Delegación: “Las colas en la frontera han existido y van a existir siempre”

• Reconoce que el cierre de Farhana ha complicado la situacion, pero dice que era necesario

“Las colas en la frontera han existido y van a existir siempre”. Así lo afirmó ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, que aseguró que lo único que se puede hacer es trabajar para agilizar al máximo el tránsito entre nuestra ciudad y el país vecino. El delegado dijo que el control documental tiene que seguir haciéndose y reconoció que éste provoca que se generen esperas para cruzar de un lado a otro. El máximo representante del Ejecutivo central en Melilla dijo que es imprescindible aunar la agilidad con la seguridad y apuntó que no se puede evitar que existan estas colas cuando hay centenares de vehículos pasando diariamente por los puestos fronterizos.

El delegado del Gobierno hizo estas afirmaciones en referencia al colapso que ha provocado en determinados momentos del día el cierre temporal del paso fronterizo de Farhana por las obras. El Barkani señaló que es normal que el hecho de que los vehículos que habitualmente cruzan por Farhana se hayan trasladado a Beni Enzar haya provocado que las colas sean más largas de lo habitual. En este punto, el delegado apuntó que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se esfuerzan para organizar lo mejor posible estos tránsitos.

El Barkani apuntó que la decisión de cerrar Farhana ha sido consensuada tanto con los responsables de Policía y Guardia Civil como con los técnicos de la obra. El delegdo, que no quiso precisar cuánto tiempo estará inoperativo el segundo puesto fronterizo más importante de la ciudad, señaló que se ha cortado al tránsito es porque era incompatible realizar una parte de los trabajos de mejora con el funcionamiento habitual de este puesto fronterizo.

El Barkani recalcó que esta obra de mejora es necesaria para mejorar las condiciones en las que trabajan los agentes que realizan su servicio en Farhana y también para mejorar los tránsitos. Aclaró, eso sí, que con las obras no basta para mejorar la situación de los pasos fronterizos, sino que también es necesario que haya un mejor ordenamiento de los tránsitos para que se agilice el paso. Recordó que desde que llegó a la Delegación ya se ha actuado en Beni Enzar, ahora en Farhana y está previsto que en los próximos meses se ponga en marcha también la intervención en Barrio chino.

El delegado indicó que es consciente de que las obras siempre son molestas para los ciudadanos y que hay algunos sectores a los que les afectan más que a otros, pero recalcó que su obligación es buscar el beneficio de la mayoría de los ciudadanos. Reconoció que el cierre temporal de Farhana ha producido algunos problemas, pero dijo que se trata de algo normal teniendo en cuenta las circunstancias.

El Barkani del Gobierno reiteró que al margen de estas obras, que se completarán con el desdoblamiento de la carretera que conduce hasta el puesto de Farhana, es necesario poner orden y aseguró que, aparte del dispositivo especial que se ha puesto por el cierre de este paso, hace tiempo que se refuerza la presencia de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en función de la presión que haya en cada uno de los pasos.

El Barkani tacha de “demagógicas” las acusacione de los cepemistas

El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, tachó ayer de “demagógicas” las críticas de Coalición por Melilla (CpM) sobre el cierre de Farhana. El delegado se mostró sorprendido de que los cepemistas hayan hablado de “falta de planificación” cuando hace más de un mes que él mismo manifestó ante los medios de comunicación que se estaba estudiando la posibilidad de que el puesto tuviera que permanecer inoperativo durante parte de los trabajos por la incompatibilidad. El Barkani pidió responsabilidad a los representantes políticos de nuestra ciudad a la hora de hacer este tipo de declaraciones. Aseguró que este cierre se ha hecho porque ha habido un acuerdo entre todas las partes. Además, el delegado del Gobierno acusó a lo cepemistas de defender los intereses de sólo una parte de los ciudadanos que utilizan los pasos fronterizos, en lugar de los de la mayoría.