El viceconsejero de Medio Ambiente, Francisco 'Cucho' Villena, ha concedido una entrevista a El Faro donde ha hablado de los retos a los que enfrenta su viceconsejería en el comienzo de esta legislatura.
- Acaba de llegar a su cargo, ¿cuáles son los mayores desafíos a los que se enfrenta?
-Los desafíos son los de llevar la Consejería en sí junto con el máximo responsable, que es el consejero Manuel Ángel Quevedo. Ahora mismo estamos centrándonos en lo que es un plan de choque de la limpieza. Como todo el mundo sabe, la ciudad ha estado durante todo este tiempo un poco abandonada, un poco mucho, en cuestión de limpieza.
Todo el mundo aprecia que el cambio se está produciendo. Es muy difícil luchar a favor de la limpieza en esta ciudad, porque en el momento en el que se limpia una cosa por la mañana por la noche o al día siguiente vuelve a estar otra vez llena de enseres y demás.
Es difícil, pero se está actuando bien. Tenemos unos magníficos trabajadores en la empresa de limpieza, lo tengo que resaltar. Con los calores que hace, es un trabajo muy fuerte, que se realiza a determinadas horas y eso hay que destacarlo claramente. Nosotros tenemos que estar ahí, tenemos que estar mostrando apoyo y hacer un seguimiento, pero los que verdaderamente hacen el sacrificio de la limpieza son los operarios y las operarias de la empresa.
- Mucha gente desconoce la labor de su Viceconsejería, ¿de qué competencias dispone?
-Precisamente en estos días se han redactado las competencias que van a salir en el BOME, pero son las que conciernen a la Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza, aunque también sé que voy a participar y apoyar de alguna forma a la Consejería de Fomento.
Mis cometidos van a ser la calle, todo lo que concierne a la calle: el bacheo, la limpieza, jardinería, las playas y todo lo que sea la calle. También hay una parte fundamental que son los servicios operativos. Estos son, como aquel que dice, los 'cocineros' de todos los eventos que se hacen en la ciudad y eso también va a depender de mi cometido.
Yo siempre he sido conocido como el viceconsejero de servicios operativos y ahora, pues voy a abarcar más todavía dentro de las dos consejerías.
-¿Cuál sería el mayor reto para esta legislatura?
-Ahora mismo la limpieza, es lo que está demandando la ciudadanía. Dentro también de Fomento, pues hay varios proyectos en la mesa sin realizar, no sabemos por qué, como terminar de pavimentar varias zonas de la ciudad que todavía hace falta.
Los grandes retos que hay de construcción ahora mismo no me corresponden a mí sino a la Consejería, entre ellos la puesta en marcha de las obras de la Universidad, que es un reto muy importante de futuro para la ciudad. No sabría detallarle más retos, pero van surgiendo. Eso le corresponde más a los consejeros del área, nosotros vamos al día a día dentro de lo programado que hay en todos los órdenes de los departamentos que llevo, la limpieza, jardines y todo, pero lo que va surgiendo día a día.
-Hemos visto que en la playa se han llevado a cabo arreglos, ¿qué es lo que se ha realizado?
-En la playa nos hemos encontrado con que había una demanda de las personas con discapacidad de que no llegaba la rampa a la orilla, se está intentando solventar ese problema. Sin embargo, también me dicen los técnicos que hay una orden que parece ser de Costas de que no se puede llevar la plataforma hasta la orilla. No me lo han concretado todavía, pero parece ser que ese es uno de los inconveniente que hay. Además, hemos trabajado en la puesta en marcha de los servicios que componen el mobiliario de la playa.
-Dentro de dichas arreglos está el repintado del muro de vuelta al color azul, ¿cuál es el motivo?
-El muro en su día se pintó por primera vez de blanco y hace unos 20 años, se pintó de albero. Vino un partido aquí que se puso a pintar toda la ciudad de albero y cuando llegamos nosotros, pues vimos que el color lógico de la ciudad era el azul, por mero hecho de que el color de Melilla es el azul, que es de la bandera. En casi todas las ciudades se juega mucho con los colores que las simbolizan, que en este caso es de la bandera. Además, era una petición popular que había en redes y en campaña electoral: "Por favor, quítennos el color verde, que vuelva el azul otra vez, el que sea menos verde".
