Una familia de nueve miembros, el padre, la madre y sus siete hijos, han sido desahuciados de una vivienda en la calle Padre Lerchundi esta mañana. En plena calle, se podían ver gran parte de los enseres de la familia puestos en fila junto a la pared de la calle y una parte de ellos esperando sentados en uno de los escaparates de una tienda cercana. Además, había varios agentes de la Policía Local que se presentaron y el administrador de la finca.
La madre explicó que ella entró a la casa tras llegar a un acuerdo con el propietario, acuerdo por el que asegura que le dio las llaves y le pagó más de 1.000 euros para ello. En ese momento, la familia fue expulsada del albergue en el que estaban porque se les acabó el tiempo de residencia en este y es por ello que buscaban un alquiler. Añadió que acudieron a Emvismesa pero que solo le ofrecieron viviendas para comprar.
Por el lado contrario, fuentes cercanas al propietario aseguraron que la familia había ocupado la vivienda sin permiso y que hace más de un mes que le notificaron el desahucio. Relató que hubo momentos de tensión cuando acudió esta mañana a la vivienda para desahuciar a la familia y que afortunadamente acudieron varios agentes de la Policía Local.
La abuela de la familia se encontraba en el lugar con sus nietos y su hija. Explicaron que ella solo poesía una casa con dos habitaciones, por lo que no podían vivir allí. Las ventanas y la puerta de la casa están siendo tapiadas en este momento y la familia no sabe qué va a hacer o dónde va a dormir esta noche.
Desde finales del 2019 recibieron la notificación del juzgado iniciando así el proceso de desahucio. La madre señala que no acudieron porque la vista eran el 19 de marzo y les dijeron de no ir dado que justo el país acaba de ser confinado por la pandemia del coronavirus. Con un bebé de dos meses en el carricoche, un infante y dos de sus hijos, madre y abuela siguen esperando en la calle sin saber qué hacer.