Despropósito y descalabro del Melilla ante el colista de la liga

• La UD Melilla da un paso atrás en sus pretensiones de disputar el playoff de ascenso al caer de manera justa ante el 'farolillo rojo' del Grupo IV

La UD Melilla desaprovechaba una oportunidad de oro para seguir enganchada a los puestos de playoff al caer de manera justa ante el Lorca Deportiva, último clasificado del Grupo IV que visitaba el Álvarez Claro tras perder la semana pasada en su campo ante El Ejido. El técnico azulino Manolo Herrero advirtió del peligro del equipo lorquino como visitante y su peores augurios se cumplieron. No quería confianzas el técnico iliturgitano, pero al parecer razones de 'peso' le hicieron desconfiar de su once tipo.

Herrero sorprendía a la hora de confeccionar el once inicial. Acostumbrado a pocos o ningún cambio en el mismo salvo por lesión o sanción, el técnico iliturgitano dejaba de entrada en el banquillo a Lolo Garrido, Juanma Espinosa y Yacine Qasmi, y apostaba de inicio por Nando, Toscano y Nacho Aznar a los que la falta de continuidad a la hora de disfrutar de minutos se les pudo notar en exceso.

La primera parte no tuvo mucha historia. El Lorca Deportiva dominó los primeros compases llegando a inquietar el portal melillense en un lanzamiento desde el banderín de córner que Tanis volvía a despejar a saque de esquina para evitar el gol olímpico.

Con el paso del tiempo el equipo azulino se hizo con la posesión de la pelota, aunque el dominio fue infructuoso de cara a portería. Boateng fue el autor del único disparo de los azulinos entre los tres palos en el primer acto. El ghanés golpeó desde la frontal del área sin apuros para el arquero visitante Simón.

Britos, desde su propio campo, intentó sorprender sin resultado a un adelantado Tanis. La réplica la ponía Nacho Aznar al rematar de cabeza un saque de esquina botado por Zelu que fue a parar mansamente a las manos de Simón. Ese fue el bagaje ofensivo de uno y otro equipo por lo que al descanso se llegaba con el empate inicial en el luminoso.

Tras el paso por los vestuarios el guión apenas variaba. La Unión Deportiva daba un paso al frente buscando desnivelar el marcador, pero se encontraba con una acción individual de Chirri por banda derecha, quien tras zafarse de su marcador centraba al segundo palo donde aparecía Argachá para disparar con su pierna mala a las nubes. La jugada arrancaba los primeros silbidos de una grada que demostraba su disconformidad con lo que veía.

La cosa no quedaba ahí, y cuatro minutos más tarde, en el 56, era Juan Arcas el que se marchaba en velocidad por banda izquierda y decidía disparar en lugar de pasar a los compañeros que le acompañaban en el contraataque. La pelota se marchaba a córner tras golpear en un defensor y la jugada clave del partido llegaba tras el saque del mismo. El colegiado muy cerca de la acción castigaba con penalti un agarrón dentro del área de Toscano a un jugador lorquino y Juan Arcas se encargaba de materializar la pena máxima engañando a Tanis, que se lanzaba al lado contrario de la pelota. El 0-1 subía al marcador mientras los decibelios lo hacían en la grada.

El Melilla se mostraba espeso en la zona de creación y sin desborde en las bandas, por lo que Herrero decidía mover ficha dando entrada al canterano Braim en sustitución de un desapercibido Toscano. Poco después el técnico azulino ponía toda la leña en el asador dando entrada a Yacine y Espinosa por Ibarbia y Mahanan. Un delantero y un centrocampista por dos defensas, mientras Nando retrasaba su posición para formar pareja con Odei en el eje central de la zaga.

La UD Melilla encerraba al Lorca en su parcela aunque sin mucha convicción, mientras que los de Mario Simón juntaban más las líneas y se defendían con más orden aún. El técnico lorquino reforzaba la línea de retaguardia dando entrada a Bonaque en sustitución de Javi Saura en una clara propuesta de defender la ventaja.

A pesar de tener más presencia en campo contrario los azulinos no se prodigaban en el disparo a puerta. Braim -un soplo de aire fresco en la banda- era el único capaz de desbordar por fuera y generar algo de incertidumbre. De hecho, a falta de cinco minutos para el final, la pelota golpeaba en la mano de un defensor tras un cabezazo del canterano y la grada y banquillo reclamaban penalti mientras el colegiado granadino Artacho Cobo mandaba seguir la jugada.

Poco después Zelu se anotaba el primer disparo a puerta de los azulinos en la segunda parte, pero su lanzamiento desde la frontal se marchaba fuera muy cerca del travesaño. Casi a renglón seguido era Nacho Aznar el que asistía a Yacine, pero el disparo algo escorado del delantero franco-marroquí se marchaba muy desviado.

Y cuando parecía que la cosa quedaría ahí, llegaba otro mazazo de los visitantes en un contraataque bien llevado por Montero, que tras penetrar en el área centraba raso al segundo palo donde aparecía Britos para empujar la pelota a la red y hacer el 0-2 que llevaba el éxtasis al banquillo lorquino y el desencanto general a la grada. Era el minuto 90. No había tiempo para mucho más, pero Yacine maquillaba el marcador con un perfecto testarazo a la salida de un córner botado por Zelu.

Nada más sacarse de centro el colegiado de este enfrentamiento decretaba la finalización de este encuentro perteneciente al grupo IV de la Segunda División B del fútbol española que se disputó ayer.