Lo hicimos nada más llegar porque no es una obra que requiera de mucho esfuerzo. También estaba descascarillado casi todo el muro y se optó por pintarlo inmediatamente.
También está el barco de los pescadores, por ejemplo, que es un monumento a las familias del mar aquí en Melilla. Casi todos los años tenía que recordar en redes sociales que el barco había que ponerlo en marcha, pues nunca lo pintaban, no se acordaba nadie del barco. De hecho la pavimentación estaba destrozada, no daba tiempo a poner solería. Entonces lo hemos tenido que tapar de cualquier forma con el compromiso de, en estos años sacar un nuevo proyecto y cambiar toda la solería. Es una es una dejadez total la que ha habido en la ciudad
-¿Ha tenido algún tipo de contacto con organizaciones ecologistas de la ciudad como Guelaya?
-Los únicos encuentros que hemos tenido el consejero y yo han sido con la empresa que lleva las diferentes áreas de mantenimiento y con los técnicos de la Ciudad Autónoma. Eso es lo que hemos hecho, ahora mismo debemos organizarnos un poco en lo que es nuestra área y después habrá tiempo de hablar con los de la naturaleza, pero aquí casi todo está hecho ya, o sea, nadie nos va a enseñar nada de la naturaleza.
¿Qué hay que hacer?, pues lo menos posible para que no tengan que venir a decir algo. Si hay que reunirse, pues claro que nos tendremos que reunir, pero lo que vamos a hacer es que tengan las menos reivindicaciones posibles.
-Se ha cuestionado mucho el tema de la poda de los árboles, ¿cómo lo afrontará?
-En la poda es que hay dos inconvenientes, uno son los que están en contra de las podas totalmente y después están los que se quejan de las ramas por salubridad o porque tapa la iluminaria, por los bichitos que producen o las bolas que caen y demás. Lo que sí es verdad es que se va a premiar la naturaleza, se va a premiar el árbol en este caso, pero siempre va a haber polémica.
-Respecto al tráfico rodado, ¿cuál será la política desde su Viceconsejería?
-Hay poco, porque no han dejado ninguna carretera libre para circular, o sea que tampoco en eso va a haber mucho problema porque no se puede circular por la mayoría de las carreteras de la ciudad. En este caso, se van a llevar las políticas que se estaban llevando cuando nos fuimos, en eso no vamos a evolucionar mucho. Ya le digo, el consejero es uno de los que ha promovido aquí las líneas verdes, para que gane el peatón en la calle y la movilidad, si por algo se ha destacado el consejero ha sido por la movilidad en la ciudad.
-Endesa es una cuestión que también provoca multitud de opiniones encontradas en la ciudadanía, ¿cuál es su visión?
-Ahora mismo usted sabe que nos acaban de empeñar durante 25 años la nueva concesión a la planta. Se nos aparcó la ampliación del puerto por el Gobierno anterior, el Gobierno existente todavía en la península y esa hubiese sido una salida. Trasladar Endesa a la ampliación del puerto, pero hay quien miramos por la ciudad y hay quien mira por haber como puede poner palos en la rueda de la marcha de la ciudad. En este caso, el Partido Socialista aquí no ha estado fino.
-Volviendo al tema de la limpieza, ¿cómo están los contratos?
-Los contratos establecidos son los que están ahora mismo, o sea, lo que nosotros tenemos que vigilar es el cumplimiento exhaustivo del contrato. Los contratos están en vigor, tanto el de limpieza como el de jardinería.
-No es su primera vez en el Gobierno de Melilla, ¿cómo afronta su vuelta al Ejecutivo en su nuevo cargo?
Pues como se ha visto en redes sociales con muchas ganas y con mucha fuerza. Estaba como en barbecho, he venido como un cañón porque tenía muchas ganas. Yo no era una persona pasiva de ver lo que estaba sucediendo en la ciudad y no contarlo o no mostrar mi malestar por la suciedad y los escándalos que hemos tenido como hasta hace poco, entrando a la policía en el Ayuntamiento en plena campaña.
