Ya os advertí, queridísimos, que la nueva ola pandémica y los comportamientos erráticos del gobierno prófugo y de la afición, traerían una invasión de conceptos y de nuevas expresiones, que eran muy convenientes incluirlas en el diccionario que empecé en los albores de la pandemia.
Con estas que incluyo y comento ahora, empieza el segundo tomo, en semanas sucesivas seguiremos contemplando nuevos neologismos y simplezas que han surgido en estos tiempos de tribulación. Vamos a ello:
1) Resiliencia
Atroz palabra que es inexcusable introducir en cualquier charla o sermón impartido por Simón, por Illa (el de las mascarillas) o por cualquier sabio oficial encargado de hacernos la vida cuesta arriba, como si fueran los toros de Guardiola o del cura de Valverde.
En vez de resistencia, palabra de honda raíces carpetovetónicas, esta resiliencia la utilizan los ‘pijoprogres’ para indicar compensación, protección o desafío ante situaciones adversas.
Lo que pasa que de tanta evolución y cursilería, lo que quiere decir es que la afición cante sin parar canciones del tipo ‘Resistiré’ o cualquier otra heroica arenga cantada y compuesta por los ciudadanos Toro Montoro y don Manuel de la Calva e interpretada bien por el denominado ‘Dúo Dinámico’, del que el mentado señor de la Calva forma parte, o por cualquier otro conjunto dedicado a la música culta o al ‘bel canto’.
También la horrible palabra deja entrever la sombría perspectiva de un nuevo confinamiento, con el agravante de que esto ha sido desmentido por el motero Simón.
Naturalmente indica también el aplauso de las ocho de la tarde, absurda costumbre que al principio era muy bien acogida por las ingenua afición ,pero que ya no cuela.
De cualquier forma me pongo en lo peor.
2) Cogobernanza
Ya dejamos, queridos alumnos, algún rastro de tal palabra de moda en la lección anterior.
Según los paladines de la ‘nueva anormalidad’, no es otra cosa que endilgar la papeleta de lidiar con el COVID-19 a las inútiles y carísimas ‘comunidades autónomas’, mientras el gobierno, con menos fondos que una lata de anchoas, desaparece tras las bambalinas del teatrillo...
Como ardid no está mal, si no fuera porque tal engendro está dejando más damnificados que una de las bombas que acostumbraban mandar arrojar los señores Roosvelt , Truman, Clinton, Bush(padre e hijo), antes de que viniera Tramp, que de momento, no ha ordenado arrojar ninguna.
3) Bomba Vírica y Atómica
Ya que os he traído algo de bombas, os ruego que meditéis sobre esta mortífera arma descubierta por el eminente físico nuclear, señor García Page. Esta eminencia, en los ratos libres que les deja sus sesudos estudios sobre la materia cuántica y las armas de destrucción masiva, los dedica a ejercer de presidente de Castilla La Mancha (que no tiene la culpa de nada).
Según don Emiliano, este sinigual invento proviene de Madrid y de la costumbre que tienen los habitantes de esta región de ir de visita a Horcajo de los Montes, Chinchilla de Montearagón, Nerpio, Alatoz, Abengibre y otras grande urbes del predio que mal gestiona don Emiliano.
Además de la contradicción terminológica de ‘bomba vírica atómica’ y de la perra que tiene don Emiliano con Madrid, no digo nada, ¿qué voy a decir?
4) Resignificación
Este término se lo debo a don Carlos Navarro Antolín, acerado periodista sevillano.
Con don Carlos coincido muchas mañanas de Jueves Santo en el atrio de la iglesia de San Antonio Abad, después de gozar de las imágenes de la ‘madre y maestra’ de las Hermandades.
Me hizo notar don Carlos el peligro de este vocablo, en efecto, cuando el gobierno quiere acabar con algo o modificarlo de forma sustancial, dice que hay que "resignificar".
Es como ocurre con los precios, que nunca suben sino que se actualizan las tarifas, es lo mismo, pero no es igual.
Esto de resignificar es lo que me hace ser fuerte en mis sentimientos jacobinos.
Los denominados gobiernos autonómicos acabarán volviéndonos locos, que si un máximo de 300 para una boda, luego que si 100, más tarde lo dejan en 30...
Es la hora que se imponga la cordura con esto de la resignificación de la pandemia o de las bodas.
Noto con horror que casi todas celebran el convite en un cortijo, en una casa palacio, en la cuadra acondicionada de cualquier casa de labriegos o cualquier inmueble similar.
Naturalmente, para llegar a ellos, te dan un plano en el que indefectiblemente aparece una gasolinera en un cruce en el que invariablemente te pierdes....
Ahí deberían perderse Simón, Illa (el de las mascarillas) y el anunciado Comité de sabios.
Si son incapaces de ‘resignificar’ el control de la pandemia, que al menos lo hagan con el primer autobús de regreso de los bodorrios, más que nada porque es el que menos borrachos suele transportar.
5) Madrid
Por increíble que parezca la capital del Reino de España ( del ‘estao’, según la conocida lexicógrafa señora Montero), figura entre las palabras introducidas ,en estos tiempos de espanto y tribulación.
Siempre es para mal, Don Emiliano, el afamado físico nuclear, le atribuye un poder deletéreo sin límites o el inexistente ‘comité de expertos’, le niega el pase de fase, bien Sánchez se queja de lo mal que funciona todo allí, o el señor López Miras da orden de busca y captura para los habitantes de aquella región a los que culpa de demoníacos poderes.
Digo enseguida que este señor, López Mira, de la vida es el baranda principal de la Región de Murcia, sé que es ociosa la aclaración, pero por si acaso.
Como yo voy siempre contracorriente, no me importa hacer público mis simpatías por Madrid, sobre todo ahora que los jenizaros de la ‘nueva anormalidad’, intentan asaetearla.
Lo comunico a los efectos que procedan.
Creo que el tiempo apremia , la semana próxima seguiremos con la meditación de las nuevas ocurrencias.
Que no le falte el agua al elefante.