El Melilla Baloncesto sacó adelante anoche un partido muy importante en sus aspiraciones de ir escalando posiciones en la clasificación. Y más porque el duelo no se presentaba nada sencillo, a priori, dado que los de Alejandro Alcoba dirimían sus fuerzas frente al segundo de la tabla, que, además, se ha convertido en este tramo inicial de la temporada en el conjunto revelación. Pese a la dificultad que se intuía, los melillenses fueron netamente superiores, sólo encontrando resistencia en los primeros minutos del choque, imponiéndose finalmente por el resultado de 75-65.
El conjunto ilerdense comenzó llevando la iniciativa en el marcador, gracias a la aportación de Mbaye, quien fue el autor de las cuatro primeras canastas de su equipo.
Los melillenses, poco a poco, fueron metiéndose en el encuentro hasta incluso gozar de una renta de cinco puntos (16-11), a 3’18”, tras firmar un parcial de 8-0. Pedro Rivero se mostró muy acertado en el bando local, bien secundado por Edu Gatell y Oliver Arteaga. Al final de estos primeros diez minutos se llegaría con el resultado de 20-18, siendo el visitante Alzamora el que cerraría este primer cuarto con una última canasta.
En el segundo acto, los de Alejandro Alcoba incrementaron su intensidad defensiva, provocando muchas pérdidas de balón. De este modo, el decano fue paulatinamente marchándose en el electrónico, merced sobre todo a los buenos porcentajes cerca del tablero y a los lanzamientos de corta distancia (70% en los tiros de dos puntos). Así, el Melilla Baloncesto alcanzó una máxima de partido de catorce puntos (40-26), justo al término de este periodo. Héctor Manzano y, de nuevo, Pedro Rivero se convirtieron en las principales referencias en ataque.
Los catalanes fueron ampliamente superados en este cuarto, tal y como lo refleja el parcial de 20-8.
El paso por los vestuarios parece que les sentó mejor a los de Borja Comenge, con una defensa más presionante que puso en más complicaciones a los locales. En este sentido, los de Alejandro Alcoba necesitaron tres minutos para estrenar su casillero de puntos, aunque cuatro para que fuese con una canasta en juego. De esta manera, nuestro representante, que perdió algo de fuelle, vio reducida su diferencia hasta los siete puntos (44-37). A esa distancia fue lo más cerca que estuvieron los catalanes cuando restaban menos de cuatro minutos.
Afortunadamente, y cuando el Melilla Baloncesto estaba más atascado de cara al aro, emergió la figura de Alfredo Ott, que convirtió dos triples en un momento clave y que hicieron que el Actel Força Lleida bajara un ápice su intensidad. Al término de los terceros diez minutos se llegó con una renta de trece puntos (54-41), con una canasta justo sobre la bocina de Edu Gatell, que se aprovechaba de su propio rebote.
En el último periodo, los blancos -antes azulones- mantuvieron la calma en todo momento y supieron jugar con la ventaja adquirida, no haciendo esfuerzos inútiles. Los de Borja Comenge no arrojaron nunca la toalla, aunque jugaron con más corazón que cabeza. Los melillenses nunca vieron reducida su renta por debajo de los nueve puntos (62-53), disponiendo incluso en varias fases de este cuarto con una máxima de catorce (57-43, 67-53, 72-58 y 74-60). Buenos minutos de Oliver Arteaga, que volvió a ser ese jugador determinante. Con dos tiros libres anotados de Garrett Nevels finalizó la contienda (75-65).
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