Todo esto se ha visto en las urnas, el segundo partido mayoritario en la ciudad ha salido trasquilado y ahora más en estas últimas elecciones, o sea que algo han hecho mal y algo tendríamos que estar nosotros haciendo bien cuando hemos vuelto con la fuerza con la que hemos vuelto.
-En un plano más personal, nos gustaría saber de usted, ¿cómo llega a la política?
-Si tengo que hablar de mi historia hay que apagar el micrófono. Yo siempre he dicho que tengo una inquietud política desde joven. Precisamente a mí me atrajo la política desde la dimisión de Adolfo Suárez que la viví cuando tenía yo, me parece, 15 años. La seguí en directo por la radio que la estaba retransmitiendo José María García y ahí ya me hice 'suarista'.
Yo empecé en política con el CDS, un partido del momento que después terminó disolviéndose. Estuve titubeando porque mis inquietudes políticas seguían y yo estaba que no sabía dónde meterme, pero un día me invitó una amiga a que fuese a una reunión de una ejecutiva de UPM. Entonces yo a Juanjo Imbroda lo conocía de vista, no había tenido el placer de conocerlo, y escuché a Juanjo Imbroda y me quedé encandilado por la forma de hablar, por el sentimiento con que hablaba. Desde entonces, pues llevamos, no sé 25 o 27 años inseparables. Adonde iba Juanjo Imbroda ahí iba yo, porque creo que es la persona idónea para Melilla y no me he equivocado, ni los melillenses, que siempre le dan la mayoría tanto en el Senado como en el Gobierno de la Ciudad. Juanjo tiene la convicción y el cariño a la tierra. Es la única persona que yo he visto que tiene visión de futuro para la ciudad y siempre está pensando cómo puede hacer esto o cómo va a ser lo otro por el interés de la ciudad.
Yo creo que no me equivoqué cuando me metí en la UPM y no nos equivocamos cuando nos fusionamos con el PP de Melilla. Los hechos nos han dado la razón con el tiempo.
-¿Qué mensaje desea transmitir a los melillenses?
-Como he dicho en redes sociales, que nos den un poquito de tranquilidad, estamos llegando a todo lo que podemos llegar físicamente. A mi teléfono, que es mío porque todavía no me han dado el corporativo, me llegan por la noche, por la tarde y por la mañana mensajes por Facebook, Messenger, WhatsApp y hasta por TikTok; a diario cosas desde "por favor, estas zonas están mal, esto está bien, han hecho esta obra desde hace X tiempo y no han venido a recoger los escombros o han reparado esto y todavía está sin terminar".
Yo pediría un poquito de paciencia, que nos den por lo menos los 100 días de cortesía que se suelen dar. Aunque hay cosas que no admiten demora, como la cantidad de basura que estamos quitando en la ciudad. El otro día, en la calle García Cabrelles se retiró una cantidad que nadie se daba cuenta de lo que se estaba formando ahí, o sea, cualquier día entre palets y basura hubiésemos hecho ahí la candelaria del siglo.
También quiero resaltar que tanto la empresa de jardinería como la empresa de limpieza están colaborando y los trabajadores se están dejando la piel en ello. Y a la ciudadanía, pues un poquito de paciencia, todo va a llegar y cuando estemos bien situados, todo irá mejor.
Hay que buscar la manera, no sé si policial o por medio de denuncias que se cumplan, para evitar los vertidos de escombros del cinturón verde de la ciudad. Todo eso tiene que desaparecer, tenemos que ser muy implacables con todo eso.
- Para ir concluyendo, ¿cómo se encuentra la cuestión de la desaladora?
-Eso lo lleva directamente el consejero. Yo tengo que estar informado de lo que tengo que estar informado, si usted me dice si hay una avería pues yo le diré que sí o que no. Pero de cómo va ahora mismo el convenio con la Confederación Hidrográfica y demás, pues no sabría decirle, no sé tampoco decirle en qué situación se lleva la instalación del cuarto módulo que nos prometieron. Todavía estamos sufriendo cortes desgraciadamente, esperemos que se terminen, no vamos a dar fechas porque ya le digo, no sé cómo está la situación con la Confederación Hidrográfica, pero yo creo que el consejero en breve dará ya explicaciones al respecto.
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