Salah Mezian, melillense, escritor e ilustrador de cuentos infantiles interculturales que tratan la cultura Amazigh en el Norte de África. Es además coordinador de la Ong Fundación Mensajeros de la Paz . Es el autor gráfico del cartel anunciador del Yennayer, año nuevo amazigh.
-Está al llegar el año nuevo para los bereberes y usted es el autor del cartel anunciador...
-Yennayer es el inicio de año para la cultura bereber. Celebramos que el rey bereber Sheshonp I (conocido también como Chichaq), accediera al trono como Faraón de Egipto y funda la XXII dinastía que reinó sobre Egipto hasta el año 715 a. C.
La consejera de Cultura, Patrimonio Cultural y del Mayor, Fadela Mohatar, me pidió hacer el cartel para la celebración del año nuevo Yennayer y lo primero que sentí fue un gran orgullo por la confianza que depositaba en mí.
-¿En qué se ha inspirado para realizar este precioso cartel que anuncia el Yennayer?
-En el momento en que me dieron el encargo me puse rápidamente manos a la obra. La inspiración me llegó de inmediato pues para mí era todo un honor realizar el cartel que se inspirase en la cultural bereber.
Fadela Mohatar me comentó que en el cartel tenían que figurar dos elementos: La fíbula bererer, que era un ornamento que llevaban las mujeres contra el mal de ojo, y un paisaje típico que representara la cultura bereber. Respecto a la fíbula bereber es un objeto decorativo y simbólico del patrimonio bereber. En su lengua materna, el bereber se llama tiseghnest (El plural tiseghnas) o tazerzit (en plural tizerzay) según la región. Respecto al paisaje que representa la cultural bereber he intentado que sea mediterráneo, de colores cálidos como ocres, amarillos o granates. El paisaje bereber está siempre ligado a la tierra y a las personas que trabajan el campo.
-El resultado es simplemente espectacular.
-Soy ilustrador de libros infantiles que se inspiran en la cultura bereber, pero carteles nunca había hecho. Estaba muy alegre del encargo y me siento muy contento del resultado final y de que también gustara muchísimo a la consejera que me dio su confianza para hacer este cartel.
Lo que tenía muy claro al empezar el trabajo es que no quería caer en estereotipos. Quería hacer una ilustración que se reflejara la vinculación de la cultura bereber con la tierra.
-Picasso decía que todos los niños nacen artistas y que el problema era cómo seguir siendo artistas al crecer. Usted es adulto y es artista. Un don y un privilegio ese de ser artista y de poder realizar carteles como el que nos ocupa.
-Los niños pintan con total libertad que poco a poco van perdiendo mientras van creciendo en muchos casos. Siempre se mantuvo en mi personalidad aquello que conservaba en mi corazón cuando era niño: mi amor por la imagen.
-La creatividad en el dibujo de los niños no tiene fronteras y conforme van creciendo se pierde. Usted dibuja con mucha libertad y fantasía, no pone límites a su capacidad creativa. El cartel que ha realizado es muy creativo.
-He intentado conservar a lo largo de los años esa curiosidad por las imágenes que se despertó en mí siendo niño. De pequeño empecé a leer tarde y mi mundo eran las imágenes, eso ha perdurado en mí y por eso soy ilustrador. Me gusta especialmente la ilustración de libros infantiles. Para mí la imagen es mi vida y es a lo que me dedico, soy ilustrador. Si bien he escrito los libros que he ilustrado, no me considero escritor.
-Sus cuentos ilustrados para niños están poblados de monstruos, personajes antropomórficos y viajes a mundo oníricos y fantásticos. El cartel anunciador del año nuevo no presenta nada de eso, es un paisaje.
-Cuando me puse manos a la obra para realizar el cartel tenía muy claro que con los dos elementos que la consejera me había indicado, el paisaje bereber y la fíbula, tenía que hacer algo distinto a lo que solía hacer y por lo que era conocido. Con un rotulador calibrado para definir el volumen y con la acuarela que es una técnica que me apasiona logré el resultado que tanto ha gustado.
-No era fácil armonizar la fíbula con el paisaje. Me imagino… se trataría de un reto. La inspiración existe pero me da la impresión de que a usted lo encontró muy preparado y enamorado de la cultura bereber.
No me cabe duda, era bastante complicado armonizar los dos elementos y creo que he conseguido un resultado satisfactorio: un cartel muy bello. No quise hacer el cielo que color azul, por ello lo pinté de color grisáceo como un atardecer de color pastel. Al final he conseguido un cartel que transmite calma y serenidad a través de los colores que he usado.
-¿Cuáles son sus ilustradores favoritos?
-Me fascina Maurie Sendak, un ilustrador estadounidense. Conocer su obra marcó en mí un antes y un después. 'Donde viven los monstruos' está considerado el álbum ilustrado por antonomasia pues todos los detalles están pensados. En esa obra el texto y la narración encajan perfectamente.
-¿Algún ilustrador español que le guste especialmente?
-Me gusta 'Manolito Gafotas', de la escritora española Elvira Lindo e ilustrado por Emilia Urberuaga. De 'Manolito Gafotas' saqué la inspiración para mi último libro ilustrado 'Caramelos con sabor de café', que saldrá en febrero al mercado.
-'Caramelos con sabor a café', un título muy sugestivo…
-Se ambienta en la Alemania de Hitler, se trata de una historia emotiva, divertida y entrañable, narrada en primera persona por un niño mulato de siete años, que nos traslada a una época convulsa como fue la Europa de entreguerras. Un libro que hará reír a cualquiera porque tiene toques de humor negro.
-¿'Caramelos con sabor a café' lo ha escrito usted a pesar de que no se siente escritor?
-Sí, soy ilustrador no tanto escritor. Siento mucho respeto por el oficio de escritor, por eso yo no me considero como tal. Pero efectivamente este es el cuento con los textos que he realizado hasta ahora. Lo he escrito en primera persona y me he puesto en la piel de un niño. El libro empieza así: “Me voy a presentar: Me llamo Anaruz. Mi nombre significa en tamazight esperanza. Este bonito nombre me lo puso mi papá, porque le papa de mi papá (mi abuelo), también se llama como yo, Anaruz”.
Me apetece saber más, en febrero compraré el libro.
UNA GRAN PERSONA Y UN VERDADERO ARTISTA DE LA BROCHA FINA DONDE LOS HAYA, SIEMPRE REPRESENTANDO A NUESTRA MELILLA QUERIDA...