Policías nacionales y locales derribaron a primera hora de la mañana las infraviviendas
Adiós a las chabolas que había en los alrededores del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Ayer por la mañana, en concreto a las 8:00 horas, agentes de la Policía Nacional y de la Local se personaron en el pequeño poblado de infraviviendas que había en el cauce del río para desmantelarlo. Asimismo, se eliminaron las que había frente al CETI, al otro lado de la carretera. No fue necesario desalojarlas porque a esa hora se encontraban vacías, según informó la Delegación del Gobierno. Tras la destrucción de las chabolas, una pala excavadora y un camión de la Ciudad Autónoma se llevaron los restos para dejar la zona despejada. La operación duró alrededor de dos horas y en ella participaron 16 efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR).
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, informó a las 9:15 horas de que se había procedido a la eliminación de estas chabolas y afirmó que era una intervención prevista desde hace tiempo. En este sentido, apuntó que no se actuó antes porque era necesaria la participación de los Servicios Operativos de la Ciudad Autónoma, que durante toda la semana pasada estuvieron ocupados en la retirada de materiales del Real de la Feria. “En cuanto hemos dispuesto de los recursos necesarios, hemos procedido”, apuntó.
Asimismo, recalcó que continúa manteniéndose en la misma idea que hace dos años: No permitir la proliferación de estos asentamientos. En este sentido, subrayó que los inmigrantes disponen de unas instalaciones en las que reciben atención sanitaria, alimento y cama. “Todos estamos convencidos de que queremos lo mejor para estas personas. Se hace un gran esfuerzo para llevar a la península a un gran número de inmigrantes y mejorar las condiciones del CETI”, señaló.
En la misma línea, recalcó que no se podía tolerar que proliferara la venta de alcohol o de otras sustancias en los alrededores de estas instalaciones. Hay que reseñar que los inmigrantes habían creado una suerte de bar en el cauce del río donde se podía adquirir alcohol. La Delegación del Gobierno confirmó a El Faro hace escasos días que se consumían bebidas etílicas dentro del CETI de manera ilegal. “Todos los ciudadanos, extranjeros o nacionales, estamos sujetos a una serie de obligaciones”, reseñó El Barkani.
Un poblado en expansión
Hay que recordar que la cifra de chabolas se había incrementado en los alrededores del centro durante los meses de julio y agosto. Desde el puente que conecta la carretera de Circunvalación con la de Farhana se podía apreciar que había un par de infraviviendas construidas con maderas y telas, aunque ocultas entre la espesura de la vegetación del río había más. Algunos inmigrantes incluso habían elevado las chabolas unos centímetros del suelo con soportes para aislarlas del calor que desprendía el suelo por el sol. Se trataba de una imagen que recordaba a la del Cerro de la Palma Santa, donde se construyó un auténtico poblado de subsaharianos que fue desmantelado en mayo del 2012.
Hay que tener en cuenta que el pasado mes de mayo, cuando el CETI llegó a albergar a unas 2.400 personas, comenzaron a surgir por los alrededores diversos asentamientos, sobre todo de inmigrantes de origen sirio, que para pasar el día fuera del centro optaban por tender mantas y esteras justo en la acera de enfrente. En muchas ocasiones aprovechaban el vallado del campo del golf para instalar pequeños toldos con los que protegerse del viento y el sol. En honor a la verdad, estas rudimentarias localizaciones ni siquiera podían catalogarse como chabolas, pues carecían de paredes y techo consistentes, como las que había antaño en Palma Santa, construidas con palés de madera e impermeabilizadas con plásticos industriales de embalar. Tras la actuación de ayer, tanto los asentamientos que había frente al centro como los del cauce del río han sido completamente eliminados.