El diputado del PP por Melilla, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, hace balance sobre la legislatura que termina este año y en la que él ha representado nuestra ciudad en las Cortes. En esta entrevista con El Faro aborda, además, su responsabilidad como vicepresidente de la Asamblea parlamentaria de la OTAN y su reciente nombramiento como presidente del Grupo Mediterráneo y de Oriente Medio en esta institución internacional. También ha tocado el tema de las relaciones hispano-marroquíes; de su futuro político y de su deseo, como ciudadano español, de que el rey emérito Don Juan Carlos regrese a España.
¿Qué balance hace del año 2022 como diputado en el Congreso por Melilla?
Desde la perspectiva personal, hago un balance positivo pues las experiencias que he tenido la oportunidad de vivir me han resultado enormemente enriquecedoras y me han brindado la oportunidad de trabajar por los melillenses en distintas áreas con lo mejor de mis capacidades y disposiciones.
Desde el punto de vista de los resultados obtenidos, el balance no es tan positivo, dado que ninguna de las propuestas que he formulado en representación del Grupo Parlamentario Popular, especialmente en el ámbito de los Presupuestos Generales del Estado para este año, han tenido la más mínima acogida por parte del Gobierno.
He tenido la percepción de que todo lo que procediese del Grupo Parlamentario Popular era sistemáticamente rechazado por el Gobierno y eso deja una imagen muy negativa sobre la salud de nuestra democracia y nuestro Estado de Derecho.
Estamos en el último año de la legislatura. ¿Qué sabor de boca le deja esta experiencia en el Congreso? ¿Le gustaría repetir como candidato a las Cortes? ¿Por qué?
En mi condición de servidor público durante la mayor parte de mi vida (ya acumulo 48 años de servicio continuado a los españoles), la experiencia del Congreso me deja el sabor de haber disfrutado de la oportunidad de poder seguir trabajando por el interés general de los españoles, después de haber alcanzado la edad de retiro en mi actividad profesional previa, en el seno de las Fuerzas Armadas, durante 44 años consecutivos.
Desde ese punto de vista, no puedo hacer otra cosa más que agradecer al Partido Popular que me haya concedido esta oportunidad y me encantaría poder seguir haciéndolo, porque me encuentro en condiciones de hacerlo, pero, obviamente, no depende de mí. Corresponde a los órganos del partido identificar quién puede hacerlo mejor y la elección que finalmente realicen será, sin duda alguna, la más conveniente.
El Gobierno se fue por las ramas al contestar a su pregunta sobre el acoso marroquí a los barcos españoles, pero al cierre del año se mantiene estable la matriculación de embarcaciones en el conjunto del país, aunque en Melilla se registra una caída de casi el 40% en un año en el que se bajó del 7% al 0,5% el impuesto a la importación de barcos de recreo en la ciudad. Se llegó a decir que somos el puerto más barato del Mediterráneo. ¿Qué lectura hace de estos datos? En su opinión, ¿qué se puede hacer para revertir estos números?
La lectura que hago es que, lamentablemente, los melillenses, en general, experimentan una inseguridad jurídica a la hora de contemplar su futuro, que perciben excesivamente supeditado a la voluntad, en no pocas ocasiones caprichosa, de nuestros vecinos marroquíes, que parecen mantenerse dispuestos a hacer difíciles las cosas para la supervivencia social, política, económica y comercial de nuestra ciudad, no observando, en términos generales un comportamiento correspondiente a nuestra buena disposición de convivencia en un ámbito de amistad y buena vecindad, como el que tenemos suscrito con ellos.
¿Cómo vive en el Congreso el clima de confrontación? ¿Qué podemos hacer los ciudadanos para evitar el deterioro de las instituciones del que habló el Rey en su mensaje de Navidad?
Lo vivo con muchísimo desasosiego porque me parece que es enormemente irresponsable. Creo que existe una falta de respeto considerable a todas nuestras instituciones, comenzando por el propio Congreso y siguiendo por la práctica totalidad de las instituciones de nuestra nación que nos debería hacer reflexionar.
Me parece que desde el punto de vista de los ciudadanos deberíamos de analizar nuestra historia reciente y experimentar el legítimo orgullo de lo que recibimos como legado de nuestros padres, tras un largo período de desencuentros entre españoles que nunca deberían volver a formar parte de nuestras vidas, ni, mucho menos, de las de nuestros hijos y en mi caso ya, de las de nuestros nietos.
Esa es nuestra responsabilidad. Deberíamos de tomarnos más en serio a nosotros mismos y adquirir conciencia de las graves consecuencias que la falta de aceptación, o, ni siquiera de consideración, de los puntos de vista de los demás pueden traer a nuestra convivencia. La convivencia que con tanto esfuerzo y trabajo han conseguido tejer las generaciones precedentes para nosotros.
En noviembre pasado usted fue nombrado presidente del Grupo Mediterráneo y Oriente Medio en la Asamblea Parlamentaria de la OTAN. A veces a los ciudadanos estos órganos de Defensa nos quedan un poco lejos. ¿Para qué sirve este órgano y qué decisiones de peso ha tomado?
La Asamblea Parlamentaria de la OTAN, de cuya representación española ostento la vicepresidencia, es un foro parlamentario que congrega a representantes parlamentarios (diputados y senadores) de los 30 países de la Alianza Atlántica en número proporcional a sus respectivas poblaciones.
