Diccionario para una pandemia. Tomo IV-V

Queridísimos: Con esta entrega, finaliza el tomo IV de este diccionario, como veréis, se siguen introduciendo todas las "novedades" que acaecen en estos tiempos terribles de tribulación.

Los tiempos son malos; las pruebas de ello son los fenómenos naturales y de todo tipo que acontecen en nuestra patria, nevadas "históricas", meteroides que se desintegran por estos páramos y explosiones que suceden en la Villa y Corte, aumentando con ello la confusión y el caos, así como el desgraciado ciclo vital que sufre la desventurada ciudad de Madrid.

Para colmo, lluvias y vientos flagelan la península toda, las cosechas vienen mal, el vírico invasor campea a sus anchas y el carajal formado entres las taifas autonómicas, todas ellas con bandera, banda y música, a la hora de combatir al vírico invasor, es notable.

Para colmo, al fondo, continúan arrastrando sus fantasmas Illa (el de las mascarillas) y el fementido Simón.

No sé qué gafe sotanoide ronda entre nosotros, pero siempre he sido de la opinión de que a los muertos hay que dejarlos descansar, que luego pasa lo que pasa.

Vayamos al tajo,

24) Indiferente al derecho

Este singular concepto jurídico me lo facilita mi dilecto don Manuel Felipe, extraído de una entrevista de Iglesias, notorio comunista que detenta la Vicepresidencia segunda de la tribu gobernante.

No quito ni una coma de lo que me dice don Manuel Felipe: "curioso eufemismo referido al comportamiento del fugado Puigdemont, o sea que, malversar fondos, soliviantar a las masas, incitar a la rebelión, salir "escopeteao" en el maletero de un coche rumbo a Bruselas y vivir allí como un marqués, es simplemente un comportamiento "indiferente al derecho".

No me negarán ustedes que no es gracioso, Don Manuel Felipe tiene más razón que un santo.

25) Alergia severa al pico y a la pala

Don Manuel Felipe nos avisa de nuevo: "es una enfermedad de este siglo caracterizada por el espanto que les produce el trabajar a la serie de nuevos caraduras que tienen como factor común la alergia mencionada.

Los que la padecen, viven del "noble arte" de pedir subvenciones y de pedir asimismo, dinero y dar sablazos por la misma cara.

Destacan por su singular peligro los "assistant shopper", que al cambio son los mandaderos de toda la vida de Dios, si bien estos tenían más vergüenza y decoro, porque eran personas serias y formales y no unos chuflas como los "assistant shopper".

26) "influencers"

Coincido con mi dilecto amigo que esta variante de "trabajo" que practican los ya mencionados alérgicos no es otra cosa que la denominada "creación de opinión”, ejercida por unos caras cuyo mayor mérito es su invencible tendencia a la mamandurria y a la holganza.

Yo les aplicaba sin demora la Ley de vagos y maleantes, desgraciadamente sin aplicación.

Me apresuro a decir que esta Ley se aprobó el 4 de agosto de 1933 por las Cortes de la II República, y que tenía como objeto el tratamiento de "vagabundos, nómadas, proxenetas y otros comportamientos antisociales", así como el de los mendigos y rufianes sin oficio conocido "(sic).

La ley lleva las firmas de don Niceto Alcalá-Zamora y Torres presidente, de la Republica y del presidente del consejo de ministros don Manuel Azaña Díaz.

Aún no se habían celebrado las elecciones de noviembre de dicho año en las que triunfaron "las derechas", digo esto para general conocimiento.

27) Tont Twitter

Una vuelta por la red de Twitter hace que haya descubierto un nuevo tipo de tonto que incorporo inmediatamente a mi relación.

Este tipo de tonto se dedica a llenar la mencionada red con todo tipo de ocurrencias, facecias y tonterías, originando réplicas y contrarréplicas de nuevos tontos o "aficionados", con el consiguiente galimatías mental de todo el que se asome.

Para colmo, el tont- Twitter hace lo que en el argot de la red se llama "hilo", con lo cual las tonterías del tonto, alcanza dimensiones universales.

28) Filomena

Poco agraciado nombre con el que se conoce la penúltima borrasca sufrida, la agresividad de la tormenta ha sido grande y los fenómenos que le acompañaban desconocidos por su intensidad, productoras de caos.

Ha habido comentarios en determinados círculos feministas referidos al por qué los nombres de borrascas llevan nombre femenino.

Quiero indicarles con el mayor respeto que la actual borrasca lluviosa recibe el nombre de Gaetán, nombre indudablemente masculino, y que la elección del nombre es competencia de los servicios oficiales meteorológicos de España, Portugal y Francia. Los tres países, a finales del año pasado marcaron el listado de las nomenclaturas para las borrascas, que respetan el orden alfabético, alternando nombres femeninos y masculinos. No sé si habrá quedado claro.

Que no le falte agua al elefante.

PD: La mencionada ley de vagos y maleantes contemplaba además para su aplicación, a:

Los vagos habituales y proxenetas. Los rufianes. Los mendigos habituales. Los que exploten juegos prohibidos. Los ebrios y toxicómanos habituales. Los que suministren vinos y bebidas espirituosas a menores de catorce años. Los que ocultasen su verdadero nombre. Los extranjeros que quebrantaran una orden de expulsión del territorio nacional. Los que mostraran inclinación al delito.

(Gaceta de Madrid, número 217,5 de agosto de 1933, págs.. 874-877).

Ahí quedó.