El máximo representante de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, ha negado la tarde del miércoles que se haya despedido al superintendente de la Policía Local, Luis Miguel Palacios.
Antes bien, De Castro ha señalado que Palacios recibió “una oferta muy interesante”, tanto desde el punto de vista profesional como familiar, “porque le pilla cerca de casa”, en una Dirección General en Alarcón (Cuenca). Según ha confesado, esa oferta viene de hace tiempo y él estaba “al tanto”, por lo que no le sorprende que finalmente se haya “materializado”. No obstante, ha confirmado que la información oficial la recibió el martes, cuando, al regresar de Madrid, se encontró un sobre cerrado con el acuerdo de la Junta local de la localidad.
El presidente de la Ciudad ha opinado que con este tipo de asuntos es preferible “tener cautela”, pero ha confirmado que el miércoles fue el último día de trabajo de Palacios y el jueves se desplazará a su nuevo destino a tomar posesión del cargo. No obstante, De Castro ha dicho que, si algún día el superintendente quisiera regresar a Melilla, al marcharse en servicio especial, ello le permitiría, “si le interesa”, volver. En principio, sin embargo, el presidente no cuenta con ello, ya que el que le han ofrecido al superintendente es “un puesto de relevancia y no se le pueden poner puertas al campo”.
De la misma forma, el jefe del Ejecutivo local ha querido agradecer a Palacios su trabajo durante los dos años en que ha estado en Melilla, cuando, según ha dicho, “ha hecho muchísimas cosas que quizá no se ven desde fuera, pero le ha dado un vuelco” a la Policía Local, tal como era el deseo del presidente.
Así, De Castro ha elogiado que Palacios haya profesionalizado el Cuerpo y creado una nueva estructura, así como la preparación para las nuevas instalaciones. “Es decir, ha dejado todo cerrado y preparado para que siga su camino toda la reestructuración de la Policía Local”, con la intención de “potenciarla, profesionalizarla aún más y que repercuta en el servicio a los ciudadanos”.
Por ahora, ha reconocido el jefe del Gobierno melillense, no hay sustituto para él. Momentáneamente, de los dos inspectores, uno de ellos se hará cargo de sus funciones al no haber intendentes. De Castro confía en tener tiempo antes del fin de la legislatura para sacar la plaza de superintendente y otra más de intendente. Así, la pretensión de la Ciudad, según ha confesado, es cubrir ambas si es posible.
Preguntado por si se sentía triste por el hecho de que “una apuesta personal del presidente” se marche a los dos años, el jefe del Gobierno local ha reconocido que, aun siendo cierto que era su “apuesta”, no se trata del “primer caso de gente que viene a trabajar y le sale una oferta mejor”, por lo que “está en su derecho a irse”. “Además, aunque siento que se vaya, ni quiero ni podría retener a alguien que está por libre designación”, ha remachado.
Por último, De Castro ha negado que la marcha del superintendente cause inquietud alguna, ya que “la Policía está perfectamente comandada por los inspectores que quedan, que están perfectamente preparados y que llevan la misma línea de trabajo que el superintendente ha marcado”.
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