Un nuevo reglamento garantiza desde marzo la accesibilidad de las mesas electorales.
Los casi cuatro millones de discapacitados llamados a votar en las elecciones generales de hoy esperan en estos comicios encontrar menos barreras de las habituales para ejercer su derecho al voto. “No tener que luchar más que el resto de la sociedad” es la esperanza de Mario García, presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE). Esa esperanza se fundamenta en el nuevo reglamento que garantiza desde marzo la accesibilidad de los locales y mesas electorales, que deberán disponer de una adecuada señalización y permitir el secreto del voto de las personas con discapacidad.
Discapacidad motriz
Esta normativa establece que los locales electorales tienen que disponer de un espacio concreto, accesible y adecuado que garantice la privacidad de los discapacitados, es decir, deberán estar provistos de elementos que faciliten el acceso a las personas de movilidad reducida, como rampas o ascensores.
Por tanto, en estas elecciones generales, apunta García, “todos los colegios electorales deberían ser accesibles”, aunque afirma que se ha constatado que las nuevas instrucciones aún no se cumplen a rajatabla.
Es realista y no espera que en las elecciones de hoy se hayan solucionado todos los problemas, pero confía en que a medida que se vayan sucediendo los procesos electorales las administraciones vayan cumpliendo con las obligaciones que la ley les impone.
Un informe del Instituto para la promoción de la Vida Independiente sobre la accesibilidad de los locales electorales concluye que se ha mejorado el diseño y las instalaciones, aunque serán menos los colegios que -en teoría- podrán registrarse para ser sedes electorales.
No obstante, el informe asegura que todavía es frecuente ver escalones sin barandilla ni rampa en la entrada de los colegios o peldaños sueltos en el trayecto hasta la urna. Tanto el Instituto para la promoción de la Vida Independiente como el presidente de COCEMFE animan a los discapacitados a denunciar ante las juntas electorales cualquier tipo de discriminación que sufran por falta de accesibilidad. Por ejemplo, la normativa electoral establece que aquellas personas con problemas de movilidad y que no cuenten con un transporte público accesible podrán solicitar en su local electoral un transporte gratuito para acudir a votar.
Un kit para invidentes
Los discapacitados con dificultades visuales podrán votar en secreto, con plena autonomía, si conocen el sistema braille y tienen reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33% o sean afiliados a la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). Pero sólo 1.198 invidentes han solicitado el kit de votación previsto por el Ministerio del Interior para poder ejercer con más facilidad el voto. Según fuentes de la ONCE, hay unos 70.200 afiliados a esta organización, de los que sólo 1.198, según el Ministerio del Interior, se han inscrito en el censo para electores ciegos o con discapacidad visual. Esas 1.198 personas dispondrán el 20N en su mesa electoral de un maletín en el que, en tinta y en lenguaje braille, se indica el procedimiento a seguir.
El estuche contiene dos sobres, uno para el Congreso de los Diputados y otro para el Senado.
La directora general adjunta de servicios sociales de la ONCE, Patricia Sanz, se ha felicitado por poder ejercer “con confidencialidad” el derecho a voto y ha restado importancia al bajo número de invidentes inscritos. Esta posibilidad se remonta a 2007, cuando se aprobó un real decreto que regula la posibilidad de votar en braille para las personas ciegas y ya estuvo vigente en las elecciones generales de 2008, pero Interior no dispone de los datos de entonces, mientras que en las europeas de junio de 2009 se inscribieron 1.316 personas. El kit, según Sanz, es exactamente el mismo y está muy bien, ya que antes “las personas que veíamos poco o que no veíamos -explica- solo podíamos ir a votar única y exclusivamente si había alguien que nos acompañaba”. “Aunque solo sea por la confidencialidad del voto, ya es un avance muy significativo”, subraya.
Pero los avances no son suficientes para que un invidente se convierta en uno de los miembros de una mesa electoral. Le ha pasado a un invidente que se había ofrecido a desempeñar este cargo y la Junta Electoral Central le ha contestado que no existe una normativa que le permita garantizar el correcto desempeño de sus funciones en la jornada electoral. El máximo órgano arbitral electoral dice que es imposible que un invidente ejerza sus funciones en una mesa electoral debido a que la ley no le da amparo para ello.
Los sordomudos pueden ser miembros de mesas
Sí pueden ser miembros de mesas las personas con discapacidad auditiva que, a partir de la entrada en vigor del reglamento podrán contar con un servicio gratuito de interpretación de la lengua de signos, en caso de que no opten por excusarse, un derecho que siguen manteniendo como en la actualidad.
Además, tendrán garantizada la accesibilidad de las campañas institucionales, que deberán incluir servicios de subtitulado, de audio descripción, así como de emisión o interpretación de la lengua de signos y servicios de atención telefónica accesibles.
El objetivo sigue siendo que cada vez haya menos barreras.