Despedida de la Liga con mal sabor

La UD Melilla acabó el campeonato dejando un sabor agridulce tras sumar un solo punto de los últimos nueve disputados.

A poco que el equipo que dirige Fernando Currás hubiera estado más acertado en las tres últimas jornadas, la UD Melilla hubiera estado ayer en el bombo de los playoff. Los resultados acompañaron en el tramo final, pero a la escuadra unionista le pesó la responsabilidad. Ahora queda fijar el inicio de las vacaciones y comenzar a preparar el próximo proyecto.
En principio todo apunta a que el técnico gallego seguirá al frente de la dirección deportiva del conjunto con sede en la Explanada de Camellos, a pesar del interés de otros equipos por hacerse con sus servicios. La buena segunda vuelta realizada por el cuadro unionista no ha pasado desapercibida para algunos clubes que quieren pescar tanto en el banquillo como en el plantel azulino.
Después de un desastroso primer tercio de campeonato en el que los unionistas se acomodaron en la parte baja de la clasificación, llegaba la tan esperada reacción que servía para ir escalando posiciones en la tabla hasta llegar al momento clave de la temporada con posibilidades reales de acabar en puestos de playoff. No fue posible, la UD Melilla a pesar de haber perdido nada más que un partido en el Álvarez Claro dejó escapar demasiados puntos como anfitrión y eso al final le ha pasado factura en un grupo muy igualado en el que el nivel ha sido inferior al de otras temporadas.
Los inicios no fueron buenos, pero hay que reconocer que el equipo de Currás fue creciendo con el paso de las jornadas. Las premisas con las que partió el club que preside Cristóbal Sánchez eran más restrictivas aún que la de las dos temporadas precedentes. De ahí que si en aquellas ocasiones se catalogaban de exitosas, mejor calificación merece aún la que acaba de echar el telón.
Aunque se disponga de uno de los presupuestos más decorosos del grupo, no es fácil pelear por grandes metas con una plantilla formada en su mayoría con gente de la casa y el Melilla lo ha intentado casi hasta el final. Queda ahora hacer una valoración pausada de lo sucedido y tomar nota para el futuro.

Ciudad Autónoma
Está claro que las directrices marcadas por la Ciudad Autónoma ha favorecido el hecho de que jugadores que solo habían visto de lejos la Segunda B, se hayan consagrado como futbolistas muy válidos para la causa. El ejemplo de Sufian y Manolo es el primero que viene a la mente de cualquier aficionado, pero se ha echado en falta un mayor protagonismo de la gente joven.
Braim, relegado al ostracismo a lo largo de toda la temporada, cumplió a la perfección el pasado domingo en el Ciudad de Lepe donde se estrenó como goleador azulino. Borja López hizo lo propio en el tramo inicial liguero anotando ante el todopoderoso Cádiz CF, y Koeman aportó su calidad y su olfato anotador ante el Linense. Son tres valores de la cantera melillense que han demostrado su valía a pesar de la falta de continuidad, y de los que se espera que den tardes de gloria al fútbol melillense. Ahí queda eso.