“Cuando hay mala mar se pasa mal porque se mueve, pero es divertido”

Ayer la mar estaba picada. Incluso dentro del Puerto de Melilla se notaba. Al subir al patrullero el baivén del barco avisa de que la visita a bordo será, cuanto menos, movida, aunque la sensación de seguridad nunca flaquea.

 “Cuando hay mala mar se pasa mal, porque esto se mueve, pero es divertido”, reconoció uno de los tripulantes del ‘Centinela’ P-72 y uno de los guías de la visita. No es de extrañar que ocurra así en alta mar si en el puerto con algo de mar picada ya se notaba al pasear por el barco.
El Faro aprovechó que el patrullero ‘Centinela’ atracó el viernes en nuestra ciudad para realizar la visita guiada al interior del buque y conocerlo desde dentro y en boca de los que día a día trabajan en el mismo. Durante la jornada de ayer por la mañana y tarde se pudo visitar en grupos reducidos de 10:30 a 13:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas. Hoy también recibirá la visita de los ciudadanos interesados en el mismo horario de mañana y de 16:30 a 19:30 horas, por la tarde.

En primera persona
La visita comienza accediendo por la cubierta de la popa del barco. Varios tripulantes reciben a los pasajeros para acompañarlos, posteriormente, durante las visitas. “Éste es uno de los cuatro patrulleros de la clase ‘Serviola’ que tiene como base de estacionamiento a Ferrol (La Coruña)”, explicó el tripulante.
La visita a este buque discurrió por varias zonas de cubierta a ambos lados del barco, proa y popa, así como el acceso al puente de mando para conocer la consola central, los controles de mando y los sistemas de navegación.
Uno de los puntos del patrullero que más llama la atención a los visitantes suele ser el puente de mando. Éste es antiguo, puesto que el barco comenzó a operar en 1991.  “Para el tipo de misiones que realizamos, tanto de inmigración como antidrogas, por la noche viene muy bien la cámara de infrarrojos. En medio de la mar no se ve tan bien como en puerto. Uno mira al horizonte y todo es negro. No hay mar ni cielo, sólo puntos blancos y amarillos que son las estrellas”, señaló.
Este patrullero ha vuelto este fin de semana después de 14 años para que los melillenses puedan acercarse y conocerlo de cerca para aquellos que no tuvieron la oportunidad.

El buque
El buque dispone de dos lanchas para realizar registros y reconocimientos de, por ejemplo, “pesqueros o mercantes” en alta mar. En cuanto a armamento dispone de dos ametralladoras browning a ambos lados del buque, dos del tipo MG, dos minimic para infantería y un cañón de 7,5 cm en la proa del barco. El pasado viernes llegó hasta el puerto melillense desde Ferrol donde permanecerá en Melilla hasta esta noche.

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