Aunque nació en Teruel "un 16 de enero de 1954 a 23 grados bajo cero", Jesús Delgado Aboy ya lleva tantos años en Melilla que siente la ciudad como suya. El Faro repasa con él el año que recientemente ha terminado y sus expectativas para el año que comienza, tanto en la sociedad pública que preside (Promesa) como con su nuevo partido, Creando Melilla.
-Ha habido cosas que se han quedado descolgadas. Hemos conseguido la Línea 8, cuyo dinero se va a distribuir en breve. Van a ser 13,5 millones. En un principio, iban a ser nueve, pero luego rescatamos otros cuatro por otro lado. Yo creo que ha sido un hito en la historia de Melilla y de Promesa que haya una ayuda en la cual figuren tantos participantes, porque ha habido 2.123 solicitudes. La vez que más solicitudes había habido en una ayuda habían sido, creo, seiscientas y poco. Indudablemente eso ha sido un éxito, pero, claro, ha llevado tantísimo trabajo que ha absorbido otro tipo de ayudas que yo quería sacar, como la ayuda energética y la ayuda a grandes inversiones. Eso vamos a intentar retomarlo, porque lo que me interesa fundamentalmente es incentivar todo aquello de tipo empresarial y la generación de empleo.
Entonces quiero sacar, a primeros de año, otra inversión en empleo, ayudas empresariales y a pequeños comercios. Eso sigue en marcha. Han cambiado el asunto a nivel europeo en cuanto a petición de solicitudes por los fondos Feder y ya se están haciendo las nuevas bases reguladoras para que nos duren, por lo menos, otros ocho o nueve años y no perdamos tiempo en hacer cosas nuevas.
Por lo demás, ha sido, por un lado, muy bueno, y por el otro, nos hemos quedado un poco cortos, porque los tiempos, por mucho que queramos, no los marcamos nosotros. Tenemos otros agentes externos que nos obligan a que esos tiempos se alarguen demasiado.
-Con nuevas cosas. Nuevas cosas son lo que hemos explicado más la incentivación del empleo, de la implantación de industrias y de nuevas empresas de tipo tecnológico. Aquí, el reto fundamental es sacar al exterior ayudas. Promesa se dedica al cuidado de la economía de la ciudad, a su incentivación y, sobre todo, a vender lo más importante que tenemos, que son nuestros beneficios fiscales. Ese es el reto: que llegue hasta donde podamos esa información para que sirva de aliciente y acicate para que otro tipo de empresas, aparte de las que ya hay ahora mismo en Melilla, sean capaces de venir aquí a implantarse.
-Ahora empezamos con la semana empresarial, que empezaremos incentivando con el desayuno de trabajo que hacemos todos los años. Eso va a ser el día 26. Se hace en el hotel Melilla Puerto. Este año traemos a Alberto Ruiz Gallardón y a José Bono. Son dos personajes políticos y economistas muy conocidos que van a hacer un análisis de nuestras estructuras económicas y nuestra fiscalidad vistas desde fuera y de qué proyección podemos hacer hacia el exterior. Son dos personas de reconocido prestigio que van a hacer un mini estudio de cómo ven ellos nuestra fiscalidad y que, además, nos sirva como proyección. Después se hará una jornada de franquicias para explicar qué posibilidades hay de implantarlas en la ciudad. Se trae a personas que van a plantear la situación. Después se hace la feria empresarial, con empresas de aquí y de fuera, para intentar explicar cada una lo que lleva y lo que se puede hacer aquí y, sobre todo, lo más importante, tener un nexo de unión entre empresas de fuera y de aquí, para poder ver el de dentro su capacidad respecto a empresas de fuera. Remataremos la feria empresarial con el foro Blockchain, que se celebra el 10 y el 11 de febrero y se va a hacer en la universidad. Por tanto, todas estas actividades se van a hacer desde el día 26 hasta el 11 de febrero. En el Blockchain, se va a hacer un foro pequeñito, como una introducción, porque es la primera vez que se lleva a cabo, para que la gente sepa lo que es el foro Blockchain.
Por cierto, tenemos que aclarar que blockchain no es criptomoneda ni toda esta parafernalia. La criptomoneda se ha basado en tecnología blockchain, pero no es blockchain. El blockchain es el futuro de la tecnología. Esto es lo que se va a explicar y vamos a hacerlo muy básico para que la gente empiece a tener una noción de qué es, en qué consiste y cuál es su futuro. El día 26 se va a celebrar un evento muy grande de blockchain en el paraninfo de Granada y de allí pasaremos al que se hará aquí en Melilla. Por eso yo voy a ir a Granada a explicar lo que se va a hacer aquí. Va a ser como una especie de puente para que, desde un evento muy grande de blockchain que se va a hacer en Granda a uno pequeñito, de inicio, básico, pero, por lo menos, que vayamos cogiendo el hilo para que, con el tiempo, vaya teniendo una implantación. Después de celebrarse en Melilla, este foro se va a Miami. Eso ya no es un foro, sino un congreso, pero es la primera vez que se va a hacer un congreso de blockchain en los Estados Unidos sólo en castellano. Y esto se irá haciendo cada vez más grande, porque hay que aprovechar la tecnología.
