Por si no estuviese la revolución llamando a las puertas, van los talibanes y en un plis plas, le dan un punterazo a “las fuerzas aliadas”, con la complicidad de Biden y otros compinches de la agenda 2030, y aquí tenemos a la civilización occidental hecha unos zorros y de patitas en la calle.
Los ‘amables talibanes’, nueva denominación que se le da a los terroristas, van a hacer de su capa un sayo y vamos a ver más degollinas que en la revolución francesa, aquella cosa de la igualdad, la fraternidad y la libertad y todo lo que tanto le gustaban al señor Robespierre y colaboradores, si no, que se lo digan al señor mariscal de Francia y héroe de Verdum, don Philippe Petain.
Como los disgustos hay que tomarlos con calma, aquí tenemos al Sánchez descorbatado y con alpargatas, sentado en una mesa y viendo un televisor para informarse de lo que pasa en Afganistán.
Ya tenemos el primer esbozo de la república que viene, la alpargata que usa el Presidente del Gobierno, algo así como un redivivo señor Largo Caballero, o don Buenaventura Durruti, o el señor Álvarez del Vayo, en fin, como toda esa buena gente.
Como en verano me gusta leer artículos de la prensa internacional, extraigo de ‘Le Figaro’, uno firmado por el cardenal Sarah, magnífico como todo lo que escribe, entresaco esta frase: “Un padre no puede introducir la desconfianza y la división entre sus hijos”. Yo no digo ni pío.
A lo que vamos,
6) No fiesta
Mi maestro don Jorge, siempre atento a cuanto lee o a cuanto se escribe, me facilita esta entrada, en efecto, pulula por la ‘inteligentzia’ del régimen, esta horrible expresión que en sí misma no dice nada, pero que una vez que se profundiza en la misma, va dando uno con la tecla.
A mí me parece una solemne majadería. En mi torpeza, siempre he tenido a las celebraciones como actos afirmativos en sí mismos. Ahora, los cursis dicen asertivos. Quiero decir que cuando a uno le ocurre algo grande, alegre, luminoso y feliz, siente el deseo de pregonarlo y de alargarlo con todos, de ahí la fiesta, de ahí las ferias.
Por mor de la pandemia, la mayoría han sido suspendidas. Entonces, los pijoprogres se han sacado esto de la ‘no fiesta’, que lo que quiere decir es que lo que sea (una feria, un pregón de Semana Santa, una fiesta, una conferencia sobre metafísica a cargo de la señora Montero (doña Irene), no ha tenido lugar, ni va a celebrarse y se convierte en el acto en algo mezquino, ruin y miserable, como aquellos ‘aprobadillos’ con que de vez en cuando nos obsequiaba don Manuel Zarapico Romero (q.e.p.d.). La ‘no fiesta’ es, en resumidas cuentas, un término fúnebre propio de la horda.
7) Estrés térmico
Toda la vida de Dios hemos conocido como golpe de calor las complicaciones orgánicas que originan las altas temperaturas.
Los creadores del nuevo lenguaje inventan esta cursilada para relatar las complicaciones orgánicas, muchas veces mortales, que origina el esfuerzo físico a altas temperaturas o la insolación.
Debe ser por eso, por el estrés, por lo que el disoluto Simón está desaparecido y hasta me llegan terribles nuevas sobre el personaje en el sentido de que ‘ha cambiado de look’. Conociendo los usos estalinistas del Sánchez y compañía, me pongo en lo peor y creo que el disoluto Simón tiene menos porvenir que un espía sordo.
8) Incidencias y línea verde
En la penúltima reestructuración del gobierno municipal de Melilla (vulgo autonómico), los verduguillos gobernantes se han inventado un nuevo nombre de una concejalía (vulgo consejería), este no es otro que el que figura como título de esta entrada.
Qué cosa es esa de ‘línea verde’, no lo sabe nadie, ni siquiera los inventores de la ocurrencia. No sé si eso de ‘línea verde’, tiene algo que ver con el ecologismo o así. Pero lo cierto y verdad es que nadie sabe decir, como dije antes, lo del esotérico concepto, a mí me parece que es una cursilería digna de la pijoprogrez y así lo hago constar. A todo esto, el concejal o concejala que detenta ‘la línea verde’, cobrando religiosamente.
9) Asociación de Abducidos por Alienígenas de España
Esta rara asociación estuvo a punto de constituirse y darnos el sablazo a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado. Lo que sucedió, milagrosamente, es que los funcionarios del Ministerio del Interior no pudieron dar con el paradero de ninguno de sus miembros, tal y como consta en el Boletín Oficial del Estado del 10 de agosto próximo pasado.
Es natural que no pudieran localizar a ningún integrante porque, está claro que estaban abducidos por los marcianos, con los que el astronauta Duque, supongo, tendrá frecuentes contactos. A mayor abundamiento, la resolución del Boletín Oficial del Estado ya dice que “no ha sido posible su localización por causas no imputables a la administración”, con lo cual la abducción es manifiesta y evidente, aún nos aguardan otros formidables sucesos.
10) Agenda 2030
Don Jorge me vuelve a facilitar esta entrada, es un término terrible y amenazador del que ya di cuenta, de pasada, en otros tomos.
En efecto, la agenda ya nos dice “no tendréis nada y seréis felices”. Toda la pijoprogrez nos habla de los beneficios del “desarrollo sostenible” y otras facecias; en conclusión, que se nos invita a comer hamburguesas de ‘carne artificial’ y otras cosas similares.
Los cómplices de este desafuero llevan un ‘pin’ en la solapa de los trajes y chaquetas delatadores de su condición, avisados quedan.
Quedan muchas más facecias, pero por exceso de original se verán en el próximo fascículo.
P.D. El artículo completo del cardenal Sarah, puede leerse en la edición de el periódico ‘Le Fígaro’ del día 13 de agosto próximo pasado.
Que no le falte agua al elefante.
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