El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, consideró que la instalación de una valla en la frontera entre Marruecos y Argelia para evitar la entrada de subsaharianos en el país vecino de manera irregular vendrá a paliar la presión fronteriza que sufren las ciudades autónomas, especialmente Melilla. El Barkani recordó que la mayor parte de subsaharianos que llegan a Marruecos para luego desplazarse hasta las cercanías de Melilla y Ceuta accede a través de la frontera con Argelia, que carece de infraestructura alguna para impedir el libre tránsito de personas, habiendo una suerte de ‘tierra de nadie’ en la que se mueven los inmigrantes. De hecho, las ONGs siempre han apuntado que el reino alauita traslada a los subsaharianos que detiene en el Gurugú hasta dicha frontera para abandonarlos a su suerte. El resultado es que los inmigrantes vuelven a encaminarse en dirección a la ciudades autónomas de manera casi inmediata.
Para el delegado del Gobierno, si existe un mayor control en dicha zona, la lucha contra la inmigración ilegal obtendrá mejores resultados. “Es muy probable que la presión en la frontera de Melilla se reduzca”, subrayó.
En la misma línea, realizó un simil entre la instalación de la valla en la frontera entre Marruecos y Argelia y la conocida como ‘línea atlántica’, que era la empleada anteriormente por los subsaharianos para acceder en patera a las islas Canarias. Como la seguridad en la zona se reforzó, los inmigrantes dejaron de entrar por vía marítima.
“El desvío de los flujos migratorios hacia Melilla y Ceuta se debe a que la ‘línea atlántica’ dejó de ser operativa para las mafias”, apuntó el delegado del Gobierno. Por ello, consideró que reforzando la frontera entre Marruecos y Argelia, es probable que la llegada de subsaharianos aminore y que busquen rutas alternativas para llegar a Europa.
Bajo presión
Habrá que esperar para ver si el proyecto anunciado por Marruecos ofrece los resultados que espera la Delegación del Gobierno. Por el momento, Melilla sigue sufriendo una fuerte presión migratoria. El Barkani apuntó hace escasos días que en el monte Gurugú y alrededores hay una bolsa compuesta por entre 1.500 y 2.000 subsaharianos “desesperados” por entrar a la ciudad autónoma de manera ilegal. La semana pasada llegaron a Melilla dos pateras y un millar de inmigrantes trató de acercarse la valla, siendo repelidos por la Gendarmería de Marruecos y la Guardia Civil. Asimismo, El Barkani se mostró convencido de que habrá nuevos intentos de entrada en los próximos días.