Cuatro encapuchados asaltan una tienda del centro de Melilla

Cuatro encapuchados asaltaron en la madrugada del miércoles al jueves, sobre las 3:30 horas, la tienda Mr. Phone, ubicada en la calle O' Donnell, la principal arteria comercial de la ciudad, según relata a El Faro el padre de la propietaria del negocio.

Los bandidos reventaron una vitrina llena de móviles y se llevaron el dinero de la caja en la tienda del centro de Melilla. En declaraciones a El Faro José Domingo, padre Ángela, la propietaria del negocio, explicó que tenían todo el robo grabado con la cámara del local.

Este jueves la tienda de telefonía y accesorios móviles de la calle O´Donnell amaneció con toda la fachada y el interior lleno de cristales rotos a consecuencia del robo con fuerza sufrido la noche anterior. Según explicó José Domingo a este diario, en las cámaras de seguridad del negocio se puede ver cómo cuatro encapuchados accedieron a la tienda sobre las tres de la madrugada, reventando el escaparate y la puerta de cristal con una maza.

Una vez dentro, añade José Domingo, los encapuchados cogieron todos los teléfonos móviles de una vitrina y se hicieron con el dinero de la caja. Aunque no sabe exactamente la cantidad que podía haber en la caja registradora, señala que la cifra es alta.

Para el padre de la propietaria del comercio asaltado, los presuntos ladrones no se alertaron por el sonido de la alarma del local y siguieron cometiendo el acto delictivo, llevándose solo los productos de más valor de la tienda, ya que por ahora no echan en falta otro tipo de mercancía. Fue un vecino del bloque de enfrente, quien asustado por el ruido, llamó a la Policía.

Investigación policial

Fuentes de la Policía Nacional aseguran a El Faro que recibieron un aviso sobre las 3:25 de la madrugada, alertando de que se estaba cometiendo un robo con fuerza en la calle O´Donnell.

Varios agentes se desplazaron hasta allí para realizar una inspección ocular y comprobar que no quedaba nadie en el interior. Cuando llegaron, añaden estas mismas fuentes, vieron que salía humo del local y que la detección acústica de la alarma seguía sonando. Unos 15 o 20 minutos después los propietarios de la tienda llegaron.

Ya se ha comenzado una investigación para esclarecer lo sucedido, informan a El Faro desde Policía Nacional.

Esta mañana, la tienda estaba tal y como la dejaron los ladrones. Desde fuera se podían ver cientos de cristales pequeños tirados por el suelo, de la vitrina que contenía los terminales móviles robados, y otros objetos como una pequeña nevera o un cartel publicitario.

Por fuera de la tienda el destrozo era peor. El escaparate presentaba un gran agujero en la parte de abajo, que había agrietado por completo el cristal. Los trozos todavía estaban en el suelo de la calle O´Donnell y la puerta, que era corredera, estaba desencajada y con el cristal separado de las partes metálicas. Por fortuna, cuentan con un seguro en la tienda, según el testimonio de los propietarios.

Sobre las 10 y media de la mañana, siete horas después del robo, la tienda seguía igual que por la madrugada. Cualquier persona podría haber accedido al local. Solo el padre de la propietaria vigilaba la entrada desde un bar cercano.

José Domingo contó a El Faro que él se enteró de la noticia sobre las seis y media de la mañana aunque su hija Ángela había recibido la alerta de la alarma de la tienda justo en el instante en el que entraron los cuatro encapuchados. Por no preocupar a su padre, esperó a que fuera un poco más tarde para llamarlo y contarle lo que había sucedido en su negocio.

Era el padre de la damnificada el que se había desplazado hasta O'Donnell mientras que ella estaba poniendo la denuncia en comisaría para impedir la entrada de nadie al interior o que cualquiera pudiera haber tocado nada, tal y como relató a este diario.

El robo de este pequeño negocio ha sorprendido a los melillenses que pasaban por la calle. La mayoría, que se dirigían a sus trabajos o paseaban por esta calle peatonal para hacer unas compras a primera hora de la mañana, se paraban ante el escaparate preguntándose qué había podido suceder. José Domingo, que estaba en la cafetería de enfrente visualizando la tienda, se ha acercado a hablar con algunas vecinas a las que conocía y que se habían preocupado por el estado de la tienda.

Ante el comercio se formó un corrillo de personas que no podían creerse este nuevo robo en las inmediaciones. Han pasado solo tres meses desde que otro negocio de la zona viviera un incidente, que aunque fue parecido, por suerte no tuvo el mismo final.

Segundo incidente en tres meses

Fue en el mes de agosto cuando la conocida zapatería del empresario Enrique Alcoba, 'Calzados Rual' lamentó un intento de robo. El escaparate de este comercio también terminó hecho añicos cuando dos menores de 17 y 14 años lo reventaron para acceder al interior de la tienda y robar el dinero que había en la caja registradora.

En aquella ocasión, no se consumió el robo. Ambos menores de edad fueron sorprendidos por la Policía, que llegó a tiempo para impedir que robaran el dinero. Esta tienda también disponía de sistema de alarma y Alcoba recibió el aviso de la intrusión de madrugada.

Cuando el empresario llegó a su tienda vio a los dos jóvenes dentro del coche policial. Según su visión, podrían haberse encontrado bajo los efectos de alguna sustancia. Estos mismos jóvenes, comentó Alcoba a El Faro en aquel día también intentaron robar en un coche estacionado cerca de su zapatería.

Por suerte, todo quedó en un susto y en los daños materiales ocasionados. El cristal del escaparate fue reparado en esa misma tarde, como si nada hubiera pasado.

La Policía Local de Melilla informó a los medios horas más tarde de que uno de los jóvenes, el mayor de los dos, fue detenido cuando intentaba huir y el de 14 años, enviado a La Purísima.

Cabe recordar que 'Rual' está tan solo una calle más abajo de la tienda donde se ha perpetrado este nuevo incidente, Mr. Phone y que ambos destrozos se ocasionaron a una hora similar. En la tienda de teléfonos móviles a las 3:30 horas y en 'Calzados Rual' a las 3:40 horas.