-Las empresas que hay aquí son de tipo familiar, que han tenido otro enfoque económico. Cuando estaba la frontera abierta, había otro tipo de inquietud económica en esta ciudad. Nunca se ha planteado hacer una manufactura circular, emplear las leyes que tienen la capacidad de poder generar un subproducto de un producto inicial y, cambiando con una manufactura circular, hacer que tengamos la posibilidad de generar aquí empresas.
Creo que lo que hay que hacer es cambiar los objetivos y los mecanismos para generar empresas aquí. Aquí no hay ninguna empresa de manufacturas y podría ser una cosa muy fácil para la que no se necesitan demasiados recursos económicos más allá de la ayuda de Promesa. Se pueden hacer muchas cosas. En el momento en que vengan dos, tres o cuatro empresas, esto va a generar un efecto dominó que provocará que, por ese efecto llamada, vengan otras empresas. Pero es que, aparte de eso, cada empresa que venga va a generar un empleo que va a cubrirse con las necesidades tan importantes que tenemos en la ciudad.
-Otro planteamiento que tengo es cambiar un poco la fisonomía de la persona que está en el paro. No podemos intentar solventarlo solamente con unos planes de empleo. Tenemos que dar un abanico de posibilidades con diferentes empresas en el que, si hace falta, se hace una formación previa y, si no, no, pero que tengan capacidad de tener otro ámbito laboral, u otro espacio laboral, para no solamente estar esperando a que los planes de empleo te llamen.
-Yo es que no comparto la idea de los planes de empleo tal como están ahora. Yo lo que haría sería incentivar a las empresas para que esas empresas generaran la posibilidad de que esa persona no tuviera un empleo temporal, sino fidelizar al trabajador para que se quedara en ella. Para hacer eso, habría que cuantificar qué tipo de empresas se harían cargo de ello, las que serían capaces de absorber personal y las que serían capaces de formar personal y, si no, en la formación ya complementamos nosotros desde Promesa.
Con el tiempo, se ha demostrado que los planes de empleo son, como bien dices, pan para hoy y hambre para mañana. Pienso que hay que cambiarlo, pero, cuando cambiemos las estructuras empresariales y económicas de esta ciudad, esto no va a tener razón de ser.
-Sí. Hay que cambiar toda la estructura económica de la ciudad. Las empresas que están ya consolidadas van a seguir y, además, les va a venir bien que otro tejido empresarial venga, pero aquí hay que incentivar. Nosotros tenemos que generar un PIB y tenemos que tener la capacidad de generar recursos. Melilla no puede tener un futuro sólo y exclusivamente pensando en las ayudas que vengan de Madrid, en los Presupuestos nacionales y en los fondos Feder.
-Con mucho trabajo e ilusión y, sobre todo, con capacidad administrativa.
-Ahora mismo están caóticas. Hay muchas empresas, aparte de las que han cerrado, que están sobreviviendo como pueden. Nosotros les vamos a dar ahora un impulso con la Línea 8, pero indudablemente las empresas están pasando por muy mal momento y esto es lo que se tendría que haber incentivado. Yo no soy empresario como tal, pero tengo mi consulta privada y tengo que generar una mini empresa. Entonces yo las miras las veo desde otro punto de vista. Mi oficio es medicina. Yo trabajo con la sanidad y con el quirófano, pero también tengo que gestionar una mini empresa, que es mi consulta privada. Extrapolando esto a grandes dimensiones, aquí no hay. Es que no hay…
Y el empresario se ha ido acomodando a una serie de ayudas y a que la frontera tenía una capacidad de generar recursos económicos con poco esfuerzo y, cuando se ha cerrado la frontera, todas esas empresas se han quedado totalmente descolgadas, sin ningún tipo de ayuda ni incentivo y sin que nadie les ofrezca una posibilidad para cambiar un poco su fisonomía económica con objetivos diferentes a los que tenían. Claro, si eso no lo hacen, sigue sentada la persona mirando a la frontera y esperando a ver si se abre. Y, aunque se abra, ya no va a ser lo mismo que lo que había antes. Antes había un comercio atípico que ha desaparecido, entre otras cosas, porque estamos en 2023 y porque los dos países están en contra de ese mercado. Y está clarísimo que, aunque España quisiera retomar algo, Marruecos no va a querer nunca.
Entonces tenemos que cambiarla, porque conforme va pasando el tiempo van cambiado la fisonomía y los objetivos. Lo que hay que hacer es subirse al carro de todas esas nuevas tecnologías y nuevos objetivos.
¿Qué tenemos que hacer nosotros? Ayudar para que la gente sepa tiene otras posibilidades de hacer otras cosas en la ciudad.
