Con ello, niega y sale al paso de las últimas manifestaciones efectuadas por el gobierno alauita, que denunció dos nuevas supuestas agresiones a marroquíes. La Delegación del Gobierno destacó ayer el “respeto a la legalidad” de los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que prestan servicio en los puestos fronterizos con Marruecos.
En un comunicado de prensa, la Delegación del Gobierno responde así al Ejecutivo marroquí, que durante la jornada del sábado denunció dos nuevos supuestos incidentes contra sus ciudadanos en uno de los puestos fronterizos de Melilla y calificó de “peligroso giro racista” este tipo de sucesos.
La Delegación resaltó la profesionalidad y respeto a la legalidad de las Fuerzas de Seguridad del Estado, que “velan por los derechos de todas las personas sin ningún tipo de distinción” y “garantizan la seguridad de los ciudadanos mediante el cumplimiento de los requisitos y normas de carácter documental, fiscal y de orden público, imprescindibles en los puestos fronterizos”.
Según informó la institución gubernamental, el primer incidente ocurrió en la madrugada del jueves, alrededor de las 00:30 horas, y en él resultó herido un policía español, que recibió un golpe en la mano y un puñetazo en el rostro.
La Delegación no ha facilitado detalles sobre el carácter de las lesiones, ni tampoco si el agente precisó atención sanitaria.
Este incidente se originó, según la Delegación del Gobierno, cuando un ciudadano marroquí identificado como I.A. se disponía a salir de Melilla por el puesto fronterizo de Beni-Enzar mostrando “síntomas de ebriedad”.
Agrega que este marroquí “comenzó a insultar sin motivo alguno” a los funcionarios de la Policía Nacional que estaban prestando servicio en la frontera, por lo que un agente le pidió que se identificara “para proceder a la correspondiente sanción gubernativa por la actitud mantenida”, instante en el que I.A. agredió al policía actuante, explicó Delegación.
“Acto seguido, el agresor fue detenido, instruyéndose diligencias y pasando a disposición judicial bajo la acusación de un delito de atentado contra agente de la autoridad”.
La versión del Ejecutivo marroquí sobre este altercado, como publica Efe, fue que un policía español supuestamente no respetó la línea de demarcación del puesto de Beni-Enzar para perseguir a un ciudadano identificado como Ibrahim Abana, y que cuando un agente marroquí intentó interponerse, otros tres españoles ayudaron a su compañero y “agredieron a la víctima con sus porras”.
Respecto al segundo incidente denunciado por el Ejecutivo marroquí, que supuestamente tuvo lugar el sábado por la mañana, la institución gubernamental asegura que “no existe constancia de que se produjese ninguna intervención en la que estuviese involucrada alguna persona identificada con el nombre que cita la noticia publicada por la agencia de noticias marroquí”.
Sobre este asunto, Marruecos informó que Mohamed Hamdaui, residente en Nador, fue agredido en Beni-Enzar por un agente español que le golpeó con su porra y le pisoteó, causándole “una fractura en el brazo y varios moratones en su cuerpo”.
La Delegación explica que “la única incidencia reseñable” en Beni-Enzar durante la jornada del sábado fue la denegación de entrada a Melilla a un individuo que, a las 07:00 horas, mostró “una actitud provocadora e insultante” hacia los agentes de Policía y se negó a identificarse.
Ante esta situación, según la Delegación, este individuo “permaneció junto al torno de entrada profiriendo insultos contra los agentes españoles, siendo necesaria la intervención de la policía marroquí para que depusiera su actitud”.