Tan sólo dos defensas y ningún centrocampista figuran en la nomina del conjunto unionista para la temporada próxima en el grupo IV de Segunda B.
Tras la tempestad llega la calma. Hay un dicho que reza así y en el Melilla, hasta la fecha, eso parece suceder.
Después de la Asamblea Ordinaria celebrada el pasado 23 de junio en la que el anterior presidente de la entidad, Francisco Molina, presentó la dimisión hubo momentos de incertidumbre en cuanto a qué rumbo tomaría la nave azulina. Pronto la nave se estabilizó con Cristóbal Sánchez al mando del timón con la ayuda de varios directivos que siguen aportando su granito de arena intentando llegar a buen puerto.
Con el cuadro técnico renovado en su totalidad: tres entrenadores, un preparador físico, un secretario técnico, un coordinador de categorías inferiores y los dos recuperadores, el equipo se centra ahora en la confección de la plantilla que en estos momentos es inferior al 'staf técnico' o lo que es lo mismo: 'hay más jefes que indios'. De hecho, a día de hoy, el plantel unionista lo forman siete futbolistas, a saber: Dorronsoro, Munir, Zamorano, Mahanán, Chota, Andrés Ramos y Nacho Aznar.
Echando un simple vistazo a la situación actual está claro que tanto a Sánchez Montoya como a García Tébar se le presenta una ardua labor. Y es que salvo en la portería, aunque hará falta un portero más que lógicamente sería sub 25, y en la delantera que en estos momentos es la línea más completa con tres integrantes de la temporada pasada tras la renovación de Chota por un ejercicio más, el resto del equipo está prácticamente huérfano de efectivos. Más aún si nos atenemos a lo que es la columna vertebral de cualquier equipo o, para no buscarle tres pies al gato, a lo que viene a ser la medular de un conjunto: el centro del campo.
Como defensas el Melilla tiene a Mahanán y Javi Zamorano, un futbolista experimentado donde los haya pero que no goza de la confianza del entrenador. Eso, al menos, es la conclusión que sacan los aficionados después de finalizar la temporada 2010-2011.
En estos momentos se está en negociaciones con Javi Herreros al que el club ya le ha hecho saber su oferta y ahora la pelota está en el tejado del jugador. Las diferencias no son insalvables pero no cabe duda que el presupuesto de esta temporada es inferior al de la pasada y el futbolista o hace un esfuerzo o tiene todas las papeletas para quedarse fuera. Centrales de garantías haberlos 'hailos' pero baratos seguro que no son. Es quizás la demarcación en la que menos se acertó el curso anterior y habrá que estar finos a la hora de contratar para la que está a punto de iniciarse. Los equipos, debido a la actual coyuntura, tratan de firmar a jugadores de la provincia y en este caso la entidad azulina no lo tendría muy difícil, su nombre: Aloisio. Una cosa es segura y es que con el fichaje del melillense se acertaría en dos cosas: La primera en aumentar el plantel con gente de la tierra y la segunda en superar la aportación que dieron Cristian Castells y Quinín. Los números del central melillense en las últimas temporadas están ahí. Más de 35 partidos y una media de entre 6 y 8 goles por temporada avalan la aportación de Aloisio a los equipos en los que ha estado. Si dará el nivel esperado o no es otra historia ya que nadie, absolutamente nadie, puede garantizar, por mucho que cueste, un nivel altísimo puesto que son muchos los factores que intervienen a lo largo de la temporada pero, de momento, sería caballo ganador y, si no, seguro que aumentaría la competitividad en el grupo de zagueros eso por descontado.
La línea de centrocampistas es la que más atenciones requiere ya que el Melilla no tiene a nadie en estos momentos para formar el centro del campo azulino. Las opciones de Víctor Bravo y Guille Roldán siguen ahí a la espera de un sí o un no.
El tiempo pasa lentamente pero llega un momento donde no corre sino vuela y los equipos ya han empezado a mover ficha. Hay muchos jugadores en el mercado pero lo bueno, bonito y barato escasea y algunos como el San Roque, Puertollano o el Albacete se han llevado a buenos jugadores y además conocedores del Grupo IV. El desmantelamiento de la AD Ceuta también se podría aprovechar. En el Betis B habrá una profunda renovación. La Cultural desaparecida en combate y así sucesivamente.
Es cierto que conforme pase el tiempo los jugadores se irán poniendo cada vez más nerviosos y bajarán sus pretensiones pero también es cierto que las ofertas irán en aumento. El ejemplo más claro: Carlos Ruiz.