Los últimos incidentes ocurridos en los pasos fronterizos de Melilla con Marruecos dan una vuelta más de tuerca y parecen complicarse todavía un poco más. Si el pasado sábado el Gobierno marroquí denunciaba dos nuevos sucesos, con supuestas agresiones a ciudadanos alauitas, en la jornada de ayer, era Delegación del Gobierno quien salía al paso de tales afirmaciones matizándolas y por su puesto, dando una versión totalmente diferente y asegurando que los agredidos eras agentes españoles.
Evidentemente cada uno arrima el ascua a su sardina y si bien debe ser la Justicia quien de o quite razón, desde luego parece mucho más lógica la versión española que la marroquí, y no porque la opinión parta desde este bando –que a lo mejor también– sino por el buen hacer que avalan a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, en ese puesto.
En todo caso, y por el bien de todos, esta situación debe solventarse cuanto antes para evitar que siga creciendo la bola.