-
Entre las víctimas, que llegaban engañadas a la ciudad, había menores de edad l El líder era un hombre, también marroquí, de unos 40 años l Se aprovechaban de la necesidad de estas personas
Cuatro personas han sido detenidas y una quinta está imputada en el marco de la operación ‘Heteras’ contra la trata de seres humanos. Se ha decretado el ingreso en prisión de los arrestados. La Guardia Civil ha desarticulado una red dedicada a la explotación sexual y laboral. Entre las víctimas, mujeres marroquíes con pocos recursos, había menores de edad. La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Melilla, aún está abierta y no se descarta la localización de más víctimas. Los arrestos se produjeron tras el registro de dos pisos ubicados en un mismo inmueble. El líder de la red era un varón de unos 40 años y nacionalidad marroquí que se encargaba de supervisar y controlar el precio y el número de servicios que realizaban las mujeres.
Hay que recordar que este periódico ya adelantaba el pasado 3 de diciembre este operativo. Fue el día anterior, el sábado 2 a primera hora de la mañana, cuando la Policía Judicial llegó al edificio de la calle Castelar donde se realizaron los registros. En aquel momento, desde el Instituto Armado apenas trascendieron detalles del operativo, más allá del nombre y del hecho de que se trataba de una red de trata de seres humanos.
La Guardia Civil precisó ayer en una nota de prensa que gracias a estos registros y a las investigaciones llevadas a cabo se ha logrado desmantelar una organización dedicada al tráfico de seres humanos. Los arrestados son tres hombres y una mujer.
Un año de investigación
Los dos pisos registraos se utilizaban como locales de alterne. En ellos, además de los arrestos, se intervinieron tres kilogramos de polen de hachís, diversas dosis de cocaína dispuestas para el consumo, libros de familia expedidos a nombre de terceras personas, un pasaporte español a nombre de un recién nacido, así como dinero en metálico de curso legal español y marroquí, además de documentación y teléfonos móviles.
Las investigaciones se iniciaron a principios del año pasado cuando la Guardia Civil pudo constatar la existencia de una organización que utilziaba a mujeres, alguna de ellas menor de edad, de nacionalidad marroquí, con fines de explotación sexual y laboral. Captaban a mujeres con escasos recursos económicos, que apenas podían hacer frente a la subsistencia de sus familias y tenían pocas posibilidades de acceder a un puesto de trabajo al ser extranjeras y carecer de documentación.
Más víctimas
Una vez introducidas en Melilla mediante engaño, las obligaban a ejercer la prostitución en los dos pisos en los que se produjeron los registros. En las viviendas, la Benemérita descubrió que además de ser la residencia de las víctimas, también se consumía droga y se vendía alcohol y tabaco. No hay datos del número de mujeres que podrían haber sido explotadas por esta red de trata. De hecho, en el comunicado se indica que no se descarta que puedan aparecer más víctimas.
El operativo del pasado 2 de diciembre sorprendió a los vecinos del edificio de la calle Castelar donde se produjeron los registros. Durante más de dos horas los agentes, que aparecieron con perros y tiraron las puertas de las casas abajo, estuvieron dentro de las dos casas en las que se ejercía la prostitución.