Carlos Solano nació en Madrid y desde muy pequeño su vida a estado ligada con las tablas de un escenario. Comenzó en una agrupación amateur de zarzuela y su primer papel profesional le llegó con el musical ‘Los Miserables’ en 1992 cuando contaba con tan sólo once años. Su último trabajo fue interpretar el personaje de Danny Zuko uno de los musicales con más éxito de la temporada, ‘Grease’.
– ¿Qué le a traído a la ciudad?
– Estoy preparando un espectáculo de coplas para presentarlo en Japón y estuve hablando con Armando Pelayo sobre el tema y además no conocía la ciudad. Así que se puede decir que he matado dos pájaros de un tiro. Además de formarme para este proyecto, me interesaba ver los espectáculos de copla que el estaba montando para coger ideas.
– ¿Y qué le ha parecido Melilla?
– Tengo una impresión muy grata. Primero el hecho de que tenéis tantas culturas conviviendo en un espacio tan pequeñito y que todo el mundo se lleve tan bien. Es un ejemplo de convivencia. Otra de las impresiones que me he llevado aquí es que la gente es muy amable. Nadie tiene problema de hablar con nadie y eso me gusta mucho.
– ¿El siguiente proyecto que desarrolle será este espectáculo de coplas en el país nipón?
– Bueno, este espectáculo ya lo presentamos el año pasado a nivel de concierto de piano y voz, como primera toma de contacto. La idea que queremos es que crezca un poco más, así que ahora lo llevaremos con una obra de texto escrita, que yo creo que gustará. Y si va creciendo la historia porque va gustando será perfecto e incluso si más adelante podemos formar una compañía pues bienvenido sea, ya que nos seguiría dando trabajo. Cuando no hay trabajo y no tienes, lo montas.
– ¿Qué personajes han marcado su trayectoria personal?
– En todos los trabajos que haces siempre hay algo que te llena más. Por ejemplo, cuando interpreté ‘El diluvio que viene’, yo era el sustituto de Víctor Díaz y Paco Morales y cuando ellos no podían hacer el personaje lo interpretaba yo. Hacer este personaje en las condiciones con las que lo hacía me daba mucha fuerza. El 60 por ciento del libreto era este personaje, que tendría que tener entre 35 y 38 años y yo cuando lo interpreté tenía 25. Da igual el personaje que hagas, siempre hay un trabajo previo que te llena. Lo más especial es con quién compartes este trabajo. Así, puedes dar con una compañía donde cada uno es un poco independiente o con compañías donde la gente está más unida. La línea de lo especial se mide con la gente con la que compartes el trabajo. Por ejemplo, cuando conocí a Armando Pelayo en ‘El libro de la selva’, recuerdo que en esa gira fue lo mejor. Se montó con una compañía con tanto arte, con tanto amor por la profesión y con tan buen rollo que los tres meses que estuvimos trabajando juntos fue una fiesta.
– ¿Qué es lo peor de esta profesión?
- Al igual que lo mejor son las personas, lo peor también son las personas. Hay gente maravillosa que te aporta cariño, profesionalidad y disciplina. Otras sólo te trasmiten ego, odio, rencor... Pero como en todos lados. Tengo la filosofía de coger lo que más me interesa de cada uno. Si una persona sólo sabe odiar, cojo esto pero para no hacerlo. Quizás la lucha de egos es lo que está más al día. Ahora el cuento ha cambiado un poquito y en vez de ser mamá quiero ser artista es mamá quiero ser famoso.
–¿Y sobre las giras qué nos puede contar?
– Las giras son pesadas para quien no está acostumbrado. Vivir con una maleta a cuestas es duro y divertido. Por ejemplo estás durante una temporada de dos años trabajando en un teatro, con tus horarios, y luego de repente, se para y hay que ir de gira. Tenemos que estar acostumbrados a los cambios. Somos gente que cambiamos mucho de ciudad, de vida y de sitios. Las giras... las intentamos vender como que son vacaciones pagadas con una maleta a cuestas para que nos entren un poco mejor. Pero si no estás preparado se te puede hacer muy duro porque pasas mucho tiempo fuera de casa.
- ¿Tiene algún personaje o alguna obra que desee protagonizar?
- Ahora voy a cumplía un sueño. Empecé con la obra ‘Los Miserables’ y de nuevo la voy a representar 18 años después y en uno de los mejores escenarios de Madrid como es el Teatro Lope de Vega. Así, que ahí se cumple un sueño para mí. Poder representar esta función. Pero hay una obra que me encanta a nivel de musicales y que querría protagonizar como es West Side Story.
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