Diccionario para una pandemia. Tomo XVII-I

Qeridísimos: Esto es el no parar y eso que encaramos el tomo decimoséptimo de este ‘Diccionario’, que empezó a acogerse a las páginas de El Faro en mayo de 2020 y que, desde entonces, semana tras semana, comparece cada domingo a la consideración de los lectores.

El próximo mes de marzo se cumplirán diez años de mi comparecencia semanal sin tomarme ni un día de vacaciones...

Pero no es cuestión de hablar de uno como tan frecuentemente hacen otros. Lo que pasa es que como no tengo abuela, desgraciadamente, me he permitido este desahogo, cosa rara en mí, que soy más bien adicto a tener el corazón embridado.

Vamos con el parte:

-Esta semana, que hoy acaba, hemos celebrado los siguientes días, semanas y otras maritatas:

-Día 1, Día de los enamorados, como no podía ser de otra manera, como dicen los tertulianos.

Junto a esta conmemoración, también ese día se conmemora el Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas, el Día Mundial de la Epilepsia y el Día Europeo de la Salud Sexual. Como verán mis inteligentes lectores, hay para todos.

-Día 15: Día Mundial del hipopótamo (tal como suena)

-Dia 17: Día Internacional del Juego Responsable.

-Día 19: Día Mundial del Pangolín.

-Día Internacional Contra la Homofobia en el fútbol (?).

-Día Mundial de las Ballenas.

-Día 20, hoy, Dia Internacional del Gato.

Junto a estos días, os enumero los días más raros y bizarros que se celebraron en esta semana pasada.

-Día 14: Día Mundial de los Sonidos Curativos.

-Día 16: Día de los Amores Imposibles.

-Día 20: Día Mundial de Amar a tu mascota.

Día Internacional de la Pipa.

¡Así que como dije la semana pasada, ‘arsa pilili’!

-Leo en el Diario (de Cádiz, naturalmente), en la página 11 de la edición del día 11 próximo pasado, lo siguiente: “En Cádiz ya hay más perros que personas menores de 25 años, la media es de un can por cada cuatro habitantes”.

Por si no quedara claro, se afirma: “En el municipio también se contabilizan 5.985 gatos y 78 hurones”. No digo nada. ¡Qué voy a decir!

-He seguido, con bastante hastío, por cierto, la jornada electoral en Castilla y León.

Todo ha sido espejo de lo que vivimos. Remito a mis inteligentes lectores a la entrada ‘bipatetismo’ de la semana pasada.

-Conclusión; en algunos hay más miedo que vergüenza para asumir los resultados electorales, es decir que tienen más miedo que siete viejas. En el mientras tanto, la revolución avanza y el orate se enreda en soliloquios filosóficos. Estos (ustedes saben a quienes me refiero), me parece que tienen menos futuro que un espía sordo y eso que el Sánchez no gana una ni jugando al trompo.

-¿Tantas idas y venidas? ¿Tantas vueltas y revueltas son de alguna utilidad? Se recompensará a quienes me faciliten alguna razón.

-Otra conclusión importante que saco es que en ‘la gala de los Goya’, había más votantes podemoides que en toda Castilla y León.

En fin, vamos al lío.

1) Mantras

En el neolenguaje que nos abruma, ocupa el primer puesto esta entrada. Desde luego no hay día en que a la palabrita no la saquen a pasear lo mismo la Yoli que cualquier figurante interno, externo, mediopensionista o municipal y espeso.

Escribía el maestro Burgos en ABC (de Sevilla, naturalmente), que en Psicología el término ‘mantra’ se utiliza como “figura retórica que se repite para reforzar un pensamiento, reafirmando su significado con las repeticiones”.

¡Acabáramos! Lo que toda la vida de Dios se ha llamado un latiguillo. Además, mis espías paraguayos me dicen que la tal ‘mantra’ es de origen budista y tal. Pues buenos latigazos nos están dando con el latiguillo budista dichoso, ajeno totalmente a nuestra civilización, antaño occidental y cristiana. Yo creo que ‘mantra’ lo que verdaderamente significa es que repetir muchas veces una mentira la convierte en verdad por arte del ‘similquitriqui’. Son afamados espadas en este menester el Sánchez, la señora Montero (doña Irene y doña María Jesús), la ex alcaldesa de Puertollano (que por mi padre (q.e.p.d.), sigue siendo ministra), la Yoli, el obispo de Fusalaín (partibus infidelium), en fin, toda esa buena gente. Vista esta relación, no cerrada ni muchísimo menos, estos utilizadores de ‘mantras’ son verdaderos mantas, más grandes que la catedral de Sevilla, que, excluida San Pedro, es la más grande de la cristiandad.

2) Liderazgo de impacto

Leo esto en algunos diarios digitales, “el liderazgo de impacto es un máster con el que obtendrás una profunda visión integradora de la empresa, desde la perspectiva de la dirección general”, además “aprenderás a involucrar la empresa en un proyecto y hacer sentir a sus miembros que son parte fundamental del mismo”. ¿Quién podrá no caer en esta tentación publicitaria para realizar el master? Pero es que hay más, “obtendrás las semanas intensivas en Nueva York, Sao Paulo y Shanghái y de esa forma una visión internacional, para atender sobre tendencias y oportunidades que mueven el mundo”. Todo esto cuesta la módica cantidad de 70.000 euros. Como esto es una fruslería, el Arzobispado de Madrid ha becado con esta canonjía a su director de Medios de Comunicación. ¡Luego dicen que el pescado esta caro!

3) Fatiga imperial

Este absurdo término está siendo sacado a pasear con motivo de los acontecimientos de Ucrania. Los cronistas hacen referencia al mismo, para referirse a la actitud useña y a su presidente Biden, al que acusan de perezoso.

Que Biden no es Churchill es algo que comprende hasta la ex alcaldesa de Puertollano. Ahora, lo que me parece un exceso es que la fatiga, la pereza, la holganza, la molicie, la galbana de la que hace gala el sátrapa yanki, se tache de ‘imperial’. Si todos los errores de esta prenda, desde Afganistán a Ucrania, pasando por las reuniones improductivas los llega a realizar el señor Trump, apedreando escaparates y pateando policías. Y Yoli, siempre al fondo.

P.D.:

a) Vi el otro día al disoluto Simón en el extremo de una mesa en una reunión del Ministerio de Sanidad. El disoluto, estaba situado muy cerca de la puerta de salida del salón donde tenía lugar la mencionada tenida. ¡O tempora!,O mores! Sólo falta que lo quiten de la foto, por ‘moverse’, como ya advirtió en su tiempo don Alfonso Guerra, tenido ahora por ‘hombre de estado’ y que da conferencias en el exclusivo club de Vistahermosa, en el Puerto de Santamaría cuando llega el verano, para solaz de aquella afición.

b) Por mi padre (q.e.p.d.), que la exalcaldesa de Puertollano sigue siendo ministra.

c) Estas líneas van dedicadas a mi entrañable Antonio Gómez de Barreda y Lavín, alma de mi gloriosa promoción 66 del Colegio de San Felipe (de Cádiz, naturalmente), que se encarga cada semana, con paciencia monástica, de poner ‘guapo’ cada artículo, antes de enviarlo a El Faro.

d) Que no le falte agua al elefante.