El presidente de la Ciudad y coordinador de Ciudadanos en Melilla, Eduardo de Castro, lamentó la decisión de su partido de expulsarle pero cree que la situación puede ser “reconducida”.
De Castro se mostró sorprendido por la resolución de Cs, que justifica la decisión de sancionarlo en que el líder de la formación naranja en la ciudad no hubiera comunicado a la dirección del partido que había sido presentada una querella en su contra a finales de 2020. De Castro mostró su asombro ante el argumento del partido ya que se la demanda que se interpuso en su contra ha sido publicada en los medios de comunicación y recordó que es el partido quien no le ha “brindado comunicación alguna” desde 2019.
“La propia comunicación de incoación justifica la apertura del expediente en una información de dominio público de 2020, varios meses después, y me acusa de falta de comunicación hacia mi formación política, la cual no me ha brindado comunicación alguna desde 2019”, explicó De Castro en un comunicado de dos páginas remitido a la prensa.
La Comisión de Régimen Disciplinario de Ciudadanos anunció el pasado viernes la expulsión del presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, “tras incumplir las directrices del partido”. Según una nota de esa formación, “dicho expediente disciplinario se abrió el pasado 12 de marzo y quedó resuelto el pasado martes día 30”. “Cs manifiesta que los principios e ideario del partido son un marco inquebrantable”, agregaba el partido.
Por su parte, De Castro trasladó que había presentado las correspondientes alegaciones al expediente abierto en su contra, que han sido “desoídas sin justificación alguna”, ya que considera que se ha vulnerado su derecho a la presunción de inocencia y recordó que en el proceso judicial al que alude Ciudadanos no se le imputa delito alguno por parte del juez. De Castro recordó que la denuncia por la que Cs ha decidido expedientarlo es similar a otras interpuestas por el Partido Popular y Vox, que han intentado implicarlo “artificialmente” en numerosas ocasiones desde su toma de posesión como presidente de a Ciudad y que han sido desestimadas o sobreseídas. Se trata de una “estrategia de judicalización de la gestión del Gobierno” por parte de la oposición, reprochó De Castro a la oposición.
También, puso en valor que siempre ha colaborado con la Justicia y ha prestado declaración en sede judicial cuando que ha sido requerido. Puntualizó que ninguna de las querellas puestas en su contra ha prosperado y señaló que en anteriores ocasiones no recibió advertencias por parte de la Dirección del partido, habiendo sido también difundidas por la prensa y no comunicadas directamente por él.
Por todo esto, De Castro considera se trata de una decisión “irresponsable” de Cs, “extemporánea, desmesurada, carente de toda lógica e injusta” y que puede generar inestabilidad política en la Ciudad Autónoma, máxime en la situación de pandemia en la que nos encontramos.
De Castro reafirmó su sentido de pertenencia a Ciudadanos, cuya agrupación fundó él mismo en Melilla en 2015, y se mostró convencido de que la situación se reconducirá “en favor del sentido común y del interés general de la ciudadanía”.
Por último, lamentó “profundamente” la incertidumbre generada por el anuncio de la sanción, contra la que cabe recurso, e hizo un llamamiento a la tranquilidad de todos los melillenses, que seguirán contando con un Gobierno y un presidente “firmemente comprometido” en la defensa del interés general y del bienestar de los ciudadanos.
De Castro se encuentra actualmente implicado en un procedimiento judicial por una querella del PP por un supuesto delito de prevaricación administrativa y malversación en el que ha sido citado a declarar como investigado junto a los consejeros de Hacienda y Distritos, Dunia Almansouri y Mohamed Ahmed, ambos de Coalición por Melilla (CPM).
Los tres estaban citados por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Melilla el 5 de marzo de 2021 por supuestas irregularidades en la creación de un nuevo centro de menores en el Fuerte de Rostrogordo en los primeros días del primer estado de alarma, si bien la citación fue pospuesta para el 12 de mayo.
A ello se une que, hace unos días, la Fiscalía ha pedido que De Castro declare como investigado por el procedimiento de contratación del servicio de grúa junto con los exconsejeros de Hacienda y de Presidencia, Julio Liarte y Paula Villalobos, ambos nombrados por Cs y cesados en la remodelación del Gobierno a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo.
Sobre la expulsión de De Castro, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, dijo el pasado viernes en un acto de la precampaña electoral de Madrid que “es una decisión que ha tomado el comité de régimen disciplinario del partido aplicando de forma escrupulosa los estatutos”.
Preguntada si la expulsión tiene que ver con supuestas irregularidades en los servicios de grúas de Melilla, Arrimadas contestó que se debe a diversas circunstancias y que la decisión no ha sido de la Presidencia ni del Comité Ejecutivo, sino del órgano disciplinario.
Eduardo de Castro, que apoyó a Francisco Igea en las primarias del partido frente a Inés Arrimadas el pasado año, ha sido el líder de Ciudadanos en Melilla desde la creación de la delegación de la formación naranja en la ciudad autónoma en 2015, dos meses antes de las elecciones municipales de aquel año, en las que fue cabeza de lista.
Cs logró dos escaños en aquellos comicios y se quedó en la oposición junto con Coalición por Melilla (CpM) y PSOE, después de que Populares en Libertad (PPL), con un escaño, llegara a un acuerdo con el PP para alcanzar la mayoría absoluta en la Asamblea de Melilla y revalidar el Gobierno.
En las elecciones de 2019, cuatro años después, De Castro volvió a encabezar la lista de Cs y, pese a la pérdida de respaldo en las urnas, donde logró solo un escaño, este resultó clave para sumar mayoría con los 8 escaños de CpM y los 4 del PSOE, que votaron al único diputado naranja como presidente en la sesión constitutiva de la legislatura.
Aquella sesión plenaria, celebrada el 15 de junio de 2019, estuvo marcada por la tensión y supuso para el PP la pérdida del Gobierno de Melilla después de 19 años.
El PP, que había ganado las elecciones con 10 de los 25 escaños de la Asamblea, sostiene desde entonces que De Castro no cumplió el acuerdo nacional que su partido tenía con Cs para respaldar o, al menos, no impedir, la investidura de Juan José Imbroda como presidente de Melilla.
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