieblas ha sido objeto de mil estudio y clasificaciones. Hay tantos como autores dedicados a la demologia .

Hemos de escoger,alumnos queridos, la clasificación más fácil y que abarque mejor a los miles de diablillos, demonios mayores y menores y otros elementos nocivisimos para nuestra salud y la de la republica.

Sigamos pues la de Alfonso de Espina que en 1467 clasificó a los demonios según distintos criterios.

De los distintos grupos destacaré a los "demonios errantes o ejércitos de demonios". Son la "legión" de la que habla el Evangelio.

Son muy peligrosos por su carácter errabundo y por el grupo numeroso con el que marchan por esos mundos de Dios, sin respetar distancia social ni ninguna otra facecia salida del cráneo de Simón o de su clandestino ejército de asesores, verdaderos demonios errantes que tanto mal hacen a las conciencias de los ciudadanos en general y próceres de la republica en particular.

- Nos llama la atención la definición que el sabio Espina dio a los "demonios mentirosos y maliciosos". Con gran premonición,¡ en 1467!, definió a los más recientes inquilinos de la Moncloa, principalmente al de reciente ocupación verdadero adalid en mentiras y malicias, realizadas con total descaro e impudicia.No lo nombro porque su sola mención espanta y del que se cuentan cosas increíbles.

- Relata también los denominados "demonios del destino". Criaturas malignas que llegan a nuestras vidas por un azar del destino, sin nosotros haberlos buscado.

Aparecen de improviso, sin avisar, con una imagen entre pasmada y pazguata, tras la que esconden su carácter mirifico y asombroso, valga la redundancia.

El ciudadano Illa encarna a la perfección el diabolico carácter y su solapado poder deletéreo. El poder de destrucción de esta demoníaca banda es infinito y causa grande mal a las criaturas inocentes y crédulas, víctimas de sus atrocidades.

- Llama la atención y espanta la descripción de "incubos" y "súcubos". San Antonio Abad describe muy bien lo que tuvo que luchar en el desierto contra estos genios del mal.

El santo ermitaño sufrió terribles tentaciones nocturnas. Un espectro con similar aspecto a una imagen zapateril y siniestra, muy familiar entre nosotros durante los casi ocho mal llamados años, con su sonrisa "netol" y su mirada absurda ,se le aparecía en la madrugada y le sometía a terribles mortificaciones. Como a nosotros.

Menos mal que el pío Antonio podía con el aparecido Belcebú y alcanzaba cumbres de glorias.

San Antonio Abad se hizo amigo de un cuervo, ¡ya son ganas!, porque le traía un pan cada día. Cuenta la leyenda que cuando la desagradable ave murió, el benemérito santo la enterró con la ayuda de un tigre y un león.

Con todo respeto, me parece que la ayuda que recibió el santo ermitaño nada menos que la de un león y un tigre, es a todas luces inverosímil y descabellada,por mucha fe cristiana, como es mi caso, que se tenga.

Por esa ayuda sepulturera es considerado patrón de los animales. Yo lo nombraría también patrón de los enterradores.

Desde luego prefiero el milagro de San Isidro a quien siempre tuve por holgazan, pues mientras los Angeles le araban el campo ,el santo permanecía sentado tranquilamente, entregado a muy profundas meditaciones (me imagino que dormitando), y su paciente esposa, Santa María de la Cabeza, se dedicaba a las tareas del hogar, para que cuando Isidro cesara en sus cogitaciones estuviese aquello, como una patena Tengo que reconocer que como táctica es genial. En fin.

Habéis visto, queridos, que la clasificación de Espina es algo caprichosa y es difícil encontrar un criterio para ella.

- Parece que el gran Espina se inspiró en varias leyendas e historias. No dejo de considerar a los que denomina "drudes", especie de espíritus nocturnos, muy frecuentes en Alemania, de ahi la atormentada historia de esa nación. Son espíritus malévolos asociados con pesadillas. En este grupo incluiríamos al clandestino ejército de "técnicos","asesores","científicos" y afines que rodean al malhadado Simón, culpables de tanta devastación y de tantísima ruina. Son la verdadera pesadilla hodierna peor aún que la que describía Espinar.

Hago gracia de describir los aquelarres. El paciente alumno sabrá definirlos ante el espectáculo horrisono que contemplamos en estos días de atrocidades,vesanias y tinieblas.

La semana que viene, Deo volente, seguiremos con el Diccionario.

Que no le falte agua al elefante.

P.D.

A punto de enviar el articulito de hoy a EL FARO, escucho en la radio que la Guardia Civil ha estado cinco días buscando al mentado cocodrilo con resultado negativo, y que nadie en realidad ha visto al sauropido en cuestión.

Esto me confirma que el verdadero reptil está entanado en la Moncloa, por obra del Maligno como ya dijimos más arriba.Vale

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