Diccionario para una pandemia Tomo IV-II

Empieza un nuevo año con una mala noticia: Illa (el de las mascarillas), dejará de ser pronto ministro de Sanidad. Mi desolación es total, ¿de dónde voy a sacar neologismos absurdos, ocurrencias y facecias como los que este ser inigualable me facilitaba cada mañana? ¿De quién acapararé disparates sin cuento? Bien es verdad que, de momento, queda el disoluto Simón, pero ya no es lo mismo. Tengo la esperanza de que la posible sucesora, doña Carolina Darias, no me decepcione, el hecho de que la futura ministra figurara en la cabecera de la manifestación del 8-M y resultara contagiada del vírico invasor, me da ciertas esperanzas, aunque no sea un buen ejemplo sanitario. Claro que tampoco lo era Illa (el de las mascarillas), licenciado en Filosofía, aunque algunos lo llamen filósofo, no es lo mismo. Como no lo es el disoluto Simón y un doctor con todos sus avíos. Vayamos al lío, 8) No bajar la guardia Latiguillo muy usado por los jerifaltes de la banda. Yo me creía que era un término principalmente boxístico, pero veo que es polivalente por decirlo de alguna manera. ¿Qué clase de guardia no hemos de bajar, hijos míos de mi alma? ¿Ante quien no debemos bajarla? ¿Qué clase de rival tenemos enfrente? ¿No habíamos quedado que con Sánchez y la vacuna, el virus iba a tener menos fuerza que el caldo de un hospital? Yo creo que no debemos bajar la guardia frente a Illa (el de las mascarillas) o el libertino Simón, pero claro, eso no se dice. 9) Coral Observo con perplejidad que ahora todo es coral, pero no son lo de los arrecifes. Nada de eso, según el disoluto Simón, está referido este concepto, al recitado unánime de los logros del gobierno sobre determinado asunto, reseñado con fruición por la prensa y tertulianos adictos. El término está dando mucho juego pues ya forma parte del lenguaje tertulianes y las expresiones o latiguillos pijoprogres. He dado a mis espías paraguayos la orden de rastrear en profundidad el uso de este sorprendente vocablo por parte de los seguidores de Illa (el de las mascarillas) y compañía. De momento van a descartar que se refiera a coros de orquesta, coros de los niños cantores de Viena, coros de sociedades gastronómicas vascas, coros de carnaval de Cádiz o al coro de la singular parroquia madrileña del padre Angel, por algo hay que empezar. 10) Salvad al sector Mi dilecto don Manuel Felipe me facilita esta entrada, también me sugiere la expresión "rescatar el sector". En efecto, no hay lumbrera proclive a la banda que no utilice ambas expresiones, sin saber en qué consiste el salvamento o el rescate del mencionado sector y quienes son los damnificados, ni mucho menos quien causa el hecho originario del salvamento. Lo cierto es que es un vocablo "emergente", como se dice de los trepas en la política, para disfrazar los codazos que estos pegan a cuyo lado Panadero Diaz, Campanal, Ovejero y otros esforzados practicantes pretéritos del balompié, eran miembros de las desaparecidas órdenes mendicantes a los que el II Concilio Vaticano dio la puntilla. 11) Salvoconducto En esta ocasión es mi dilecto maestro don Jorge quien me facilita la papeleta. Este vocablo estaba prácticamente desaparecido del uso coloquial de los españoles, desde la creación del documento nacional de identidad en 1946. Como es un invento del franquismo que simplificaba papeles y boletos de identificación, Illa (el de las mascarillas), lo ha sustituido por papeles y más papeles que debemos tener con nosotros en caso de emprender un viaje para ver a un familiar o cualquier otra aventura. Además, las taifas autonómicas añaden por su cuenta nuevas exigencias identificativas para el personal viajero. Estas exigencias varían en función del humor del verduguillo autonómico o municipal y espeso y lo mismo unos piden el certificado de empadronamiento que un recibo de haber abonado la basura. En fin, una alegría... 12) Lugar de duelo Expresión que utiliza mucho, doña Carmen la de Cabra, descubierta por don Manuel Felipe. En efecto, ingenuo de mí, yo me creía que los lugares de duelo eran los cementerios o los tanatorios. Doña Carmen me saca del error, los lugares de duelo a los que se refiere la ilustre egabrense (ventajas de los gentilicios en latín, referidos a los nacidos en Cabra), no son otros que aquellos que vienen referidos en la denominada "ley de la memoria histórica" relacionados con las víctimas de unos de los bandos de la atroz guerra española, naturalmente todas las víctimas se refieren al bando de doña Carmen. Ignoro, ya me lo dirán los espías paraguayos, si los que combatieron en el bando opuesto al de la intrépida egabrense, tendrán también, lugares de duelo, por ejemplo Paracuellos, o lo hemos de denominar de otra manera. Ya veremos. 13) Pre- Covid Dícese de los meses del año anteriores a la aparición de la pandemia. Tampoco es para tanto dividir a las Eras históricas con la aparición del Covid-19, bien es verdad que este ha cambiado nuestras vidas, que ha introducido, casi de matute, un nuevo orden mundial. Es muy cierto que el terrible virus ha causado mortandades sin cuento y ruinas sin límites a pueblos, a naciones y sobre todo a las personas. Pero convendría precisar bien que queremos decir con esto de pre-Covid. Limitar al tiempo histórico a la aparición de muertes y desolaciones puede traer equívocos, como denominar la era pre-Sánchez o la era pre-Simón a los días en que no conocíamos a estos elementos, lo que tendría gracia, mejor dicho, lo que no tendría gracia alguna. Lo que faltaba era comparar al Covid, a Sánchez, a Illa (el de las mascarillas) o al disoluto Simón, con el nacimiento de Cristo, camino de eso llevan. Que no le falte agua al elefante. Que 2021 nos sea favorable.