España cuenta con 12 representantes. Durante el presente año, la cumbre de jefes de Estado de la OTAN del mes de junio en Madrid y la guerra en Ucrania han ocupado el trabajo fundamental de la Asamblea. Se han formulado propuestas de los parlamentarios a sus respectivos gobiernos para la formulación del Nuevo Concepto Estratégico de la OTAN y se han propuesto, igualmente, a los gobiernos tomas de posición de los parlamentarios (los representantes de la ciudadanía) sobre la postura a adoptar frente a la Rusia de Putin en lo concerniente a su ilegal y brutal invasión de un país soberano como es Ucrania.
En realidad, no es muy diferente a lo que se produce en los parlamentos nacionales. Los parlamentarios, como representantes de los ciudadanos, formulan propuestas a los gobernantes y estos las tienen en consideración, porque, al fin y al cabo, proceden de los representantes de las sociedades a cuyo servicio gobiernan.
En lo que concierne al Grupo Especial para el Mediterráneo y Oriente Medio, del que fui nombrado presidente a comienzos del mes de noviembre, se ha elaborado un documento sobre flujos migratorios en el norte de África en el que se han reflejado los acontecimientos registrados en Melilla el pasado mes de junio y se han propuesto actuaciones comunes de los países de la OTAN coordinados, en esta materia, con la política migratoria de la Unión Europea.
Durante el año que acaba de comenzar trabajaremos sobre un análisis de la situación en Irán y su influencia en la estabilidad de la región de Oriente Medio.
Los Presupuestos Generales del Estado de 2023 ya se han aprobado y no sabemos cómo ha quedado Melilla en esas cuentas. ¿Sabe si han sido incluidas las partidas recogidas en el Plan Estratégico Integral para Melilla? ¿Cómo valora esos presupuestos para nuestra ciudad?
La valoración en su conjunto es negativa, pues no ha habido variaciones significativas con respecto a los años precedentes, aunque, en principio se ha incluido en el Ministerio de Política Territorial una partida destinada al denominado Plan Estratégico Integral, que, como es sabido, se prorroga por cuatro años (2023-2026) con una asignación de 356 millones de euros, pero divididos entre los Presupuestos nacionales y los Fondos del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, sin que, de momento, haya una visión concreta sobre los proyectos que se van a promover con dichos recursos.
En resumidas cuentas, un bello enunciado de principios, pero sin la concreción suficiente. Más un ejercicio de propaganda que un plan verificable y concreto. La práctica habitual por parte del Gobierno del Sr. Sánchez.
¿Qué política cree que debe llevar España con Marruecos? ¿Usted es partidario de mirar hacia el Sur o de mirar más hacia Europa?
En el mundo global en el que vivimos creo que hay que mirar en todas direcciones, pero nosotros formamos parte de la Unión Europea que es nuestro horizonte formal de progreso y desarrollo. También ocupamos un espacio en el continente africano al que no podemos cerrar los ojos. En resumen, somos de la Unión Europea y geográficamente africanos. Nuestro progreso depende más de la Unión Europea que de nuestros vecinos marroquíes, pero debemos, necesariamente, interactuar con ellos y contemplar por nuestra parte y exigir por la de ellos comportamientos de amistad y buena vecindad.
¿Qué futuro sueña para Melilla? ¿Cómo se consigue?
Pues conocí Melilla en 2008, hace quince años, y desde el primer momento, quedé profundamente impresionado por su bagaje histórico y su vibrante realidad moderna, impregnada de un valor intangible de incalculable valor, como es el de la interculturalidad.
Recientemente, he disfrutado de una conferencia-coloquio impartida en el Congreso de los Diputados por un profesor de cultura árabe e islámica de la Universidad de Sevilla, D. Emilio González Ferrín, igualmente seducido por la identidad intercultural de Melilla y que llevaba por título: “Melilla, un vestigio del pasado, una esperanza del futuro”.
El hilo conductor de la conferencia era la plataforma histórica que ofrece Melilla sobre la cual apoyarse para proyectarse hacia el futuro. En mi opinión ese es el futuro para Melilla. Proyectar hacia el mundo el modelo de convivencia existente en esta ciudad sobre la base de su incuestionable españolidad, españolidad que se identifica con la de una de las naciones con mayor vocación europeísta.
Los melillenses deben sentir orgullo genuino de esta realidad histórica e intercultural de la que forman parte y proyectarse hacia el futuro promoviendo, en el marco de España y de la Unión Europea un modelo de sostenibilidad, social, política, económica y comercial que les permita a ellos y a las generaciones venideras, ser capaces de pervivir en esta ciudad manteniendo estrechas relaciones de amistad y buena vecindad con el país vecino, pero sin verse supeditados a las variables manifestaciones de afecto-aversión, de las que, en ocasiones, nos hacen víctimas.
Para ello, deben acometer proyectos viables de explotación de las muchas fuentes de riqueza de esta ciudad, especialmente en materia cultural e histórica y obtener el respaldo del gobierno central y el comunitario para garantizar el mantenimiento de la viabilidad de dichos proyectos.
¿Qué opina del exilio del Rey emérito?
Me apena notablemente porque me parece tremendamente injusto. El Rey Juan Carlos (a mí, particularmente, no me gusta lo de emérito) no tiene causa alguna pendiente con la justicia y no existe motivo alguno que justifique el que en su 85 cumpleaños se encuentre ausente de la nación por la que tanto ha hecho y a la que ha entregado buena parte de su vida.
Respeto, sin reserva alguna, los asuntos internos de la familia real, pero como ciudadano español me gustaría, simplemente, que Don Juan Carlos estuviera entre nosotros.
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