Categorías: Sociedad

Cuidado con el sol, oiga

Intervalos nubosos como el que afecta a Melilla en los últimos tiempos, es obvio que el personal está ya preparado para tomar el sol disfrutando de la playa, pero, cuidado, que el sol tiene más peligro que un cable caído. Dicen que el calentamiento de planeta, la destrucción de la capa de ozono y que el sol es poco menos que un peligro, por ello hay que tomar precauciones, ya no vale el chorreón de aceite y la tumbona, no, cada uno tenemos un tipo de piel y de lo que se trata es de conocer nuestra piel a pies juntillas y decidir marca de bronceador y tipo de protección porque para bronceados inocuos, se marcha uno a los rayos X y punto pelota.
Pero hay que pedir consejo, hay que estar informado y qué mejor que consultar con la ciencia rodeada de años y años de experiencia: ‘Coppelia’. ‘Coppelia’ es el nombre de un ballet sentimental y cómico de Arthur Saint-Lèon, sirve de nombre a heladería, tiendas de alto standing…En Melilla, ‘Coppelia’ nace en 1944 –ya ha llovido y ha escampido- y ha evolucionado según pasaban los años porque sus titulares, Milagrosa Sevilla y José Emilio Pérez, han llegado a vender primores para bebés, de aquellos que llevaban los pequeños en los tiempos del buen gusto. Saben lo que tienen entre manos.

El templo de la belleza

Es escueto en cuestión de superficies el establecimiento, una pequeña botica infalible o el sancta sanctorum del cosmético, incluyendo bronceadores y no sólo para señoras sino también para señores, criaturas cada día más comprometidas con la mejor apariencia. El el templo de la belleza bien entendida se dan cita las marcas punteras, de referencia, como Christian Dior, Orlane, Clinic , Biotherm, Tous, Boss, Carolina Herrera o Lancome, entre otras de primera categoría. Y no todas son las adecuadas para cualquier cliente. Para ello, Milagrosa se encarga de echar un vistazo a la piel y averiguar sus carencias y riesgos a la hora de ponerse debajo del ‘lorenzo’. Entonces surge la ideal y ‘Coppelia’, seguro, la tiene.
Los hay de todas las categorías, el simple bronceador o el bronceador de alta gama que no deja en la piel ni señales ni –uf, qué susto- roales. Pero, atención, a la playa se puede ir de cualquier forma pero a la señora de categoría le gustará broncearse y maquillarse, e incluso protegerse de la acción del agua de mar en su faz. Allá, en el templo de la belleza hay productos para todos los gustos, incluso anticelulíticos, antiestrias y demás productos para alisar y afinar la piel antes de tomar el sol.
Es decir, disfrute del verano cuando haya sol, claro, pero consulte antes con profesionales de renombre y experiencia en cosméticos como Milagrosa o José Emilio, el estío cobrará una cuota de profesionalidad y acierto que garantizará el buen aspecto y la salud en temporada estival.

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