El acusado dijo que no tenían dónde vivir y entraron en la casa de su madre en Melilla. La joven marroquí L.A. acusó a su marido I.E.H. ayer de coaccionarla para abandonar la casa de su suegra en la que vivían de ‘okupas’. La denunciante aseguró ante el juez del Juzgado de lo Penal número dos que el pasado 22 de mayo mantuvo una discusión con su marido por la casa en la que vivían y que incluso hizo ademán de tirarle un DVD, teniendo a la hija de ambos en brazos.
El acusado negó en todo momento los hechos, a preguntas de la Fiscalía, incluso rechazó haber amenazado a su esposa con llamar a la Policía para que le quitaran a la hija al carecer la madre de papeles en regla en España. Aclaró también que la casa en la que vivían es propiedad de su madre y que como no tenían dónde vivir, abrieron la puerta y se metieron dentro. Según la versión de I.E.H., su madre al descubrir que estaban viviendo en su casa en Melilla les exigió que abandonaran la vivienda, lo que supuestamente motivó la pelea entre ambos. De hecho, afirmó que se fue de la casa dos o tres días y al volver, vio que su esposa aún seguía en la vivienda, comenzando así la discusión.
El caso quedó visto para sentencia y será el juez el que dictamine si I.E.H. es culpable de un delito de coacciones leves en el ámbito familiar contemplado en el artículo 172.2 del Código Penal, que establece una pena entre seis meses y un año de prisión.