Dunia Al Mansouri se ha convertido en el número dos del partido tras cuatro años como diputada. Su aportación como mujer y su trabajo le han hecho merecedora de este puesto Dunia Al-Mansouri Umpierez es la número dos de la candidatura de Coalición por Melilla (CpM), el principal partido de la oposición en el mandato que ahora acaba. Su aparición en la política activa se produjo en las elecciones pasadas –afiliada al partido desde 1998– , formando parte de la Asamblea. Estos cuatro años le han servido para adquirir experiencia, y sobre todo, para ganarse la confianza de su partido.
Está casada, tiene 32 años y dos hijos y compagina, perfectamente la vida laboral con la familiar y la política.
–¿Qué ha significado para usted ese salto del número cinco que ocupaba en 2007 al número dos actual?
–Tengo que decir que para mí fue una sorpresa, por la oportunidad y la confianza que ha puesto el partido en mí y por la responsabilidad que eso significa, aunque espero estar a la altura. Hay que tener en cuenta el peso que tiene el número dos en la lista. Ante cualquier problema o incidencia que le surja a Aberchán la que tiene que soportar el peso del grupo y todo lo demás sería yo. Ya se demostró el día de la pegada de carteles, que Aberchán estaba en el quirófano y tuve que hacer las primeras entrevistas.
–Estar por delante de históricos del partido como Hassan Mohatar ¿Le da más fuerza o más susto?
–Mi primera reacción cuando se me comunicó la noticia fue de susto y un poco de nerviosismo porque yo decía ‘¿Dios mío ahora yo seré capaz, estaré preparada, estaré a la altura?’, todas esas dudas que te surgen. Pero luego, cuando empecé a ver a mis compañero y todos me mostraron su apoyo y sobre todo Hassan, que ha sido mi padrino se me fue pasando. Gracias a él –Hassan Mohatar– me afilie al partido y ha sido el primero que me ha dado su apoyo, tanto en el mandato anterior como ahora de cara a las elecciones.
–¿Qué ha aprendido de la política en estos cuatro años?
–Primero que hay que ser muy fuerte, que hay que tener un aguante tanto físico como psicológico importante porque te puede producir un desgaste, sobre todo cuando te encuentras en la oposición, que no tienes recursos, que todo son trabas a lo largo del camino.
Cuando entré en el mandato anterior lo hice con mucha ilusión, que la sigo manteniendo, pero una ilusión un poco más inocente que la que tengo ahora. En la anterior yo venía con la inocencia, un poco de utopía de esa de ‘yo vengo aquí, me como el mundo, voy a hacer esto, lo otro’; sin embargo, luego, cuando te encuentras que eso no es tan fácil de llevar a cabo y te encuentras con un gobierno enfrente que no te ayuda tampoco, que no admite ninguna de tus propuestas aunque sean alabadas desde distintos puntos, pues esa ilusión inocente se transforma un poco. Sigue manteniéndose la ilusión, pero te haces más realista, más de que las cosas no son tan fáciles de llevar a cabo como uno quiere.
–¿Qué le ha robado de su vida diaria la entrada en la política de forma tan activa?
–Hombre, sobre todo tiempo, teniendo en cuenta que yo trabajo en una empresa privada a la que le tengo que dedicar muchas horas por el cargo que desempeño, tengo dos hijos, una casa, una familia numerosísima en la que somos seis hermanos. Sobre todo tiempo, aunque lo he dado encantadísima. Al principio me surgían muchas dudas, pero según han pasado los meses y los años, después de todo lo que he vivido, de lo que tengo ganas es de seguir adelante. El tiempo que dedico no me importa, de hecho, suelo quitarme horas de sueño, porque claro, llego a casa tarde, tengo que acostar a los niños...
–¿Compagina bien la vida de político con la familiar?
–Bueno, en principio, en cuanto al ámbito laboral, he tenido la suerte de que mi empresa, teniendo en cuenta que es privada, no me ha puesto ningún tipo de trabas. Soy una persona que cuando me implico con algo voy hasta el final y eso en mi empresa lo saben y no me han puesto trabas para la asistencia a un Pleno, todo lo contrario. En el aspecto familiar, alguna que otra vez mis pequeños si me han dicho “mama tenemos muchas ganas de estar contigo”, pero bueno, se va llevando e intento compaginarlo lo mejor posible.
–¿Qué aporta como mujer a su partido y a la política?
