Los camioneros de Nador claman por la presencia de menores no acompañados que intentan sortear los puntos de control hasta llegar a España, en este caso a través de la cercana ciudad de Melilla. En un puesto de control de estos vehículos, la presión migratoria que provoca la presencia de estos críos está igualmente presente, como ocurre en las ciudades autónomas.
En un vídeo publicado hace escasos días a través de las redes sociales de un medio de comunicación local, son varios los conductores que, dirigiéndose a cámara, claman por las complicadas situaciones que deben soportar.
Entre gritos de desesperación, los conductores marroquíes dejan una escena similar a la habitual en la zona portuaria de Ceuta u otros entornos fronterizos de las ciudades autónomas españolas.
“Faltan diez minutos para pasar por el escáner”, exclama uno de ellos, al tiempo que recuerda que las penas en Marruecos para conductores que llevan a polizones en sus vehículos son elevadas, llegando hasta a penas de cárcel.
Uno de estos conductores venía desde Berkan, a 80 kilómetros de Nador, y tras este viaje lamentaba tener que soportar esta escena.
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