Ya lo decíamos en la previa. El Atlético Mancha Real no era el invitado más adecuado para la puesta de largo del River Melilla en su debut en categoría nacional. El equipo jienense, sin hacer un gran partido, demostró el potencial que atesora en su plantilla y pronto se hizo dueño de un encuentro que dominó de principio a fin.
A pesar de la diferencia entre un equipo y otro sobre el sintético de La Espiguera, el River estuvo metido en el partido hasta que encajó el segundo gol al filo de la hora de juego. A raíz de ese momento fue un querer y no poder de los de Paco Valiente, quienes buscaron acortar distancias sin conseguirlo; mientras que los de Juan Arsenal se defendían con orden y contragolpeaban con peligro.
Por lo que se pudo presenciar en la calurosa mañana de ayer, y coincidiendo con las palabras del técnico local al término del choque, la escuadra ribereña tiene mucho que mejorar si no quiere verse a las primeras de cambio en la cola de la clasificación. La temporada es muy larga, y no le vendría mal al representante melillense en la Tercera División, aprovechar los descartes realizados la semana pasada por la UD Melilla para reforzar un plantel al que la falta de experiencia de la mayoría de sus integrantes puede pasar factura.
El partido en sí no fue vistoso para los pocos aficionados que acudieron al feudo federativo a presenciar el estreno liguero del River Melilla. Al margen de los goles y de algunas acciones esporádicas de cierta calidad, sobre todo por parte del equipo visitante, el encuentro fue propio del momento de la temporada en el que nos encontramos. Falto de ritmo y de continuidad en el juego.
Tras unos primeros minutos de tanteo por parte de ambos contendientes, pronto llegaría el primer tanto mancharrealeño. Apenas se había cumplido el primer cuarto de hora cuando el centro delantero Miguel protagonizaba una gran jugada individual dentro del área en la que se deshacía de cuantos defensores le salieron al paso hasta encarar al meta local Fran, quien a punto estuvo de detener el potente disparo del jienense.
Tras encajar el tanto, los ribereños pasaron por unos momentos de desconcierto en los que los visitantes reclamaron un penalti por agarrón dentro del área a Elady, que ni el árbitro ni el asistente concedieron.
Portero
Justo en el ecuador del primer acto, de nuevo meta Fran tuvo que emplearse a fondo para neutralizar en dos tiempos el remate en boca de gol de Miguel, tras cabezazo de Rubén Peces a la salida de un saque de esquina ensayado. Poco después, pasada la media hora de partido, Caballero conectaba un disparo a la media vuelta que se marchaba junto al palo izquierdo del portal norteafricano.
Hubo que esperar hasta el minuto 38 para ver el primer disparo con cierta intención del conjunto local. Hamete veía adelantado al meta visitante Emilio y enganchaba una volea desde unos 30 metros sin encontrar el destino deseado. El River parecía resistirse a marcharse con desventaja al descanso y dos minutos después el colegiado anulaba un tanto al los melillenses a instancias de su asistente, en un lanzamiento de falta desde el flanco derecho botado a pie cambiado por Karink, quien enviaba la pelota al corazón del área y Sergio, en posición de fuera de juego, cabeceaba al fondo de las mallas jienenses.
Tras el paso por los vestuarios la decoración apenas cambió, a pesar de que los melillenses tuvieron más presencia en campo contrario. Así, Bume I conectaba un disparo cruzado que se marchaba fuera por poco, aunque la réplica no tardaría en llegar por mediación de Alberto quien, con todo a su favor, remataba fuera un centro medido de Manolillo desde la línea de fondo.
Los de Juan Arsenal no estaban por la labor de dejar escapar la oportunidad de sumar los tres primeros puntos en la liga y, al filo de la hora de juego, una buena jugada de ataque visitante acababa con el cuero dentro del portal defendido por Fran. Miguel recibía una pelota dentro del área, regateaba al portero albinegro y servía en bandeja para que Álvaro rematara a placer y ampliara diferencias en el marcador.
El 0-2 dejaba el duelo sentenciado, a pesar de que los locales no arrojaron la toalla en ningún momento. Bume I estuvo a punto de aminorar distancias con un disparo que se marchó por encima del travesaño tras ganarle la partida a los dos centrales mancharrealeños.; y un minuto después, en el 61, el arquero visitante Emilio tenía que emplearse a fondo para desviar a córner un lanzamiento de libre directo ejecutaba por Yawi desde el balcón del área.
El River Melilla quería pero no podía ante un rival muy ordenado y expeditivo, que se limitaba a madurar el partido, juntar líneas, y buscar sorprender a la zaga albinegra con rápidos contraataques. Fran, que evitaba un nuevo gol al mandar a saque de esquina un remate de Alberto en el minuto 71, no pudo hacer lo mismo diez minutos después cuando un despeje de puños suyo caía a los pies de Caballero. El medio centro del Atlético Mancha Real veía la portería desguarnecida y conectaba un disparo preciso que suponía el 0-3 definitivo con el que finalizó el partido.
Más goles
Ángel pudo hacer el cuarto, pero de nuevo Fran lo evitaba con una muestra de grandes reflejos al despejar con los pies el disparo a bocajarro del jugador andaluz. El último intento de los de Valiente por conseguir el gol del honor, llegaba por mediación de Braim, pero el disparo del joven futbolista albinegro acaba mansamente en las manos de Emilio.
El colegiado malagueño Juan José Saamaeño Pérez, que pasó desapercibido, señalaba el final de un choque desigual en el que la deportividad primó por encima del buen juego; y en el que el marcador reflejó fielmente la diferencia que hoy por hoy existe entre losdos equipos.