Sí queridos/as lectores/as de nuestro Faro de Melilla, en tres días, un año más llega este 1 de noviembre festivo, si se me permite, lo digo de forma sarcástica “menuda festividad” “celebrar dicho día. Quizás la palabra más adecuada sea recordar, en mi opinión y todos tenemos o hemos tenido familiares, amigos y vecinos que han ido dejando este mundo tan cruel y como se suele decir también… “Que se pasó a mejor vida”, aunque todos opinamos que cuanto más tarde nos llegue mucho mejor.
En mi caso personal, hace muy poco, el día 19 de este mes (octubre) fallecía en la capital malagueña otro gran melillense mi querido y buen hermano Rafael (por Rafa más conocido), un año hizo en esa triste fecha pero, recordándolo a diario, fue una gran persona con infinidad de amigos que dejó en Melilla y luego en Málaga, pero esa cruel enfermedad tan conocida acabó con su vida, como acabó con las de mis queridos padres hace ya 48 años, en 1975. Carmen y Antonio, ella de Melilla y él nativo del bonito pueblo de la Axarquía llamado Cómpeta en la Sierra Almijara, ambos fallecieron a finales de ese año con mes y medio de diferencia.
Sí amigos y amigas, los recordaremos en esa fecha, como dada uno de vosotros recodará a los suyos, unos en el Campo Santo, otros incinerados. Todos fueron e iremos al mismo sitio, a la nada o a la inexistencia, me da a mí que no existe otra vida por mucho que lo deseemos y se diga vulgarmente… “Desde el cielo velarán por todos nosotros”, ojalá fuese cierto, como cierto es que, por lo menos, a muchos de ellos los vemos de vez en cuando en nuestros sueños nocturnos. No obstante, a pesar de que cada noche al acostarme pienso en ellos y pido soñar con ellos, caso curioso, lo hago más con conocidos y amigos que nos dejaron o siguen existiendo, cosa esta que también me alegra y me da coraje despertar de esos sueños.
Ayer mismo mediante Wasap (yo lo escribo así) una excelente amiga melillense, a la que quiero como una hermana desde nuestra niñez en Calle F (Río Segura ahora) del Monte María Cristina, que espero no se me enfade si menciono su nombre (Lola Font, para mí siempre ha sido Mari Loli), me envió una foto de su pequeña perrita fallecida días atrás Pepa Pink de nombre, que se lo puso su nieto recordando esos dibujos animados. Me dice que está muy triste por ese motivo, era su fiel compañera y la seguía a donde fuese de la casa, está llorando mucho y dolores de cabeza incluidos, y es que esas criaturas de Dios también, se quieren mucho y quizás no tanto como el cariño que ellos nos dan a nosotros. Recuerdo además, al nuestro de nombre Woody, y lo mal que nos sentíamos cuando abandonamos el local del veterinario donde se quedó fallecido por infarto, regreso a casa muy doloroso con su correa en la mano, echábamos mucho de menos sus saltitos cuando entrábamos en casa, 10 años ya desde aquella dolorosa pérdida.
Dicho todo lo anterior, no puedo por menos que pedir o exigir, que por favor se acabe tanta crueldad en el mundo, donde los más poderosos masacran, destruyen y acaban con cientos de miles de vidas humanas, viviendas y poblaciones enteras destruidas y muchos fallecidos, criaturas muy inocentes destruidas escuelas, hospitales y viviendas, sean niños, mujeres ancianos o simples trabajadores/as que solo buscan un pan que llevarse y llevar a la boca de los suyos. Muy triste y doloroso tanto lo de Ucrania, algo olvidado últimamente por los crueles aconteceres entre los terroristas de Hamás y el poderoso ejército de Israel con mandatarios criminales, como en el caso de Putín y tantos otros a lo largo de la historia con dirigentes dictadores, incluida España, Alemania, Italia y Chile, cuántas en dictaduras sudamericanas, africanas y asiáticas. Siempre el poderoso arrasando a poblaciones civiles por el mero hecho de que les sale de ahí, de la entrepierna. Malditos desgraciados inhumanos. Como inhumanos son los que desean el mal de tantos migrantes que se juegan la vida en esas pateras inmundas en Altamar y cuando algunos gobiernos (caso de España) los quieren ayudar humanamente, llueven las críticas de esa derecha rancia y franquista de nuestro País, la ultra y la otra, la que se cree más pura y constitucionalista que ninguna y luego seguro que son de “misa casi diaria y golpes en el pecho”.
Nada más, recordemos a todos nuestros seres queridos un año más y no olvidemos a tantos que están muriendo injustamente por tantas guerras, invasiones y/o terrorismo. Pidamos por la paz en el mundo, ¿Tan difícil es vivir en paz y hacer el bien y no la guerra? Para mí y coincidirán muchos, ese Día de Santos Difuntos es cada día y para muestra…..