–Es una pregunta complicada porque siempre es más fácil que los demás digan lo que tú haces que decirlo tú misma. Hombre, yo creo que en cuanto al partido, como ejemplo de desmentido de la imagen que intentan inculcar desde algunos sectores de la política de la ciudad de partido integrista. Soy musulmana de religión, pero no creo que para nada sea una persona integrista. Soy una persona muy trabajadora y creo que eso también es algo que he aportado a mi partido, mi labor en cuanto a plenos, comisiones, mociones, interpelaciones, todo el trabajo del grupo del día a día, el comparecer públicamente, el que la gente conozca las líneas programáticas de CpM.
En cuanto a mujer, pues también un poco como ejemplo visible de esa paridad que hay y ha habido en las listas de CpM. El dar la cara por todas estas mujeres que estamos trabajando en el partido. Nuestra presencia es muy activa, ya no solo en primera linea –los diputados que somos lo que la gente conoce–, sino en la segunda, realizando todo el trabajo que hay detrás del partido. Cualquiera que se acerque a la sede puede ver que la presencia de hombres y mujeres está entorno al 40/60. Siempre es mayor de mujeres.
–Casi todos los nombres que aparecen en las listas parecen ser de confesión musulmana. En 2007 había, en los primeros puestos, supuestamente de confesión cristiana como María Jesús Ruiz Luna o Juan Granda ¿Qué responde ante el hecho de que tachen al partido de radicalista?
Primero aclarar que en el caso de María Jesús ha sido una decisión personal, por motivos familiares y laborales. Ha sido una decisión de ella. Sigue siendo de CpM, trabajando con el partido, pero ella decidió estar un poquito más alejada por los conflictos laborales que le suponía.
En cuanto al porqué de las personas que van en la lista, yo creo que estamos en una ciudad española y el requisito para que podamos ir en la lista electoral es que seamos españoles y mayores de edad y no tengamos incompatibilidad; por lo tanto yo creo que no se le debería dar más importancia. Yo he visto otras listas, como por ejemplo Melilla Verde, que tampoco lleva ninguna candidato de origen bereber; PPL, que lleva solo una persona en los últimos puestos; el PSOE, que lleva tan solo dos.
Creo que eso no es lo importante, porque sino estaríamos de nuevo en la división de cristianos y musulmanes.
–Sí, ¿pero ustedes llevan en sus carteles propagandísticos la palabra inshallah?
–Si pero hay que tener en cuenta que inshallah significa ‘Si Dios quiere’, no es nada religioso. Es una palabra que en Melilla mucha gente utiliza sea musulmana o no. Es algo tan bonito como decir ‘si Dios quiere’, ‘que Dios nos ayude’, ‘que sea lo que tenga que ser’ y esas expresiones, sean más o menos religiosas, es algo tan coloquial que yo creo que está en cualquier religión. Creo que el querer darle esa connotación regiliosa es algo interesado por parte de algunos sectores. Hay que tomárselo con la naturalidad que tiene, con la normalidad de que es una lista confeccionada por melillenses para trabajar por los melillenses. Porque sino, estaríamos en lo de siempre: como soy musulmana trabajo sólo para los musulmanes. ¿Una propuesta que haga CpM vamos a diferenciar que sea sólo para los que lleven nombre y apellido musulmán? ¿es qué eso tiene algún sentido?
–¿Tenemos mucho que decir las mujeres en política?
–Muchísimo. Yo creo que sí; no porque sea una feminista acérrima, pero creo que donde hay una mujer las cosas se hacen bien. La forma de trabajar de las mujeres, el orden que instauramos en las organizaciones los hombres no son capaces de hacerlo. Y no se trata de algo sexista, es nuestra fisionomía, va en nosotras, en nuestra forma de ver, y yo creo que las mujeres tenemos muchísimo que aportar y muchísimo que decir.
–¿Ve en un futuro a una mujer presidenta de la Ciudad?
–Por qué no. Yo creo que no tiene porque haber problemas. Yo no se si el electorado melillense podría estar preparado para una mujer presidenta, no por nada, porque estamos tan acostumbrados a que sea hombre el presidente, el cabeza de lista. Pero todo se puede andar. ¿Por qué no? Claro que sí.
–Algunas encuestas les otorgan dos diputados menos respecto a las pasadas elecciones ¿Qué opina?
