El habitáculo donde viaja escondido se había construido en los asientos traseros del turismo. La Policía Nacional detuvo ayer en el puerto de Melilla a dos personas que pretendían embarcar en el buque con destino a Málaga. Se trata del conductor de un coche y de un inmigrante que iba oculto en una habitáculo construido entre el asiento trasero y el maletero del vehículo en el que viajaban.
Según explica en un comunicado de prensa la Jefatura Superior de Policía, los hechos sucedieron durante el control documental de los pasajeros que acceden al buque. Entonces, el conductor de un turismo comenzó a ponerse nervioso y a dar “explicaciones incoherentes” cuando los agentes le preguntaron por un “abultamiento extraño” que percibieron en el asiento trasero.
Esta actitud motivó un reconocimiento más exhaustivo que concluyó con la localización de un inmigrante que se encontraba agazapado en el interior de un habitáculo consistente en una estructura metálica con un corte rectangular de unos 15 centímetros cuadrados en su parte superior. Pese a las condiciones en que iba oculto en inmigrante, en un espacio de tan reducidas dimensiones, los agentes no apreciaron síntomas de asfixia ni daño alguno, por lo que no precisó asistencia médica.
Los detenidos son de nacionalidad marroquí, uno de 27 años y otro de 29. El más joven era el conductor del turismo y posee un permiso de residencia español.
Tanto el conductor como la persona indocumentada fueron detenidos y trasladados a dependencias de la Jefatura Superior de Policía, el primero por un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y el segundo por Infracción de la Ley de Extranjería.