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AEGC pide más guardias civiles para vigilar el puerto en lugar de más vallas
La normalidad de una mañana en el puerto supone que los agentes de la Guardia Civil que vigilan la zona de seguridad tengan que estar continuamente alerta para evitar que jóvenes magrebíes traten de introducirse clandestinamente en alguno de los barcos que zarpan hacia la península. Para colarse como polizones en los buques, asumen grandes riesgos y en más de una ocasión ha habido un resultado de muerte como consecuencia de los peligros a los que se exponen ocultándose en los bajos de un camión o en cualquier otro habitáculo en el que apenas disponen de espacio para moverse.
Según fuentes consultadas por El Faro, en la mañana de ayer, los efectivos de la Benemérita detectaron a 40 polizones intentando colarse en la zona de seguridad.
Desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) manifestaron a este periódico que las medidas antiintrusión que se están instalando en el puerto no están dando resultado y proclamaron que, en lugar de instalar vallas más altas o concertinas, lo que se necesita para evitar las entradas irregulares en el recinto portuario son más efectivos del Instituto Armado.
AEGC considera que las concertinas no van a disuadir a los aspirantes a polizones de conseguir su objetivo. Según explican, los jóvenes y menores que escalen las vallas, al alcanzar la parte alambrada pueden colocar alguna prenda (una manta, una chaqueta o algo similar) que les permita rebasar el obstáculo sin cortarse.
De esta forma, concluye que sólo los refuerzos en vigilancia pueden reducir los accesos de personas no autorizadas a la zona de seguridad.
No es nuevo que una asociación de la Guardia Civil o un sindicato policial reclamen más personal en Melilla. Tampoco es nuevo que el Gobierno central esté desoyendo sus peticiones. Y mientras tanto, los problemas para controlar la seguridad en el puerto continúan pese al sistema antiintrusión.