–No estamos conformes con esas encuesta y además no le hacemos ni caso ni le prestamos la más mínima atención. Sobre todo porque el sondeo está hecho sobre una parte muy pequeña de la población 300 personas, cuando para que un sondeo sea fiable al menos deberían de ser 600. Luego también hay que tener en cuenta que son sondeos que se han hecho vía telefónica, a teléfono fijo y no toda la población tiene. Buena parte del electorado de CpM son personas que no tiene telefonía ni fija ni móvil. Por lo tanto es una encuesta más.
Los sondeos, como mucho, pueden marcar tendencias pero nosotros, para nada, tenemos esas expectativas, sobre todo por la percepción que tenemos en la calle y lo que la gente nos dice. El día 22 de mayo se despejarán las incógnitas e ¡inshallah!, que salga todo como nosotros esperamos.
–¿Cómo está siendo la campaña?
–Horrible, sucia, guarruna. Se están llevando a cabo muy malas prácticas. Nos han arrancado dos carteles y vemos a personales afines y militantes activos del PP las 24 horas del día en las puertas de Correos para interceptar el voto. Estamos viendo a Imbroda escoltado por la Policía Local para hacer su campaña. Estamos viendo a la mujer del presidente, aquí frente a nuestra sede, prometiéndole a una señora que si le traía el voto por correo le arreglarían la casa si ganan las elecciones. Y ante eso te quedas preguntándote ¿qué podemos hacer? O gente que nos dice que lleva el voto a Correos porque “me han dado 50 euros, si me los das tú te doy el voto a ti”. Creo que se está jugando de una forma muy sucia y que se están atacando al electorado de CpM, primero porque saben que son el electorado más necesitado y segundo porque somos el enemigo a batir. Y todo porque si CpM saca una buena representación en la Asamblea saben que podemos pactar con algún partido y entonces les quitamos la mayoría. Están atacándonos por todos lados.
–¿Qué mensaje trasmite CpM al electorado?
–Yo creo que el eslogan que elegimos, que además se hizo de un concurso entre la gente joven, ‘Tu latido nos mueve’, es lo más importante. CpM siempre ha trabajado por los desequilibrios social que tenemos en nuestra ciudad y seguiremos trabajando en esa línea, y si los ciudadanos nos dan su voto vamos a trabajar por todos los melillenses por igual, que no se crean el mensaje de división entre moros y cristianos. Estamos en democracia, somos españoles, somos melillenses ante todo y nosotros vamos a luchar con responsabilidad y con ilusión por todo. Eso es lo importante.
–¿En algún momento se pueden acabar esas ‘diferencias’ que sobre todo hay entre CpM y PP? Y de ser así ¿cómo?
–Hay que tener claro que ideológicamente ambos partidos están muy lejos. Por eso las diferencias siempre existirán. A mí lo que me gustaría es que se acabara el juego sucio. Puede haber diferencias, pero por ejemplo UPyD es un partido prácticamente de nueva aparición, del que también estamos alejados ideológicamente, pero nos llevamos muy bien con ellos. De hecho mantenemos contacto con determinadas cuestiones de ciudad que creemos que son importantes. Lo que debe imperar es el beneficio común de los melillenses, independientemente de que las ideologías sean diferentes o la forma de trabajar, pero el problema es que el enfrentamiento que hay llega a cotas que no deberían llegar. Ya se está entrando en un ámbito personal y creo que hasta ahí no se debería llegar.
Yo he criticado hoy a la mujer del presidente porque está participando activamente en la política, pero nunca hemos hablado de donde vive el presidente o si tiene el coche x o y. Ese es su problema y con su dinero hace lo que quiere. Sin embargo, ellos están entrando en descalificaciones personales.
Respecto al cómo, sobre todo con responsabilidad y un compromiso de que no se puede rebatir, cuando la oposición acusa de despilfarrar dinero público. Nosotros estamos ahí para eso, para fiscalizar lo que se está haciendo con el dinero de los ciudadanos. No se me puede contestar con “es que usted, con esa carita de que no ha roto nunca un plato”, que tiene que ver eso con lo que estoy preguntando. Justificate ante los ciudadanos porque no te estás justificando ante mí cuando yo te lanzo esa acusación política. Te tienes que justificar ante los melillenses.
Eso sería un compromiso de responsabilidad política pero eso es muy complicado porque cualquier acusación o denuncia que pongamos sobre la mesa de gestión política estos señores se lo toman por el lado personal. No quieren solucionarlo.
Luego, claro, nosotros también somos personas y hay veces que terminas hasta la narices y saltas.
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