Vecinos de Melilla denunciaron en la jornada de ayer a El Faro el mal estado en el que se encuentra la Plaza del Mar, situada entre los Juzgados de la ciudad autónoma y el Club Marítimo. Según afirmaron a este periódico los habitantes de la urbanización próxima a esta zona, dicho espacio público se ha deteriorado con el paso del tiempo, hasta el punto de que en la actualidad es “casi imposible” disfrutar de sus instalaciones.
La principal causa de los destrozos que hay en lugar son los ‘botellones’ que suelen realizarse los fines de semana en la zona. Los vecinos afirmaron que estas reuniones de jóvenes suelen comenzar en el Cargadero del Mineral, pero cuando esta zona se llena, se trasladan a la Plaza del Mar.
Además de la suciedad que hay en el suelo y en los bancos, algunos de los cuales “se convierten en auténticos urinarios públicos durante los fines de semana”, muchas de las infraestructuras del lugar han sufrido destrozos, como es el caso del vallado que se separa la plaza de la escollera.
En este sentido, subrayaron que muchos de los hierros que componen esta estructura han sido retorcidos y doblados hacia dentro, constituyendo un elemento “peligroso” para los paseantes, “sobre todo para los niños que corren y juegan por la zona, ya que los varales están justo a la altura de la cabeza de una persona de corta estatura”.
Suciedad desde hace meses
En opinión de los vecinos, estos destrozos “son producto de un acto vandálico” y lamentaron que la plaza presente un aspecto tan deteriorado por este tipo de actitudes. En cuanto a cuándo se produjo este destrozo, apuntaron que lo desconocían, pero aseguraron que la zona “lleva así varios meses”. Así pues, pidieron que se limpie la plaza con mayor asiduidad y se refuerce la seguridad en la zona para evitar “este tipo de gamberradas”.
En lo que respecta al estado de suciedad, señalaron que da “auténtico asco” sentarse en los bancos. “Por la estructura que tienen, los utilizan en muchas ocasiones para orinar”, aseguraron.
En la misma línea, apuntaron que cada fin de semana la plaza amanece con los restos del botellón, al igual que ocurre con la zona del cargadero.
Por otro lado, señalaron que las escolleras, que ofrecen vistas al puerto comercial y a Melilla La Vieja, “están llenas de porquería”, como restos de comida y otros desperdicios.
“Es un auténtica pena, es imposible disfrutar de la plaza en condiciones. Nadie se atrave a sentarse en los bancos y mucho menos a venir con niños, ya que en cualquier momento pueden herirse con los hierros sueltos o acceder a la zona de la escollera, al estar éstos destrozados”, apuntaron.
Así pues, no les quedó más que insistir en que se limpie la plaza más a menudo y se vigile con mayor intensidad para evitar nuevos destrozos.
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