Opinión

Diccionario para una pandemia Tomo XIV-II

Queridisimos: Vamos a empezar con preguntas: ¿Los llantos por Afganistán, en qué quedaron? ¿Del incendio de Estepona, quién se acuerda? ¿Los menores que fueron enviados a invadir Ceuta, dónde están? ¿Sabe alguien cuantos fallecidos está generando, de verdad, la pandemia? ¿Siguen los ‘enviados especiales’ retransmitiendo la actividad del volcán de la isla de La Palma?

¿A quién beneficia todo lo que los genovitas traman contra la señora Díaz Ayuso?

-¿De verdad que existe en la Constitución un artículo que dice que “el rey modera y arbitra el funcionamiento regular de las instituciones”?

¿Sabe alguien cómo se llaman los lideres de los llamados “sindicatos de clase”, UGT y CCOO? Se gratificará cualquier pista.

¿Cómo va lo de la reforma de las pensiones? ¿Qué fue de un tal señor Guaidó, ‘presidente interino’ de Venezuela? El disoluto Simón, ¿existió alguna vez? ¿O fue una pesadilla generada por la Covid? ¿Sabe alguien por dónde anda un tal señor Castells, que dicen que detenta la cartera de Universidades o algo así? ¿Es verdaderamente gafe el ‘Nuevo Mirandilla’? Al final, ¿el orate Casado seguirá adelante para ganar, con un gol con la mano y la ayuda de un árbitro venal, la ‘batalla de Madrid’? ¿Sabe el Gobierno que la frontera de Melilla con Marruecos está cerrada hace más de año y medio? ¿Hasta cuándo la joya que es la Iglesia del Pueblo de Melilla, va seguir sufriendo la incuria de las autoridades civiles, eclesiásticas y bla,bla bla…? ¿De aquellas obras, qué se hicieron? Así podríamos seguir.

¿Cuándo cesará la sangría de las subvenciones, a través del BOE, para los distintos chiringuitos de ‘Catalunya’? Ahora pongo algunos ejemplos: Al ayuntamiento de Barcelona, para la construcción de la ‘Casa de las Letras’, 400.000 euros. Al consorcio de Bibliotecas de Barcelona, para la conmemoración del centenario de Carmen Laforet, 50.000 euros. Al instituto de cultura de Barcelona (ICUB), para la primera edición del nuevo festival ‘42’ de ciencia ficción y géneros fantásticos, 55.000euros. Al ayuntamiento de Barcelona, para obras de ampliación del área expositiva ‘Disseny Hub’, 770.000 euros.

Así hasta 37 subvenciones millonarias para la denominada Capitalidad Cultural y Científica de Barcelona (BOE, 268, martes 9 de noviembre de 2021, Sec. I, Pág. 137.941). Con razón dicen por aquellos pagos que “España nos roba”.

Mientras viene lo que viene –que viene, eso seguro–, de momento ya hemos visto al Rey en autobús, a los podemoides proponiendo anular el título de Rey y todas las prerrogativas reales, y al personal tan contento, las tribus genovitas están preparando la expulsión de la señora Díaz Ayuso y siguen cebando al bicho, lo que es una pena. ¿Que no? Al tiempo.

Empecemos.

5) Autoridadas

Yoli está que se sale. En un reciente fervorín proclamado a las turbas, se refirió a los que tienen mando en plaza, como “autoridades y autoridadas”. Aparte de ser una mentecatez tan grande como la catedral de Sevilla, Yoli pertenece por derecho propio a los que el poco leído Quevedo, incluía en la Cofradía de “despedazadores de vocablos y volteadores de razones”. Es una lástima que Yoli no cultive a los clásicos. Pero, desde luego, esta nueva aportación al diccionario de los ‘tonnntos’ (así, con tres enes), augura nuevas y festivas tardes de diversión y holganza al resto del personal.

Desde luego con las cazcarrias del lenguaje de Yoli se podrían estercolar la mitad de los latifundios andaluces, si aún existieran.

6) Descrecimiento

Esta perla la cultiva el Gobierno filocomunista con bastante delectación. El vocablo esconde la pérdida adquisitiva y empobrecimiento general que se está observando, así como el alza de los precios, el déficit del consumo...

Según el Gobierno, el descrecimiento no es otra cosa que: “el cultivo de la sostenibilidad económica que es compatible con la preservación de los recursos naturales si se disminuye el consumo de bienes y energías”. Así está de claro. ¡Arsa pilili!

7) Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI):

El conocido lingüista, señor Escrivá, sedicente ministro de Seguridad Social, nos brinda esta perla que esconde la excusa de subir los impuestos a las empresas, para, según afirma tan campante, “mantener las pensiones“.

Desde luego, la perversión del lenguaje alcanza las cotas más altas en este concepto. Así que vamos a preparamos para resistir a estas plagas, mientras no llegan las elecciones, si es que llegan.

8) Don Benito

Introduzco el nombre de este bello pueblo pacense antes de que cambie de nombre. Porque entre las cosas sorprendentes que nos suceden, figuran este hecho singular. En efecto, me entero de que don Benito y Villanueva de la Serena han empezado el procedimiento de cambiar el nombre y convertirse en una sola ciudad. La noticia la publica el diario HOY de Badajoz, y dice que el proceso culminará en 2031. No obstante, los intrépidos alcaldes de ambas ciudades han tenido la delicadeza de consultar a los lugareños por si hubiese voces discordantes. Para ello, organizarán sendos referéndums el próximo año y si la aprobación no se alcanza, frenarían el procedimiento. Tampoco queda muy claro qué nombre ostentará el ente resultante de la fusión, lo que sí queda claro es el gasto que ocasionará la audaz consulta.

La cosa es la denominada ‘consulta popular’. ¡Queda todo tan elegante y moderno, a la par que discreto y sencillo, como reseñaba el ABC las bodas de los pijos!

Luego diremos que el pescado esta caro.

P.D.

Como se sabe, seguimos sin noticias del disoluto Simón.

Si nadie lo remedia, la ex alcaldesa de Puertollano continúa de ministra (por mi padre q.e.p.d.).

Leo en muchos medios de comunicación que durante el viaje del rey en el autobús urbano, más arriba reseñado, el jefe del estado protagonizó divertidas anécdotas, como por ejemplo que chocase con la puerta del vehículo o que pareciese que Letizia iba sentada encima de él. Pues esto es lo que hay. ¡Bendito sea el Señor!

Última cursilada de doña Mónica García, líder de Más Madrid, en el reciente “tsunami femenino” de Valencia: “Caminemos juntas desde la diferencia, la escucha y el amor”. Convengamos que además de la demagogia de fábrica, la cursilada es importante. ¿Hay alguien más ahí?

Además, la señora García es propietaria de un ático en el distrito de Retiro de Madrid, y de una casa de campo en el municipio de Cercedilla, que suman un valor estimado de más de 1.5 millones de euros.

De aquí a nada tendrá más casas que el Idealista. Ya me explico lo del ‘tsunami’ valenciano.

Que no le falte agua al elefante.

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