Ayer se procedió a la lectura de la declaración institucional por parte del Gobierno de España en la Delegación de Melilla.
El acto tuvo lugar en el interior de la sede a causa del viento y a él acudieron numerosos trabajadores y miembros de la Delegación.
Tras hacer una breve presentación, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, dio comiendo a la lectura, que fue leída por once mujeres distintas que consistieron en Sana Abdeslam, secretaria general de la Delegación del Gobierno;
Consuelo Martínez, jefa de sección de Secretaría general; María Victoria Menchacatorre, jefa de la UPE del MEyFP; Carolina Robles, secretaria de Delegación; Isabel Bassets, directora Área de Agricultura y Pesca; Luisa Mohamedi, farmacéutica de laboratorio; Elena Nieto, directora del Área de Trabajo e Inmigración; Helena Mariñas, jefa de Sección de Extranjería; Laura Segura, responsable de la Unidad Contra la Violencia de Género; Belén Fernández, asesora técnica del MEyFP y por último, Sabrina Moh, delegada del Gobierno.
Una a una fueron leyendo distintas partes del escrito, que comenzaban recordando la reiteración del Gobierno de España en un “firme compromiso” con la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres. Así pues, la declaración afirma que “la construcción de una sociedad libre y justa exige la erradicación de todas las formas de discriminación y de violencias que sufren las mujeres por el hecho de serlo”.
Seguidamente se hizo un breve repaso de las distintas declaraciones a nivel internacional que han marcado esta lucha, como es la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing en 1995, que según el manifiesto, supuso “un paso esencial en la promoción y protección de los derechos de las mujeres” y que sirvió para movilizar a los Gobiernos y a la sociedad civil.
Así pues, siento este el año en que se conmemora el 25º aniversario de este suceso, el lema que ha elegido la ONU para este año ha sido “Soy de la Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres”, que según se explicó en el manifiesto, busca dirigir el foco “hacia las nuevas generaciones de mujeres y niñas activistas en favor de la igualdad de género”, pues “es esencial” facilitar el diálogo intergeneracional.
Por lo tanto, la declaración del Gobierno declaró que este aniversario “debe servir para no retroceder en los avances conseguidos y reafirmar los compromisos adquiridos” recordando que España está a la vanguardia de este defensa.
Además, la declaración no olvida el papel decisivo que ha tenido la sociedad civil en esta lucha, que “ha demostrado una capacidad de movilización de resonancia global, llevando a los poderes públicos a una reflexión sobre las limitaciones prácticas del respaldo legal de la igualdad en nuestro país”.
Aún estando a la vanguardia internacional en cuestión de legislación contra las violencias machistas, la declaración recuerda que ya son más de mil mujeres asesinadas desde que se recogen estadísticas en 2003., ade más de que persisten las agresiones sexuales, los datos económicos sobre desigualdad retributiva, la falta de corresponsabilidad en los cuidados familiares o las batallas que aún se libran en ámbitos como el deporte o la cultura, donde persisten las desigualdades.
Dado que aún hay mucho por hacer, el Gobierno de España “expresa su firme compromiso de erradicar todas las formas de discriminación y por ello quiere apostar por una legislación “valiente y firme por alcanzar la plena justicia”. También se quiere revalidad el compromiso con el feminismo, “manteniendo un liderazgo que permita tejer alianzas globales en un contexto de auge de los discursos reaccionarios”.
El texto pone de referentes políticos la Declaración y Plataforma de Beijing, el Convenio de Estambul, el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas para incorporarlos en los marcos normativos del país y defender los derechos humanos de las mujeres.
Además, recordó a Clara Campoamor, quien escribió que la libertad solo se gana actuándola porque “no hay libertad sin derechos humanos de las mujeres, porque sin mujeres libres no existe la democracia”.
“Un país sin feminismo es un país sin justicia”, aseguró la declaración, pues España “quiere seguir siendo una luz para las mujeres y los hombres que anhelan un mundo justo”.
En la entrada del Palacio de la Asamblea se leyó ayer el manifiesto con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Al acto, que tuvo lugar a mediodía, acudieron numerosas personalidades de la ciudad, desde miembros del Gobierno local, de la oposición, integrantes de asociaciones y ciudadanos que no se querían perder el momento.
El manifiesto fue leído por Elisabet Fernández y Alicia Benarroch, miembros del Campus de Melilla de la Universidad de Granada.
Este comenzó exponiendo la base social, jurídica, sociológica y filosófica que tienen las reivindicaciones de las mujeres, como argumento que expone que no se trata de algo subjetivo, sino un hecho real que se recoge en la legislación española, haciéndola pionera en este campo.
Por lo tanto, desde el manifiesto se invitó a reflexionar “al conjunto de la sociedad española sobre la realidad que aún tienen las mujeres en nuestro país, y de qué modo debemos seguir contribuyendo” a trabajar por la igualdad, haciendo desaparecer realidades como la brecha salarial, el techo de cristal o las dificultades para conciliar la vida familiar y personal.
También recordaron que, aunque haya habido muchos avances en materia de género, “aún persisten graves discriminaciones de género y estereotipos de carácter sexista que impiden a las mujeres participar en igualdad de condiciones”, por lo que desde el manifiesto aseguraron que “no puede haber una sociedad verdaderamente democrática si no somos capaces de eliminar los comportamientos y actitudes machistas que atentan contra más de la mitad de la población”.
En esta línea, mencionaron que en este año 2020 se celebra el 25º aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Declaración de Beijing, “donde los países allí presentes firmaron un serio compromiso a favor del empoderamiento de las mujeres”.
Por ello, “la Asamblea de la Ciudad Autónoma de Melilla quiere mostrar un año más su firme compromiso con las mujeres, con la defensa de sus derechos y con las políticas de igualdad” para avanzar hacia una sociedad “igualitaria y libre de cualquier tipo de violencia”.
Para alcanzar este progreso, el manifiesto expresó que hay que reconocer el talento y la capacidad de las mujeres en la ciencia, pues su visibilización y oportunidades aún son limitadas,pues “en el hecho de que conforme se avanza hacia puestos más altos en los escalafones académicos, científicos o profesionales, la proporción de mujeres va siendo cada vez menor”. Por ello recuerdan que Para la UNESCO, “la ciencia y la igualdad de género son fundamentales para el desarrollo sostenible”. Sin embargo, menos del 30% de la investigación científica en todo el mundo lleva nombre de mujer. Así pues, se comprometieron a trabajar por la visisbilización de la mujer en la ciencia.
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