La primera norma cuando se bucea es: “No se toca el fondo marino”. Así de claro se muestra Kincho, instructor del nuevo curso de buceo para principiantes ‘1 estrella’ que comienza esta semana la Asociación Melillense de Submarinismo - Buceo Melilla. “La caracola que te lleves, mañana no la podré ver yo. La norma es muy simple: no alterar el paisaje submarino, respetar la flora y la fauna marina”, explica. De hecho, para disfrutar de la vida acuática y evitar dañar el suelo marino con las aletas, los buceadores tienen que bucear, al menos, un metro por encima del fondo.
Este amante de la naturaleza subacuática y apasionado del buceo iniciará en el arte de la inmersión a todos los melillenses que tengan el gusanillo de explorar el fondo marino local o de aquellos que quieran obtener el título de buceo oficial para poder sumergirse sin problemas “en el Caribe, en el Pacífico o donde quiera”, ya sea en “las vacaciones de verano o durante la luna de miel”, comenta Kincho.
Con la realización de este curso, con una duración aproximada de dos semanas, los alumnos obtendrán las titulaciones correspondientes de la Federación Española de Actividades Subacuáticas (FEDAS) y la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas (CMAS). Con estas certificaciones los buceadores pueden sumergirse en cualquier parte del mundo.
El curso ‘1 estrella’ permite a los participantes aprender a sumergirse hasta 20 metros de profundidad con unas 20 inmersiones. Tras superar cinco sesiones teóricas y una con su correspondiente examen, los aprendices comenzarán sus prácticas en la piscina de la asociación. En estas jornadas aprenderán a lanzarse al agua sin miedo, a controlar la respiración y los movimientos y a salir de una situación de riesgo.
El curso incluye el alquiler del equipo completo necesario para realizar las inmersiones. Así, el alumno dispondrá del traje de neopreno adecuado a su talla, de las botellas de aire necesarias según su estatura, del lastre y de otros elementos imprescindibles para disfrutar de esta experiencia de la forma más segura, completa y profesional posible.
En cuanto finalicen las clases en la piscina, los alumnos se enfrentarán a las últimas clases de inmersión, que se llevarán a cabo en el litoral melillense siempre que los días sean soleados y el mar esté en calma sin oleaje. En estas sesiones podrán poner en práctica todos los conocimientos adquiridos en la piscina y será ya en la última sesión cuando podrán fotografiar el fondo marino.
Kincho recuerda que estos cursos son para personas mayores de 16 años y llama a la calma: todas las inmersiones en el mar se hacen por parejas formadas por un alumno acompañado siempre de alguien con niveles de estrellas superiores con el fin de hacer más segura la experiencia.
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