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De la gran pantalla a las tablas del teatro: “Smoking room” llega al Kursaal en octubre

La nueva temporada del Teatro Kursaal promete ser una de las más interesantes de los últimos tiempos. Tras el pistoletazo de salida el 21 de septiembre con la representación de la obra “La Ternura” y el concierto “La Copla”, el patio de butacas se llenará en los próximos meses para disfrutar de diversos espectáculos de danza, música y teatro. Además, el Kursaal también acogerá del 17 al 28 de octubre la undécima Cumbre Mundial del Tango. Esta es una de las citas más esperadas por los melillenses pues les permitirá disfrutar de grandes figuras del tango procedentes de más de 10 países diferentes, entre los que destaca sin lugar a dudas la cuna de esta danza, Argentina.

Pero antes de que las tablas se llenen de bailarines expertos en este romántico género, el Kursaal servirá como telón de fondo para la representación de otra de las grandes apuestas del teatro para este otoño: la obra “Smoking room”. Este título no pillará desprevenidos a los más cinéfilos ya que en el año 2002 J.D. Wallovits y Roger Gual estrenaron un largometraje de igual título. Por aquel entonces la cinta causó un auténtico furor, tanto por el tema que aborda la trama como por la escasez de medios con la que tuvieron que lidiar los cineastas para poder materializar sobre el celuloide su idea. Rodada con un presupuesto irrisorio (los propios actores donaron su sueldo para la producción), “Smoking room” conquistó tanto a la crítica como al público, llegando a alzarse con el Goya a Mejor Dirección Novel. También salió vencedor de los Premios de Cine de Barcelona (Mejor Director), de los Premios Butaca (Mejor Actor, Eduard Fernández), del Festival de Málaga (Biznaga de Plata. Premio Especial del Jurado y Premio a la mejor interpretación masculina para el conjunto de actores) y de las Medallas del Circuito de Escritores Cinematográficos (Premio Revelación). Los reconocimientos le llegaron también desde otras partes de Europa con una Mención Especial en el Festival de Cine de Karlovy Vary.

La gran acogida de la cinta provocó lo que en los últimos años estamos habituados a ver: el salto a otro formato. El séptimo arte se ha valido siempre de la literatura para llevar a la gran pantalla historias que ya tenían un largo recorrido sobre el papel, siendo el teatro en una de sus mejores alianzas cinematográficas. Sin embargo, en el caso de “Smoking room” la adaptación se ha realizado a la inversa, pasando de las salas de cine a las tablas de un teatro. No debe sorprendernos, ya el año pasado pudimos ver esta maniobra con “La llamada”. La obra de teatro creada por “Los Javis” (Javier Calvo y Javier Ambrossi) fue estrenada en 2013 y en 2017 se materializó como película con Macarena García y Anna Castillo como protagonistas. Este tipo de “saltos o cambios” son muy habituales en el cine, así también podemos ver a actores que se convierten en directores como Raúl Arévalo o Daniel Guzmán. Con todo no se trata de algo exclusivo de esta disciplina artística, también podemos encontrar estas curiosas metamorfosis en la propia literatura, con periodistas como Carme Chaparro y Màxim Huerta reconvertidos en escritores e incluso en el mundo del deporte, con ajedrecistas como el argentino Leo Fernández transformado en jugador profesional de póker o atletas de la talla de Usain Bolt que ahora prueba suerte en el fútbol.

Gracias a esta retroalimentación existente entre cine y teatro, Melilla podrá disfrutar de la adaptación teatral de “Smoking room”. La obra corre a cargo de Roger Gual, quien prescinde en la dirección de su compañero Wallovits pero que mantiene el texto creado por ambos. El reparto se compone íntegramente por seis actores que son los encargados de dar voz a los trabajadores de una gran empresa americana con sede en España. En la piel de estos hombres de negocios están Carlos Chamarro, Secún De La Rosa, Pepe Ocio, Canco Rodríguez, Nico Romero y Felipe G. Vélez.

La trama, al igual que la de la cinta, gira alrededor de un grupo de empleados de una multinacional que prohíbe fumar en el interior de sus oficinas. De esta forma, cualquier trabajador que desee fumar en horario laboral deberá bajar hasta la calle. Indignado por la decisión de la directiva, Ramírez decide poner en marcha una recogida de firmas para conseguir que la empresa les permita fumar en una sala en desuso a la que, siguiendo terminología americana, deciden bautizar como smoking room. Sin embargo, Ramírez pronto se da cuenta de que si bien sus compañeros lo apoyan de palabra, no lo hacen de forma activa cuando llega el momento de firmar la petición. Así es como comienza un enredo de excusas de lo más variopintas que pondrá sobre la mesa los secretos más ocultos de estos seis trabajadores.

“Smookin room” llegará al teatro Kursaal los próximos 5 y 6 de octubre. El viernes la representación será a las 21:00 horas mientras que el sábado el horario se adelantará hasta las 20:30 horas.

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