Ayer tuvo lugar en el Parque Forestal de la ciudad un acto solidario para concienciar a la sociedad contra una de las mayores lacras a las que se enfrenta: las agresiones machistas contra las mujeres.
Centenares de personas acudieron a esa zona verde para realizar una caminata que sirvió de símbolo contra la violencia de género. Al final del paseo, autoridades y ciudadanos de a pie plantaron en ese parque una docena de árboles con los que se pretende representar los valores que la sociedad debe fomentar para combatir la violencia machista y todo tipo de conducta contraria a la convivencia.
Esos valores son compromiso, unidad, justicia, seguridad, fortaleza, responsabilidad, igualdad, libertad, solidaridad, confianza, paz y vida. Cada uno de ellos fue plantado por distintas personalidades de la vida política y social melillense, como fue el caso del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda; la viceconsejera de Mujer, Isabel Moreno, y el juez Francisco Ramírez Peinado.
Tras esta iniciativa, es hora de que estos valores empiecen a arraigar con auténtica firmeza en nuestra sociedad. Más teniendo en cuenta que en lo que va del presente año unas 200 mujeres residentes en Melilla han presentado denuncias tras haber sido víctimas de violencia de género.
Así lo indicó a El Faro Teresa Fernández, jefa de la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer de la Delegación del Gobierno. Aunque este año no ha habido ningún asesinato doméstico que lamentar en esta ciudad, la cifra de denuncias es preocupante, puesto que falta más de un mes para terminar el año en curso y ya se ha igualado la cantidad de denuncias presentadas en todo 2014.
Pese al alto número de casos registrados, dentro de lo negativo hay un dato al que sacar una lectura positiva. Como indicó Teresa Fernández, “el primer paso es la denuncia”. Esto significa que si las mujeres afectadas no piden ayuda, no podrán esperar que alguien se la preste.
En Melilla llevamos 200 denuncias por violencia de género este año y ninguna víctima mortal. En el conjunto de España, sin embargo, este 2015 está siendo estremecedor, con 48 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. De ellas, sólo nueve habían presentado una denuncia contra quienes acabaron segándoles la vida.
Por ello, es de vital importancia que cada vez que ocurra un caso, la víctima lo comunique a las autoridades policiales. Sólo así se sentarán las bases para iniciar una persecución implacable contra quienes se creen con derecho sobre la vida de los demás. La impunidad con la que actúan estos agresores empezará a resquebrajarse cuando sepan que la Justicia permanece en guardia.