A las laderas de Ataque Seco nace en 1893 el barrio del Carmen donde se legalizaron las cuevas y chabolas preexistentes. El barrio, según la historia, nace desordenado por no tener, como los barrios que le siguen, proyecto previo de urbanización. Adherido al centro de la ciudad de Melilla y en el interior del conocido ‘Triángulo de oro’ por sus edificios históricos, el barrio del Carmen ha ido evolución hasta convertirse en un lugar con poca actividad comercial y baja afluencia de público. Los vecinos cuentan a este medio que la vida en las calles del barrio del Carmen ha ido desapareciendo poco a poco, que ahora los vecinos “se esconden entre sus casas”, y no como antiguamente que todos se conocían, saludaban y pasaban mayor tiempo juntos.
El Faro se desplazó hasta las inmediaciones de esta zona de la ciudad de Melilla para conocer cual es la opinión positiva de este barrio.
En una de las cafeterías de la propia calle Castelar, Estrella Dorada, se suelen rodear varios conocidos vecinos del barrio. Ante las preguntas de este diario, los vecinos coinciden en la tranquilidad que se merodea por el lugar, así como la seguridad y el buen ambiente entre los vecinos.
“Este barrio siempre ha sido muy tranquilo realmente. La seguridad aquí está bien, exceptuando alguna que otra persona que de vez en cuando se pasa de tragos; pero todo bien”, explicaba el dueño de la cafetería Estrella Dorada, Hussain.
Se crió en el barrio del Carmen, y tiene una floristería al lado de la carnicería de la misma calle Castelar. Lleva toda una vida viviendo en el barrio del Carmen.
“Yo estoy aquí desde el año 70 desde que nací. Bueno y yo estoy acostumbrada a esta calle. La verdad que veo que hay seguridad y que estamos tranquilos, excepto de vez en cuando que surge alguna cosa; pero bueno, yo creo que respecto a seguridad, yo no tengo ninguna queja”, subraya Encarni, vecina del barrio del Carmen.
Respecto a la convivencia, Encarni afirma que también ha cambiado, y que ya nadie “saca su silla como antiguamente”.
“La evolución yo creo que ha ido a peor porque yo me acuerdo antes que aquí en el barrio todos los vecinos nos sacábamos la silla a la puerta y nos sentábamos y esto era una maravilla”, dijo.
La actividad comercial en el barrio del Carmen ha ido desapareciendo evolutivamente. En la propia calle Castelar son muchos las ventanas cerradas donde el cartel de “Se alquila” prolifera frente a los pocos negocios locales que aún hacen frente al abandono del lugar. Aunque es una calle transitada que da acceso a pleno centro de la ciudad, se pueden contar menos de diez negocios abiertos, entre ellos la Asociación Hijos de Melilla, el famoso bar Castelar, la cafetería Estrella Dorada y otros comercios de venta al público como alguna que otra floristería, papelería y una academia.
El Faro también preguntó a los vecinos que querían explicar los aspectos negativos del barrio del Carmen.
Muchos de ellos coinciden en una gran verdad, se está perdiendo el comercio local en la zona. Los altos precios de los alquileres, así como la dificultad de los aparcamientos en la zona centro y los aumentos de los precios en la vida cotidiana han obligado a muchos melillenses a mirar sus bolsillos, y a otros, a cerrar la persiana de sus negocios.
“Esto ya no es lo que era antes. Aquí pasaba mucha gente por la calle, pero ya somos pocos con el tema de la frontera cerrada. En mi negocio la venta ha disminuido mucho y solo puedo permitirme tener un trabajador dado de alta porque apenas entra gente”, hizo hincapié el gerente de la cafetería Estrella Dorada, Hussain.
Algo más arriba de la propia calle, la gerente de una academia- papelería, la única en la zona, también explica a este medio que desde hace cinco años, con el cierre de la frontera, el negocio ha ido decayendo poco a poco y las ventas “ya no son lo que eran antes”.
“Con la frontera cerrada desde hace cinco años los beneficios del negocio han ido decayendo paulatinamente. Antes, esta calle estaba siempre llena de tránsito de personas y había muchos negocios abiertos; ahora quedamos pocos comerciantes”, exclamaba la gerente de la academia de formación del barrio del Carmen.
Los contenedores que hay situados tanto al principio de la calle que da entrada al barrio como a mediados del mismo siempre se encuentran llenos de basura según cuenta un vecino a este medio, y que pasaba por allí.
Además, Hassan asegura que “hace más de un año que no pasa la máquina del agua por aquí”, y que la única limpieza con agua es la de la propia lluvia.
“Los contenedores de basura siempre llevo de mierda, ratas grandes sueltas por las calles por la propia suciedad y las obras; y el camión de limpieza llevará más de un año sin pasar por aquí. Mira como está el asfalto y las aceras”, añadía el vecino melillense.
Quique es otro vecino de la zona que tiene su negocio en el barrio del Carmen. Llegó a principios del año 2000 a la zona y también afirma que no baldean con agua las calles. Además, recalca que uno de los pasos de peatones señalizados en amarillo “tiene mucho peligro” porque la gente pasa rápido con los coches y los peatones tienen que pararse a mirar.
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