Que los distintos integrantes del Gobierno de De Castro están teniendo desigual suerte está muy claro. En realidad, todos los responsables nombrados por Aberchan, ya sean como consejeros o viceconsejeros, lo mismo sucede en el caso del PSOE salvo puntuales excepciones, está muy claro que están pasando desapercibidos para la opinión pública de nuestra ciudad.
Entiendo que un gobierno necesita de un tiempo para el rodaje y más cuando quienes acceden a los distintos puestos nunca han tenido experiencia en la gestión púbica. En definitiva, que todos son novatos. Vuelvo a repetir que no solamente pasan desapercibidos sino que al final lo único que queda para el ciudadano de a pie es que todos los meses, al final de cada mensualidad, cobran su suelo, porque de eso no se olvidan. Y la verdad es que tienen derecho a percibir lo establecido porque para ello desarrollan un trabajo, pero para el melillenses de a pie todo sigue igual porque los problemas que tenían continúan siendo los mismos que cuando gobernaba el Partido Popular.
También poco más de cien días es poco y que la respuesta de un Gobierno a los problemas de una colectividad se ven en unos presupuestos. Las cuentas que está preparando Liarte y que deberán ser, cuando se den a conocer el próximo 11 de noviembre, después de las elecciones, el maná caído del cielo. Dado que aún no han dado a conocer el programa de gobierno que tanto vienen negociando desde el tripartido, se entiende que los diez mandamientos del gobierno de De Castro serán los presupuestos para el próximo año.
El tema de De Castro y Liarte va por otro lado porque ni el uno ni el otro tienen aspiraciones más allá de la presente legislatura en todo caso, salvo sorpresas de última hora, pero no es lo mismo para un partido nacional como es el PSOE o CpM. Tanto uno como otros no tocan gobierno en el Palacio de la Asamblea desde los tiempos de maricastaña porque ya nadie se acuerda. Los socialistas muchos antes y Aberchan cuando fue presidente con el apoyo del extinto Grupo Independiente Liberal de Jesús Gil. Están ambas formaciones políticas ante la oportunidad de demostrar que son una alternativa política al Partido Popular. Imbroda y el PP han estado casi veinte años y de una u otra manera han contado con el apoyo continuado de los melillenses durante muchas elecciones. De todos modos, recordemos que no es que lo hayan perdido en su totalidad porque en 26-M volvieron a ser la primera fuerza política de la ciudad aunque no pudieron gobernar por el acuerdo de las tres formaciones.
CpM y PSOE no se pueden dormir en los laureles si no quieren caerse por el barranco del fracaso. No porque no cuenten con un presupuesto propio tienen que esperar a que dispongan del mismo, porque la situación en la política melillense es tensa. Han formado un gobierno para cuatro años pero ni ellos mismos saben si podrán aguantar todo ese tiempo. A lo mejor sí, pero todo dependerá de determinados acontecimientos. Y ya sabemos que en nuestra ciudad los vientos soplan en una u otra dirección con una facilidad pasmosa.
Vuelvo a repetir que los veo perdidos. No han encontrado la brújula que les señala la buena dirección correcta y en una ciudad con muchos problemas y poco aguante al final termina pasando factura aunque no se quiera.
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