-Es que todavía no las hemos tomado. Lo que vamos a hacer son planteamientos de información, para que la gente sepa. Yo espero que, a partir de mayo, sí se puedan empezar a tomar medidas, porque es difícil tomar medidas cuando no tienes una capacidad administrativa suficiente para poderlas llevar a cabo.
-Ahí estamos. La idea es fundamentalmente económica y la gente ya se va dando cuenta de cuáles son los derroteros del partido Creando Melilla. Es un partido eminentemente economicista. La gente pregunta si es de derechas o de izquierdas. No. Nosotros somos un partido moderado, de centro, que quiere recopilar las inquietudes económicas de toda persona de Melilla que tenga un interés por levantar la economía de la ciudad. El objetivo más importante es que, levantando la economía, consigamos que sea una Melilla más fructífera, más moderna y más feliz. Tenemos que intentar buscar una Melilla que tenga la capacidad por sí misma de generar los recursos suficientes para sobrevivir. Eso es lo que tenemos que buscar.
Luego todo lo que venga de fuera bueno es, pero tenemos que generar nosotros algún tipo de recursos. Lo que no puede ser es que alguien, dentro de equis años, desde Madrid, diga “nos está costando Melilla equis millones al año ¿a cambio de qué? Cuando se explica que la posición geopolítica, o de ayuda que podamos tener una mayor defensa… eso ya ha pasado a la historia. Está más que comprobado que en la época en la que, por ejemplo, para la defensa imperaba la náutica, tener los dos lados del mar protegidos con la misma defensa sí valía, pero hoy en día eso es absurdo.
No tenemos que decir “es que esta posición es estratégica para la OTAN y para la defensa”. Melilla tiene que tener una capacidad lo suficientemente buena para poder decir que Melilla subsiste y vive porque tiene capacidad propia para subsistir y vivir. Eso es lo que tenemos que buscar: generar una entidad propia.
-Es que Melilla no tiene ninguna capacidad para generar recursos. Cuando yo vine a esta ciudad, tenía vida a todas horas. Era una ciudad muy agradable para vivir, cómoda, segura y, sobre todo, una ciudad alegre. Se veía economía por todos los sitios y era una ciudad boyante. Ahora esa economía, desde que se cerró la frontera, no existe y, cuando no existe y una ciudad se queda sin recursos económicos, pasa a ser una ciudad triste, que vive de las subvenciones, que no avanza, donde día a día se ve que van cerrando nuevos comercios y empresas. Entonces va sobreviviendo lo que va sobreviviendo y esto es lo que no puede ser. Tenemos que generar el suficiente tejido empresarial para generar una economía propia, pero complementaria, porque, en el momento en que venga una empresa, necesitará de otra, y eso es un efecto llamada que haría que Melilla se convierta, con los 12,5 kilómetros que tenemos, aprovechando sus estructuras –sobre todo, la fiscalidad-, en un lugar con capacidad para atraer a nuevas generaciones de personas que tengan capacidad también de generar estructuras de tipo empresarial.
Cuando tú le explicas a una persona que tiene una empresa en Huelva que, si, por ejemplo, pone aquí una especie de filial o algo capaz de generar desde Melilla un mínimo del 25 por ciento de su capacidad de producción estaría acogida a nuestros beneficios fiscales, se le abre los ojos, porque piensa que puede sacar, con la fiscalidad de Melilla, dos veces más. Y el empresario es un empresario: invierte para ganar dinero. Son el motor de la economía de cualquier país. Extrapolando eso a Melilla, tenemos que hacer exactamente lo mismo.
-Me gustaría, pero tengo que tener la suficiente seguridad y el suficiente respaldo en todos los sentidos para poder llevarlo a cabo. Si esto es así, yo estoy luchando por esta ciudad y seguiré luchando por ella. Es mi ciudad. La quiero como si hubiese nacido aquí. Llevo muchísimos años aquí, más que en ninguna otra parte, y, cuando vine, me atrajo muchísimo, me enamoré de ella y no voy a dejar que se vaya por los derroteros que va. Seguiré luchando hasta que pueda. En un momento determinado, si ya no se puede por las circunstancias que sean, lo dejaré con todo el dolor de mi corazón, pero, mientras tanto, si tengo los medios y la posibilidad, por supuesto que seguiré luchando por la ciudad.
-Hombre, a mí me gustaría sacar 26 diputados, pero me conformo con tener representación y la capacidad para poder llevar a cabo mi proyecto económico.
-Vamos a afrontar esto con muchísima ilusión. Tengo muchísimas ganas de seguir trabajando por esta ciudad y, en otro ámbito de cosas, yo tenía este planteamiento cuando me presenté en las pasadas elecciones por un partido y no pude hacer absolutamente nada, porque sus miras eran totalmente distintas a las mías. Por eso cambié el paso. Desde que entré en política, mi idea es cambiar la fisonomía económica de esta ciudad y darles los suficientes recursos y utensilios para tener una Melilla próspera los próximos cien años.
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