En la jornada de ayer se celebró el ‘Día de Melilla’, una festividad en la que todos los comercios y los establecimientos, así como el resto de trabajadores que se encuentren en la ciudad, deberían tener de descanso, aunque librar y no trabajar durante una jornada festiva no siempre es lo lógico y lo que se presupone.
Como puede apreciarse en la fotografía, algunos comercios de la ciudad abrieron sus puertas ayer por si algún melillense despistado no hubiese hecho la compra o le faltase algún objeto de necesidad imperante como una bolsa de pañales, ‘potitos’ u otra cosa.