Diccionario para una pandemia Tomo IX-III

Queridísimos: Hay que volver a empezar. Quiero decir, que después de los días de interludios, de amistad, de alegría y de claridades, nos espera la sordidez de esta hora tristísima de España, nuevas ocurrencias nos bombardean y nuevas desgracias también.

Ha habido indultos concedidos a reos confesos de gravísimos crímenes contra la Nación.

Ha habido complicidades indecentes con la desvergonzada decisión del gobierno filocomunista, ahí están si no, las incalificables actitudes de los obispos trabucaires de la sedicente conferencia episcopal tarraconense, de la denominada Conferencia Episcopal Española, de la confederación de empresarios por boca del señor Gara-mendi (tal cual, con su guion en medio).

Supongo que la esforzada complicidad Episcopal tendrá algo que ver con la cruz en la declaración de la renta, la exención del IBI a la Iglesia o los conciertos con colegios concertados, ojalá no sea así, pero uno es ya perro viejo y conoce el paño de la clerigalla.

Coincido con Juan Manuel de Prada, en el sentido de que da grima que los obispos anden soltando mamonadas sobre los indultos a los delincuentes que han cometido gravísimos delitos, mientras callan tantos pecados que claman al cielo, convertidos por ley en virtudes cívicas de obligado cumplimiento.

Sería muy conveniente que leyeran a Cervantes (cosa que dudo, dada la conocida indigencia intelectual de sus Excelencias Reverendísimas) y tuvieran en cuenta los consejos que don Quijote le da a Sancho, cuando su escudero se apresta a ser gobernador de Barataria: “Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia”.

Se ve que don Miguel habla de doblar la vara no de quebrarla, postula que la misericordia suavice la aplicación de la justicia, no que se anteponga a ella.

Conviene que los obispos recuerden que la misericordia no puede ser nunca la abolición de la justicia.

Mientras los señores obispos se dedican a estas aventuras, las misas se quedan sin fieles. En fin...

8) Hormiga Loca

Mi muy querido Jesús Mozo, nos ilustra sobre la localización de una especie de hormiga invasora que está implantándose en España.

La tal hormiga loca es conocida en el ámbito científico como Paratrechina longicornis. Según nos dicen, su proceso de expansión parecer ser lento e irregular y está localizada en territorio comanche, más concretamente en Barcelona.

Antes había sido localizada en Antes había sido localizada en Canarias, Baleares, Almería, Córdoba, Málaga, Gibraltar, Murcia y Alicante.

En Barcelona se ha localizado además a otra hormiga especialmente voraz y traicionera que responde al nombre de Lepsiota Melas.

Los científicos definen a ambos deliciosos insectos como “comooportunistas, depredadoras y carroñeras, que se alimenta de insectos vivos o muertos, melaza, semillas o frutos”.

Yo creo que después de esta definición científica, ambas clases de hormigas deberían formar parte del consejo de ministros.

9) Escucha Activa

La desventurada ministra Darias, nos pone en situación con esta ocurrencia. Desde luego, la detentadora de la cartera de Sanidad lleva una temporada en alza.

Siguió Sánchez, ya nos avisó que esta semana sería la de “las sonrisas en la calle”, aunque ahora visto que el vírico invasor no da tregua, doña Carolina recula y llama a la prudencia.

Todas las mudanzas conceptuales de la desventurada Darias o del disoluto Simón, se justifican porque todas ellas lo han sido mediante “la escucha activa”. Qué cosa es, eso nadie lo sabe, aunque supongo que será alguna facecia destinada a escurrir el bulto.

Hay que recordar que a este ‘toro’ lo sacó a la plaza doña Carolina, cuando muy jacarandosa, afirmaba que las absurdas medidas sanitarias destinadas a fastidiar a Madrid habían sido tomadas después de una “escucha activa” a las Comunidades Autónomas, eso fue el 9 de junio, después vinieron los picadores de los Tribunales de Justicia y la desventurada Darias, otra vez, reculó. ¡Parece todo tan lejano e infantil! Hoy estamos a 4 de julio.

10) Ayusofobia

Es una extraña enfermedad que se extiende por todo el solar patrio desde el 4 de mayo próximo pasado.

En esencia, el origen de esta entidad nosológica deriva del incontestable triunfo de la señora Ayuso en las elecciones regionales adelantadas de Madrid, en las cuales barrió a los adversarios y enemigos, internos, externos y medio mediopensionistas.

Quiero decir que el sarpullido fue generalizado y afecto al orate Casado, al difunto (políticamente hablando) señor Gabilondo, a don Pablo Iglesias, a don Pio García Escudero, a doña Inés Arrimadas, en fin, a toda esa buena gente.

Lo que sucede es que la enfermedad ha producido anticuerpos muy recios y ahi vemos a doña Isabel tan pimpante y es ovacionada por las calles, en los restoranes, en las Ventas, y en toda tierra de garbanzos.

La ayusofobia irá menguando, como irán menguando también la estatura política de los orates, ya sean internos, externos y mediopensionistas, a muchos de los cuales vi la noche de aquel día encaramados al pretil de un balcón de triste recordación.

P.D. Como veo el patio de los partidos políticos con mucho movimiento y con las mesnadas alteradas, aquí doy una ristra de otros, por mi inventados, por si en ellos encuentran refugio la amplia grey de los desencantados:

Liga Turdetana.

Frente Nazarida.

Haz de Arevacos.

Acción Bargusia.

Mancomunidad de Centro.

Confederación de Vándalos.

Unión Ostrogoda.

Alianza Vetona.

Unidad Almohade.

Reforma Vardula.

Germanías de Gitanos del Sudoeste.

Cantonales de Cádiz y Cartagena.

Derecha Visigótica.

Como verán los curiosos lectores, estoy de todo esto hasta los mismísimos.

Que no le falte agua al elefante.