Categorías: Tribunales y Justicia

Denuncia a su asesor fiscal por dejarle una deuda de más de 5.000 €

La joven empresaria afirma que cada mes le entregaba el dinero para parar nóminas y Seguridad Social, pero el acusado lo niega.

Una jovencísima empresaria inició un negocio en 2009, pero ha tenido que clausurar abruptamente por confiar, según declaró en el juicio, en un asesor fiscal que le recomendó un amigo suyo. El negocio que emprendió con su hermano y un trabajador más estaba orientado a la reparación de vehículos. “Me iba bien”, aseguró ayer la joven I.M.A. antre el tribunal de la Sección 7º de la Audiencia Provincial de Málaga en Melilla. En el banquillo de los acusados se sentó el asesor fiscal, que hoy día ya no se dedica a esta actividad, J.J.M. al que le reclama la deuda que generó por el impago de salarios y Seguridad Social de dos trabajadores durante el tiempo que la empresa estuvo funcionando. Con recargos de la Tesorería de la Seguridad Social, son más de 5.000 euros los que la empresaria debe y por ello denunció a su asesor, cuatro años después de los hechos. El caso quedó visto para sentencia.
El ex asesor fiscal fue el primero en declarar ante el tribunal para negar todos los hechos. Según su versión, su única misión era la de preparar mensualmente la documentación necesaria para el pago de las nóminas y a la Seguridad Social de los dos trabajadores así como “las trimestrales”, los impuestos de autónomos a Hacienda de la joven empresaria.
El negocio se inició en abril de 2009, pero en noviembre cerró. En esa época la joven tenía 19 años y el acusado aseguró que la empresa era “un desbarajuste de principio a fin”. Negó que él fuera el encargado de efectuar los pagos de la empresa, a pesar de que la propietaria aseguró que le daba en mano todos los meses el dinero necesario para ello metido en un sobre.
Al poco tiempo, a la joven empresaria le llegó una carta en la que la Seguridad Social le reclamaba un dinero que no había pagado en concepto de seguros sociales de los empleados. Le enviaron dos cartas más y el ex asesor declaró que acompañó a la joven a la Tesorería de la Seguridad Social para ayudarle con el papeleo y acogerse al fraccionamiento del pago de la deuda. Declaró que lo hizo “de buena voluntad” a pesar de que ya no le prestaba sus servicios como asesor fiscal. Negó con rotundidad que en algún momento le dijera a su ex cliente que él asumiría la deuda. “¿Cómo voy a pagar yo una deuda que no he generado?”, se preguntó durante su declaración.
El primer testigo en pasar a la sala de vistas fue la propia denunciante, I. M.A., quien explicó que acudió a la oficina del acusado para contratarle como asesor fiscal por recomendación de un amigo. Al no tener conocimientos de contabilidad empresarial dijo que confió en J.J.M. “plenamente” para que le llevara el “papeleo”. Y así fue durante unos meses hasta que comenzaron a llegar las cartas que le reclamaban una cantidad de dinero cada vez mayor, a causa de los recargos por impago.
La denunciante aseguró que cada mes acudía a la oficina de su asesor con el dinero que debía ingresar para el pago de las nóminas y las obligaciones con la Seguridad Social  y Hacienda, pero al tiempo se dio cuenta de que su asesor no había cumplido con su supuesto cometido.
De las cantidades de dinero que la denunciante aseguró que le dio nunca obtuvo un recibo ni lo pidió, pues, según repitió ayer: “Yo confiaba mucho en él”.  Cuando se destapó la deuda existente, la denunciante asegura que el acusado le pidió disculpas y le dijo que asumiría el pago de la deuda. Pero no fue así, pues recibió dos cartas más de la Seguridad Social en las que le informaban de que la deuda se iba incrementando por los recargos por impago.

Cuatro testigos, amigos de la denunciante

La joven empresaria llevó al juicio de ayer a cuatro amigos suyos que habían sido testigos, según su versión, de las entregas de dinero en sobres que ésta hizo a su asesor fiscal. El primero de ellos fue el propio trabajador de su empresa, quien dijo que casi todos los días hacían caja y se iba separando el dinero para cumplir con los pagos que generaba la empresa. No vio nunca cómo se entregaba el dinero, pero dijo que se metía en sobres para que la denunciante los llevara al asesor fiscal.
Dos amigas de la denunciante aseguraron ante el tribunal que le acompañaron en varias ocasiones a la oficina de J.J.M. y donde la empresaria le entregaba un sobre a éste. Una de ellas dijo haberle expresado a su amiga sus dudas sobre que el acusado no le diera un recibo de las cantidades que le entregaba, pero ella insistía: “Confío plenamente en él”.Cuando el acusado acompañó a su ex cliente y a su hermano a la Tesorería de la Seguridad Social, también iba con ellos otro amigo más. Éste aseguró en el juicio que todos firmaron un papel en el que supuestamente el acusado asumía la deuda, pero en la documentación del caso ese “papel” no estaba registrado.

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