La propietaria lo niega y alega que iba a denunciar a su inquilina porque no pagaba el alquiler. Una mujer denunció a su casera porque supuestamente le rompió la puerta de la casa en la que vivía de alquiler. La denunciante no acudió al juicio celebrado ayer en el Penal número 2, pero la propietaria del apartamento sí. Ésta afirmó que su inquilina le debía varios meses de alquiler y al no conseguir que saldara la deuda, tomó la decisión de denunciarla. Según declaró, un día la Policía le llamó, acudió a la vivienda y encontró la puerta destrozada, pero aseguró que ella no la había forzado.
Uno de los agentes de la Policía Nacional que acudió al lugar fue el único testigo que declaró ayer en el juicio. Afirmó ante el juez que cuando llegó a la vivienda en la calle Infanta Elena, encontró a dos mujeres discutiendo.
Una de ellas, la denunciante, contó a la agente policial que su casera le había roto la puerta. La agente recalcó en su declaración que efectivamente la puerta había sido forzada.
Según la testigo, la inquilina le había contado que vivía sin contrato de arrendamiento y para presionar a la propietaria para que se lo hiciera dejó sin pagar un mes de alquiler.
La propietaria, acusada de un delito de coacciones y robo con fuerza, rechazó esta versión de los hechos.
La agente de la Policía Nacional declaró que en el interior de la vivienda había varias cajas con ropa de niño y de mujer y de aspecto un poco ‘destartalado’ con cajas de cartón con “cacharros”. Puntualizó que más bien parecía que se estaba preparando una mudanza.
El caso quedó visto para sentencia, después de que el abogado defensor pidiera la absolución para su cliente, propietaria de la vivienda, pues tras el testimonio de la agente policial no se puede probar, en su opinión, que la casera coaccionara a su inquilina y además forzara la puerta de la vivienda de su propiedad, que son los cargos de los que está acusada. Además, el letrado puso de relieve que la propia denunciante no estaba presente en el juicio para ratificar, al menos, su acusación.